El Supremo rechaza un recurso de la Generalitat contra la creaci¨®n de una agencia municipal de infraestructuras

Seis recursos presentados y seis recursos perdidos. ?se es el balance de la batalla planteada en los tribunales por el Gobierno catal¨¢n contra la agencia municipal Barcelona Regional (BR). Cinco fallos se hab¨ªan ya producido a favor de los municipios. El sexto es de este mismo mes. Barcelona Regional es una empresa de capital p¨²blico que realiza estudios y an¨¢lisis de infraestructuras para los municipios del ¨¢rea metropolitana. No puede trabajar para terceros ni acudir a concursos. Se limita a los encargos de las administraciones que forman parte de su accionariado. El Gobierno catal¨¢n recurri¨® hasta seis veces. En primera instancia perdi¨® en cinco casos y gan¨® en uno que ahora ha revisado el Supremo dando la raz¨®n a los municipios.

La historia es antigua. Data de 1993 y desde entonces se arrastra por los juzgados. Durante estos nueve a?os, la ¨²nica sentencia favorable al Gobierno catal¨¢n ha servido para que la Sindicatura de Cuentas pusiera constantes reparos a la existencia de Barcelona Regional, al igual que algunos interventores municipales. "Se trataba", opina el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Casas, "de difundir la idea de que hab¨ªa irregularidades, de arrojar dudas sobre Barcelona Regional".

BR naci¨® de la cultura ol¨ªmpica: un trabajo en com¨²n de diversas administraciones que coinciden en trabajos en un mismo tiempo y espacio. En Barcelona Regional est¨¢n los municipios, las entidades metropolitanas, AENA, Renfe. La agencia ha realizado estudios sobre las depuradoras del Llobregat y del Bes¨°s, el aeropuerto y los sistemas ferroviarios, siempre a petici¨®n de los propios municipios. La capacidad de decisi¨®n quedaba en manos de ¨¦stos. Eso mismo es lo que reconoce el Tribunal Supremo en la sentencia que desautoriza en la forma y el fondo la ¨²nica del Tribunal Superior de Catalu?a que dio la raz¨®n a la Generalitat.

El Gobierno catal¨¢n, afirma Casas, siempre ha intentado laminar la capacidad de actuaci¨®n de los ayuntamientos. Y una forma de hacerlo era impedir que ¨¦stos dispusieran de la informaci¨®n suficiente como para formarse una opini¨®n adecuada de los asuntos a debatir. "El trasfondo de tanto recurso, de tanta beligerancia, es impedir que los ayuntamientos puedan hacer propuestas y, m¨¢s all¨¢, optar por la confrontaci¨®n en vez de por la colaboraci¨®n".

En el momento de su nacimiento, el Gobierno catal¨¢n fue invitado a incorporarse a Barcelona Regional. Renunci¨® a ello, pese a que algunos de sus t¨¦cnicos cualificados eran partidarios de formar parte de la entidad. Los dos principales defensores de la integraci¨®n (el presidente de Ferrocarrils de la Generalitat, Enric Roig, y el director, Miquel Llevat) perdieron su puesto en poco tiempo. El Ejecutivo eligi¨® el camino de la confrontaci¨®n y el recurso. Un recurso que, seg¨²n Casas, "ten¨ªa s¨®lo intencionalidad pol¨ªtica". El primer teniente de alcalde recuerda que Barcelona Regional no tiene capacidad decisoria y que las administraciones comparten la informaci¨®n, pero son libres de defender las posturas que crean m¨¢s razonables. "Lo que buscaba el Gobierno catal¨¢n era impedir que los municipios tuvieran la informaci¨®n para defender posiciones razonables".

La sentencia, que es definitiva, desmonta punto por punto la argumentaci¨®n del Tribunal Superior de Catalu?a, que dio la raz¨®n al Gobierno catal¨¢n y "anula y deja sin efecto" la decisi¨®n de la Secci¨®n Tercera de la Sala de lo Contencioso Administrativo, que cuestionaba los convenios entre los ayuntamientos y Barcelona Regional.