Consejo tutelado

La creaci¨®n de un Consejo de Gobierno en Irak es un primer paso hacia una eventual normalizaci¨®n de una situaci¨®n pol¨ªtica que no sale de sus complicaciones. Pero, si ha sido recibido con cierto recelo por los propios iraqu¨ªes, es porque quien manda es EE UU, cuyas fuerzas siguen siendo acosadas por cierta resistencia, lo que ha llevado al precandidato dem¨®crata a la Casa Blanca John Kerry a pedir el fin de la ocupaci¨®n. El jefe de la Administraci¨®n ocupante, Paul Bremer, ha designado a los componentes de esta nueva autoridad, sobre cuyas eventuales decisiones mantiene un derecho de veto casi general. A diferencia de lo ocurrido en Afganist¨¢n, donde se puso en pie un Gobierno tras una conferencia internacional y el respaldo formal de la ONU, en Irak EE UU no ha creado un Ejecutivo aut¨®ctono, sino un Consejo al que ha intentado dar una apariencia de autenticidad. A pesar de ello, puede resultar ¨²til, pues los ocupantes necesitaban apoyarse en fuerzas locales para frenar el caos y establecer una Administraci¨®n p¨²blica.

Entre sus funciones, adem¨¢s de formar un Ejecutivo sin poderes reales, est¨¢ la de preparar el terreno para un proyecto de Constituci¨®n, nombrar representantes diplom¨¢ticos -los primeros para la ONU, epicentro de la legitimidad para el nuevo r¨¦gimen bagdad¨ª-, y organizar un tribunal para juzgar a Sadam Husein y a los otros criminales de guerra responsables de los asesinatos en masa de millares de kurdos en el norte y de chi¨ªes en el sur. Estos cr¨ªmenes fueron cometidos en una ¨¦poca en que el r¨¦gimen contaba con firmes apoyos occidentales en la guerra contra el Ir¨¢n de Jomeini, lo que puede poner en aprietos a algunos dirigentes, como el propio Rumsfeld, que avalaron a Sadam con sus viajes a Bagdad o sus silencios en la propia ONU.

Formado por 13 chi¨ªes -que ven finalmente reconocida su mayor¨ªa social-, cinco sun¨ªes, otros tantos kurdos, un cristiano y un turcomano, el Consejo es buen reflejo de la pluralidad social y pol¨ªtica del pa¨ªs, pues s¨®lo el Baaz ha quedado proscrito. Pero ha sido recibido por la poblaci¨®n como lo que es, un Consejo impuesto por la potencia ocupante.

Nace adem¨¢s dividido sobre la duraci¨®n de una ocupaci¨®n militar que se prev¨¦ prolongada. Irak parece todav¨ªa muy lejos de una democracia que nunca ha tenido. Imponerla desde arriba es una tarea con escasas probabilidades de ¨¦xito. Ha de generarse desde abajo, lo que puede llevar a indeseadas consecuencias como la ruptura del pa¨ªs o la elecci¨®n de fuerzas antioccidentales.