Cuba, de luto

No la conoc¨ªa personalmente, pero muchos otros tuvieron esa suerte, era como una amiga, una madre, una hermana. De sonrisa generosa y voz rota, mirada triste y trasero cubano que consegu¨ªa endulzarnos los d¨ªas a aquellos que la escuch¨¢bamos. Admirada por sus paisanos, por sus vecinos y por aquellos que ni siquiera entend¨ªan sus palabras. Se abraz¨® asustada al exilio para conseguir regalar sus melod¨ªas a un mundo que le regal¨® la libertad, y siempre fue fiel a su coraz¨®n, a sus ra¨ªces y a su ¨²nico amor. Celia se ha marchado para siempre y ahora seguramente est¨¦ cantando al ritmo del chan-ch¨¢n en alguna nube que no podr¨¢ evitar llorar l¨¢grimas que nos mojen de dulzura. Cuba est¨¢ de luto, se fueron Compai, Tito y Celia, y los dem¨¢s nos preguntamos por qu¨¦ han tenido que pagar ellos el castigo de una isla cuyo ¨²nico crimen ha sido vivir una revoluci¨®n que parece no llegar a su fin. No lloren, ellos no querr¨ªan vernos tristes, es el momento de subir la m¨²sica de todas las emisoras del mundo y que el viento arrastre el ritmo cubano hasta el lugar m¨¢s escondido, no recordemos con tristeza unas vidas que lucharon, triunfaron y vivieron para hacernos felices a los dem¨¢s. Hay personas que nunca desaparecer¨¢n porque algo de ellos siempre se quedar¨¢ con nosotros. Hasta siempre... ?As¨²car!