Un mercado el¨¦ctrico irrelevante
Los autores, que aseguran que no hay razones para la autocomplacencia del Gobierno, plantean un debate sobre la eficiencia de la Ley del Sector El¨¦ctrico a los cinco a?os de su promulgaci¨®n.
Han transcurrido m¨¢s de cinco a?os desde la aprobaci¨®n de la Ley del Sector El¨¦ctrico, plazo suficiente para realizar un primer balance de sus resultados, y sobre todo para ir perfilando los cambios aconsejables en nuestro modelo de regulaci¨®n y de organizaci¨®n de la competencia. Es necesario un debate al respecto, porque no hay razones para la complacencia que manifiesta el Gobierno con su funcionamiento y sus resultados.
El mercado de generaci¨®n, que constitu¨ªa la gran novedad de la ley, se ha convertido en pr¨¢cticamente irrelevante para todos los agentes del sector. La Administraci¨®n decidi¨®, por razones de car¨¢cter pol¨ªtico y macroecon¨®mico, completamente al margen del mercado, una senda de reducci¨®n de tarifas el¨¦ctricas hasta 2001, apoy¨¢ndose en el ahorro de costes de las empresas por la reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s y por el aprovechamiento de la capacidad excedentaria. En 2002, de nuevo al margen del precio del mercado de generaci¨®n, ha decidido aprobar una senda de subida de tarifas, con un m¨ªnimo y un m¨¢ximo, para los pr¨®ximos ocho a?os.
Las empresas generadoras han asumido esas tarifas "pol¨ªticas", que no responden a costes de generaci¨®n revelados por el mercado, como mal menor, porque reducen sus incertidumbres y les permite recuperarse de los descensos de los ¨²ltimos a?os, pero no cierran la puerta a la reivindicaci¨®n de subidas adicionales en el futuro.
Los potenciales nuevos generadores desconf¨ªan de un mercado manipulable, muy vol¨¢til, que no siempre refleja la evoluci¨®n de los costes variables, y que provoca una gran incertidumbre sobre la rentabilidad de sus inversiones. Esa incertidumbre no la padecen los generadores tradicionales, protegidos por los CTC y el reconocimiento de "d¨¦ficit tarifarios" pasados. S¨®lo Gas Natural, apoyada en su posici¨®n privilegiada en el gas, la energ¨ªa primaria de los ciclos combinados, parece en condiciones de superar ¨¦stas y otras fuertes barreras de entrada.
Los consumidores en general, y muy especialmente los que se benefician de subvenciones cruzadas, no desean vincular su factura a los precios de un mercado no competitivo, por lo que ven la tarifa como refugio y mal menor, hasta que un mercado m¨¢s competitivo, o una mayor conexi¨®n internacional, les permita aspirar a obtener beneficios de la liberalizaci¨®n. En 2002 la cuota de electricidad con precio negociado libremente ha sido inferior a la de 2001, porque muchos consumidores abandonan el mercado y regresan a la tarifa.
Los comercializadores independientes, que no tienen generaci¨®n propia, no encuentran espacio para su actividad, emparedados entre un precio de mercado muy poco predecible y fiable, y una tarifa que no cubre costes para una parte relevante de los consumidores. De nuevo, s¨®lo Gas Natural, con apenas un 4% del mercado liberalizado, se apunta como un competidor potencial relevante.
Pero ah¨ª no acaban los motivos de reflexi¨®n, cuando no de preocupaci¨®n. Se ha venido produciendo un deterioro de la calidad y la seguridad de suministro, con la reducci¨®n del ¨ªndice de cobertura hasta l¨ªmites alarmantes, como hemos comprobado estos d¨ªas, sobre todo para un pa¨ªs con acentuados ciclos hidrol¨®gi-cos, reducidas conexiones internacionales, y un parque e¨®lico creciente que proporciona escasa garant¨ªa de potencia. Ha venido aumentando a fuerte ritmo la intensidad energ¨¦tica en general y la el¨¦ctrica en particular, porque faltan incentivos al ahorro y se?ales en los precios, y se han abandonado los escasos programas de gesti¨®n de la demanda. El retraso acumulado en el cumplimiento de nuestros compromisos medioambientales, en particular en lo que se refiere a emisiones de CO2, es pr¨¢cticamente irrecuperable. El endeudamiento de las empresas el¨¦ctricas limita su capacidad para afrontar un nuevo ciclo inversor como el que necesita el sector el¨¦ctrico espa?ol.
Las principales dificultades para el funcionamiento del modelo se derivan de la incoherencia entre un modelo regulatorio formalmente liberalizado en generaci¨®n y comercializaci¨®n, v¨¢lido para mercados con alta contestabilidad, y una estructura sectorial que proporciona un elevado poder de mercado a las empresas el¨¦ctricas por su elevada concentraci¨®n, de cuotas de generaci¨®n en general y de algunas energ¨ªas primarias y tecnolog¨ªas en particular, y por la integraci¨®n de actividades liberalizadas y actividades en competencia dentro de un mismo grupo. A ello hay que a?adir el agotamiento de la capacidad excedentaria del sistema, la muy reducida capacidad de conexi¨®n internacional para comerciar, y la existencia de restricciones de red dentro del mercado peninsular espa?ol.
Para fortalecer la competencia en el sector el¨¦ctrico en beneficio de los consumidores, buscando la coherencia entre la estructura sectorial y el modelo regulatorio, consideramos necesario debatir, entre otras reformas, las siguientes:
- Potenciar la organizaci¨®n bilateral a plazo del mercado de generaci¨®n, pero de forma centralizada para aumentar su transparencia, dejando al pool como mecanismo de ajuste.
- Establecer un l¨ªmite en la cuota de generaci¨®n de en torno al 30%, flexible en funci¨®n de ciertos par¨¢metros relacionados con el mix de generaci¨®n.
- Impulsar el desarrollo de mercados financieros con un activo subyacente el¨¦ctrico.
- Evaluar la utilizaci¨®n del mecanismo de subasta a largo plazo de parte de la energ¨ªa de las empresas con cuota de mercado superior al l¨ªmite asignado (electricity release programs), para hacer compatible un n¨²mero suficiente de competidores con el mantenimiento de la dimensi¨®n y de las econom¨ªas de escala que permitan a las empresas competir en mejores condiciones en un futuro mercado europeo.
- Segregaci¨®n accionarial entre generaci¨®n y distribuci¨®n, porque la actual segregaci¨®n jur¨ªdica se est¨¢ revelando como insuficiente para evitar el poder vertical de mercado, y total independencia de REE y OMEL respecto de las empresas el¨¦ctricas.
- Avanzar decididamente en la integraci¨®n a corto plazo con los mercados de generaci¨®n y comercializaci¨®n de Portugal, y ampliar las conexiones internacionales con Francia y el resto de Europa. Valorar la aplicaci¨®n de mecanismos de subasta de la capacidad comercial de conexi¨®n internacional.
- Establecer una metodolog¨ªa transparente y predecible para la fijaci¨®n de las tarifas, limitando el diferimiento de los ajustes a no m¨¢s de dos ejercicios.
- Aprobar un plan de fomento de las energ¨ªas renovables, con el recurso a subastas competitivas a la baja de la subvenci¨®n requerida para la concreci¨®n de proyectos y plazos.
- Dotar de mayores poderes a la CNE e incrementar su independencia, pero reducir su discrecionalidad implantando procesos reglados para su toma de decisiones.
Aunque excede el objetivo de este art¨ªculo, queremos hacer constar la importancia del desarrollo de un mercado de gas natural realmente competitivo para el correcto funcionamiento del mercado el¨¦ctrico. Muchas de estas propuestas son discutibles, tienen sus ventajas y sus contraindicaciones, pero lo peor es la complacencia con una liberalizaci¨®n de papel, cuyos resultados en t¨¦rminos de competencia, y los beneficios de ella derivados para los consumidores, son pr¨¢cticamente irrelevantes.
Luis Atienza y Javier de Quinto, autores del trabajo Regulaci¨®n para la competencia en el sector el¨¦ctrico espa?ol Laboratorio de Alternativas, DT10/2003
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.