Una renovaci¨®n de alta pol¨ªtica
Las instituciones vascas y Euskaltel financiar¨¢n al Euskadi con seis millones de euros anuales hasta 2006
Mientras otros equipos venden lavadoras, suelos de parqu¨¦, cupones de loter¨ªa o las bondades de los sistemas bancarios, telef¨®nicos o postales de sus respectivos pa¨ªses, el Euskaltel-Euskadi vende un sentimiento, un orgullo patri¨®tico. Mientras el ciclismo es un deporte de equipo con un triunfador individual, por lo que el aficionado idolatra a un campe¨®n y no al equipo que le paga -se es de Merckx, de Indurain o de Armstrong, y no del Molteni, del Banesto o del US Postal-, los aficionados vascos se ponen una camiseta naranja, inundan las cunetas pirenaicas y aplauden a sus corredores, se llamen como se llamen, como podr¨ªan aplaudir a la selecci¨®n vasca de f¨²tbol.
As¨ª que a nadie puede extra?ar que en tiempos de crisis de patrocinio -cuando los vendedores de cupones o de excelencias bancarias anuncian su retirada del ciclismo, o cuando el fabricante de zapatillas sufre p¨¦rdidas-, el Euskaltel sea el ¨²nico equipo espa?ol grande que cuenta con cierta seguridad de futuro.
As¨ª que a nadie puede extra?ar que el asunto de la continuidad de su patrocinio, en un principio limitada a la pr¨®xima temporada, haya sido tema prioritario para las altas instancias pol¨ªticas vascas, para sus empresas y para el PNV. Y que para anunciar su continuidad, inevitable dado el espect¨¢culo ciclista generado por sus corredores en el Tour y la respuesta popular consiguiente, se desplazara a Pau, villa de descanso en el Bearn, el diputado general de Vizcaya, Jos¨¦ Luis Bilbao. El patrocinio mixto pol¨ªtico-empresarial se extender¨¢ hasta 2006 con un presupuesto anual de unos seis millones de euros. La mitad la aportar¨¢ la empresa de telefon¨ªa Euskaltel, presidida por el ex lehendakari Jos¨¦ Antonio Ardanza, y la otra mitad, a partes iguales entre la Diputaci¨®n de Vizcaya, la de Guip¨²zcoa y el Gobierno vasco.
Cuenta Miguel Madariaga, manager y fundador del equipo, que cuando le anunciaron el acuerdo hace un par de d¨ªas no le dijeron la cifra. "Me dijeron que era buena, aunque no tanto como yo esperaba", dijo ayer Madariaga. "Pero yo creo que con seis millones tendremos suficiente para mantener a todas las figuras en el equipo, sobre todo a Mayo, Zubeldia y Samuel S¨¢nchez, que terminan contrato este a?o". Porque el Euskadi, nacido como un proyecto popular y modesto para dar salida a la inagotable cantera vasca, ha estado a punto de morir de ¨¦xito. Ha sacado corredores tan buenos -es el ¨²nico equipo con dos ciclistas entre los cinco primeros del Tour- que, inevitablemente, la estructura de andar por casa que lo sustentaba, las aspiraciones limitadas y los presupuestos restringidos no pod¨ªan resistir las presiones del mercado mundial.
Pero aunque Madariaga afirme que una vez confirmada la continuidad puede ofrecer a sus cracks contratos de larga duraci¨®n que no podr¨¢n rechazar -ayer mismo terminaba el plazo que le hab¨ªa dado el muy cotizado y solicitado Mayo, quien pide incluso un hueco para su manager Sabino Angoitia, director del Labarca 2-, el problema, sin embargo, m¨¢s que econ¨®mico es deportivo, de cohabitaci¨®n. Zubeldia no ha escondido que cree que no hay sitio para los dos en el mismo equipo.
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