El asesino discreto

Qusay Husein, de 37 a?os, se convirti¨® en n¨²mero dos del r¨¦gimen en mayo de 2001. Este abogado discreto, amante profund¨ªsimo de su padre hasta imitarle en sus modales, forma de vestir y hasta en los puros que fumaba, Cohibas, inici¨® su carrera pol¨ªtica con la derrota infligida por EE UU a Sadam Husein en la guerra del Golfo, en 1991. Su oportunidad de mostrar lealtad a su progenitor le lleg¨® con la revuelta chi¨ª. Qusay, al supervisar la detenci¨®n de 300 rebeldes, sac¨® su pistola y mat¨® a cuatro de ellos de un tiro en la nuca. Despu¨¦s orden¨® que los restantes fuesen ejecutados. "Mala gente, sucios criminales", les grit¨®, seg¨²n cont¨® al semanario estadounidense Time el mes pasado un oficial que estuvo presente. El oficial a?adi¨® que poco despu¨¦s de esos asesinatos Qusay dirigi¨® las ejecuciones de 15 familias chi¨ªes de un suburbio de Bagdad.

Encargado de los servicios secretos y de la Guardia Republicana y un cuerpo especial dedicado a preservar la seguridad de su padre, Qusay, trabajador y calculador, no gustaba de la publicidad ni de la vida escandalosa que llevaba su hermano Uday. Por el contrario, era considerado un hombre familiar, que se entreten¨ªa en casa con su mujer y sus cuatro hijos. Las relaciones entre Uday y Qusay eran de rivalidad, tensas, pero poco se sabe de las existentes entre Qusay y sus tres hermanas, ni tampoco con su medio hermano, hijo de la segunda esposa de Sadam Husein.