Cuenta atr¨¢s para un albergue canino

El aspecto del albergue para perros de Godella es desolador. Situado en un secarral lindante con el by pass, el centro consiste en una estructura de ladrillos y cemento rodeado por una verja met¨¢lica. Cubierto ocasionalmente por lonas desgastadas, el suelo es de tierra, y en su interior, de 480 metros cuadrados, se hacinan 126 perros y 25 gatos de todas las razas, edades y tama?os.

El centro, dirigido por la Sociedad Protectora de Animales de Godella, fue construido en 1995 por el Ayuntamiento socialista, pero s¨®lo con "car¨¢cter temporal" seg¨²n fuentes municipales. Hoy sus d¨ªas est¨¢n contados, lo que ha llevado a la asociaci¨®n a emprender unas movilizaciones que empezaron con una concentraci¨®n ayer.

El 15 de abril, el anterior gobierno municipal, dirigido por una coalici¨®n del PSOE, EU y el Bloc-EV, emiti¨® una orden de desalojo para el 15 de junio contra el albergue por incumplir la normativa municipal.

La asociaci¨®n solicit¨® y obtuvo del nuevo consistorio del PP un aplazamiento de dos meses para transportar a los animales a un nuevo centro que est¨¢n construyendo en Ll¨ªria, y que tendr¨¢ 1.260 metros cuadrados, casi el triple que el actual.

El problema, seg¨²n explica Francis Moliner, miembro de la asociaci¨®n, es doble: faltan todav¨ªa 18.000 de los 66.000 euros que cuestan las obras; y necesitan m¨¢s tiempo.

"El 15 de agosto se acaba el plazo y hasta septiembre es imposible que el nuevo centro est¨¦ acabado". El Ayuntamiento se niega a darles una pr¨®rroga y, seg¨²n Moliner, ya se ha puesto en contacto para llevarlos a la perrera de Benim¨¤met, "donde sacrifican a los animales 10 d¨ªas despu¨¦s de llegar".

En su ubicaci¨®n actual, la mayor¨ªa de los perros se mueve libremente por el recinto, pero otros permanecen recluidos, por grupos, en celdas de unos 8 metros cuadrados. "Los que est¨¢n encerrados, son los m¨¢s problem¨¢ticos y tambi¨¦n los peque?os o los que son m¨¢s d¨¦biles". Es el caso de Otto, un ejemplar de dos a?os, mezcla de Pitt Bull con alguna otra raza, al que sus due?os abandonaron, "probablemente, al descubrir que era ciego".

La basura que genera el albergue se amontona en un contenedor de obra junto al refugio, y se recoge una vez al mes. Abierto, inerte bajo el sol, su interior desprende un olor fuerte y agrio, mientras el viento esparce por el suelo parte de los desperdicios, bolsas de pl¨¢stico, y cartones.

"Hemos solicitado al Ayuntamiento que pongan contenedores normales y los vac¨ªen con m¨¢s asiduidad" explica Moliner, que reconoce que el refugio es "peque?o, viejo y obsoleto", pero que todos los problemas se suplen con la dedicaci¨®n de 15 voluntarios, las aportaciones de 300 socios y algunas subvenciones, que cubren los gastos mensuales de 1.800 euros.

Las cifras parecen confirmarlo: "en lo que va de a?o hemos recogido 90 perros de la calle, de los cuales 70 ya se han colocado".

Moliner asegura que los perros est¨¢n en perfecto estado de salud, vacunados contra la rabia y el moquillo, y que pasan un m¨ªnimo de dos revisiones veterinarias anuales.

Maria Rosa Roca, alcaldesa de Godella, reconoce que se trata de una situaci¨®n dif¨ªcil, "pero el Ayuntamiento tiene la obligaci¨®n de velar por todos los vecinos y el albergue plantea un problema de salud p¨²blica, adem¨¢s de ser ilegal por no cumplir la distancia m¨ªnima con las casas cercanas".

Desde la Sociedad Protectora, el sacrificio masivo es "implanteable" y est¨¢n dispuestos a llevarse los animales a Ll¨ªria aunque el centro est¨¦ sin acabar o no se haya tramitado la licencia de actividades. Si el Ayuntamiento de all¨ª se lo impide, Moliner lo tiene claro: "Nos llevaremos a casa 10 cada uno".