?Un nuevo dise?o de Vitoria?
El alcalde Alfonso Alonso quiere cambiar sobre la marcha los nuevos barrios, pero le faltan apoyos
Cuatro a?os despu¨¦s de que se dise?ara el modelo de crecimiento del nuevo Vitoria, empiezan a surgir preguntas e intenciones de corregir sobre la marcha. El alcalde, Alfonso Alonso, ha hecho suyas las recomendaciones de varios expertos que, en el marco del Plan Estrat¨¦gico encargado por el Ayuntamiento, propusieron reordenar los nuevos barrios de la ciudad, Salburua y Zabalgana, que albergar¨¢n m¨¢s de 21.000 pisos. Los urbanistas consultados por Alonso prefieren unos barrios compactos, de forma parecida al centro de la ciudad, donde se fomente la relaci¨®n entre los vecinos, se ahorren gastos energ¨¦ticos e incluso el precio de las viviendas libres sea inferior. Enfrente est¨¢ el modelo actual, similar al de otro barrio que se est¨¢ terminando de construir, Lakua, con edificios separados unos de otros por grandes zonas verdes y avenidas amplias.
La propuesta interesa a buena parte de los partidos pol¨ªticos y, en especial, al alcalde. Pero existen varios problemas. El primero, es temporal. La idea llega tarde, cuando los nuevos barrios ya se han puesto en marcha y, sobre todo, cuando ya se ha realizado la laber¨ªntica tarea de repartir los aprovechamientos urban¨ªsticos entre los propietarios del suelo. La operaci¨®n de Salburua y Zabalgana, ideada por el anterior alcalde, Jos¨¦ ?ngel Cuerda, supuso que m¨¢s de seis millones de metros cuadrados, en su mayor¨ªa en manos privadas, pasaron a pertenecer al Ayuntamiento. ?ste, a su vez, se comprometi¨® con los due?os del suelo, mediante acuerdos amistosos de expropiaci¨®n pero sin pagarles ni un euro, a cederles parte del aprovechamiento del terreno. Es decir, a cada propietario, seg¨²n la extensi¨®n de sus tierras, le correspond¨ªa un suelo determinado para edificar, con los consiguientes beneficios. El resultado fue un acuerdo, ya con Alonso como alcalde, por el que el 70% de los pisos que all¨ª se levantar¨¢n ser¨¢n de protecci¨®n oficial.
De momento, ya es inviable cambiar los primeros sectores de casas que ya est¨¢n en marcha. Adem¨¢s, cambiar ahora la estructura de los barrios supondr¨ªa variar por completo los acuerdos que tanto tiempo se necesit¨® para cerrar. Y hay un problema a?adido de envergadura: los propietarios, en su mayor¨ªa grandes promotores inmobiliarios, rechazan la propuesta, y sin su colaboraci¨®n, nada es posible.
Los promotores se niegan
El alcalde ya puso sobre la mesa una idea similar hace dos a?os. Sin embargo, los particulares la descartaron. Ahora, vuelve a la carga. Y la contestaci¨®n es similar. Los promotores se han descolgado con una contrapropuesta inveros¨ªmil. Piden cambiar la ley Maturana de vivienda, algo que compete al Gobierno vasco, y est¨¢n dispuestos a rebajar el precio de los pisos libres en un 22% si, matizan, sube un 12% el precio de los pisos protegidos, que ellos mismos tambi¨¦n construyen.
La respuesta de Alonso ha sido inmediata: no. "Ni siquiera es una propuesta; es una excusa para no hacer nada. Quieren rebajar el precio de los pisos libres a costa de quienes menos recursos tienen. Es antisocial". Otros grupos de la oposici¨®n han reaccionado de forma parecida: "Esa f¨®rmula tiene dif¨ªcil encaje legal y en cuanto a aplicaci¨®n pr¨¢ctica. Es inviable", afirma el PNV.
El alcalde insiste en su intenci¨®n de aumentar en un 17% la densidad de pisos que est¨¢ ahora dise?ada en 35 por hect¨¢rea. Pero no a cualquier precio. Si no prospera su idea de cambiar el dise?o del nuevo Vitoria sobre la marcha, le queda su otra propuesta: fomentar los pisos de precio tasado, una oferta intermedia entre la vivienda libre y la protegida. Pero en eso, de momento, no ha convencido a la oposici¨®n.
A Alonso, no le est¨¢ resultando tan f¨¢cil lograr pactos en materia de suelo en esta legislatura como en el anterior cuatrienio.
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