Castro renuncia a la ayuda humanitaria de la UE y al di¨¢logo pol¨ªtico con los Quince
Bruselas "lamenta" las declaraciones del l¨ªder cubano y seguir¨¢ prestando ayuda a la poblaci¨®n
Los que pensaban que Fidel Castro aprovechar¨ªa la fecha del 50? aniversario del asalto al cuartel de la Moncada para trazar la estrategia econ¨®mica y pol¨ªtica de su revoluci¨®n con vistas al futuro en momentos en que Cuba es m¨¢s isla que nunca se equivocaron. El l¨ªder comunista, al conmemorar la acci¨®n militar que marc¨® el inicio de la lucha armada que lo llev¨® al poder en 1959, dedic¨® en la noche del s¨¢bado la mitad de su discurso a atacar a la UE. Castro, que cumplir¨¢ 77 a?os el mes pr¨®ximo, dijo que Cuba renunciaba al di¨¢logo pol¨ªtico y a la ayuda humanitaria de la UE y de sus pa¨ªses miembros.
"Sancionar a Cuba, adem¨¢s de injusto y cobarde, es rid¨ªculo. Cuba no necesita de la Uni¨®n Europea para sobrevivir, desarrollarse y alcanzar lo que ustedes no podr¨¢n jam¨¢s alcanzar", espet¨® Castro a los l¨ªderes de la UE en un discurso, le¨ªdo, de hora y media. El escenario fue el antiguo cuartel de la Moncada, en Santiago de Cuba, la segunda ciudad del pa¨ªs y considerada la cuna de la revoluci¨®n. Al acto fueron invitadas 10.000 personas, entre ellas supervivientes del asalto al antiguo cuartel del Ej¨¦rcito de Fulgencio Batista, hoy convertido en escuela, as¨ª como expedicionarios del yate Granma, el ni?o balsero Eli¨¢n Gonz¨¢lez y agentes de la seguridad infiltrados en los grupos disidentes.
Como se esperaba, en su discurso el mandatario hizo un recuento de los logros alcanzados por su revoluci¨®n en materia de salud, educaci¨®n y en las esferas econ¨®micas y sociales, y compar¨® ¨¦stos con la situaci¨®n de "pesadilla" que viv¨ªan los cubanos antes de 1959. Despu¨¦s lanz¨® su artiller¨ªa pesada contra la UE, el mayor socio comercial e inversor extranjero en la isla, por haberse sumado, a su juicio, al cerco de Estados Unidos contra Cuba.
El mes pasado, los Quince adoptaron varias sanciones diplom¨¢ticas contra la isla en represalia a la reciente condena de 75 disidentes y el fusilamiento de tres secuestradores de una lancha de pasajeros. Tambi¨¦n la Comisi¨®n Europea congel¨® la solicitud cubana de unirse al pacto de ayuda econ¨®mica de Coton¨², que concede beneficios comerciales a los firmantes.
Castro minimiz¨® la importancia de la ayuda humanitaria concedida por la UE -la calific¨® de escasa, "m¨ªsera" e "ineficaz"-, y anunci¨® que, "por elemental sentido de la dignidad", su Gobierno renunciaba "a cualquier ayuda o restos de ayuda humanitaria que puedan ofrecer la Comisi¨®n Europea y los Gobiernos de la UE". Aclar¨® que esta decisi¨®n no afectaba a las ayudas procedentes de autonom¨ªas, gobiernos locales, organizaciones no gubernamentales y movimientos de solidaridad europeos "que no imponen condicionamientos pol¨ªticos".
"Ni amenazas, ni limosnas"
Despu¨¦s de esta declaraci¨®n de principios, se refiri¨® a la resoluci¨®n adoptada por los Quince el pasado d¨ªa 21, en la que se condena a Cuba por las violaciones de derechos humanos, pero se deja la puerta abierta al di¨¢logo pol¨ªtico. "La UE se hace ilusiones cuando afirma que el di¨¢logo pol¨ªtico debe proseguirse. La soberan¨ªa y la dignidad de un pueblo no se discuten con nadie", dijo. Y a?adi¨®: "En Cuba encontrar¨¢n un pa¨ªs que no acata amos, ni acepta amenazas, ni pide limosnas, ni carece de valor para decir la verdad".
[Por su parte, la Comisi¨®n Europea emiti¨® ayer un comunicado en el que "lament¨®" las declaraciones de Castro, y precis¨® que no hab¨ªa recibido "ninguna comunicaci¨®n oficial" de La Habana sobre su renuncia a la ayuda de la UE, que el presidente cubano cifr¨® en 4,2 millones de d¨®lares anuales en los tres ¨²ltimos a?os. Bruselas puntualiz¨® que desde 1993, la UE ha destinado 145 millones de euros en ayuda a la isla, y subray¨® su intenci¨®n de "seguir prestando ayuda al pueblo cubano, y, en particular, a los m¨¢s necesitados", informa Efe.]
Sin duda, el discurso del s¨¢bado disip¨® los rumores sobre su mal estado de salud, regados en Miami las ¨²ltimas semanas. Castro apareci¨® risue?o y con buen semblante. Habl¨® de pie hora y media, y al terminar el acto condecor¨® a supervivientes del asalto al cuartel en 1953 y a varios expedicionarios del Granma. Ante ellos volvi¨® a hacer uso de la palabra, otra hora, y brome¨® con dejar un discurso grabado para la celebraci¨®n del 100? aniversario de la fecha patri¨®tica.
Dos hechos curiosos: por primera vez en muchos a?os, este 26 de julio Castro no dedic¨® casi tiempo a atacar a su eterno enemigo, EE UU; la estrella fue Europa. Por otro lado, el l¨ªder comunista, despu¨¦s de 44 a?os en el poder y en momentos en que su pa¨ªs se enfrenta a una grave crisis -mientras que numerosos Gobiernos e intelectuales de izquierda le han dado la espalda por el encarcelamiento de los disidentes-, no dijo una sola palabra sobre los planes de futuro de la revoluci¨®n, ni anunci¨® medida alguna para salir del actual bache econ¨®mico y pol¨ªtico como esperaban muchos cubanos. Vestido de verde oliva, Castro termin¨® su diatriba con las mismas palabras que utiliz¨® en el juicio tras el asalto al Moncada, aunque esta vez fueron dirigidas a la UE y no al r¨¦gimen de Batista: "?Condenadme, no importa! ?Los pueblos dir¨¢n la ¨²ltima palabra!".
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