Espa?a sigue lejos de la ¨¦lite
Con cinco finalistas, todos femeninos, es el d¨¦cimo pa¨ªs europeo
La alegr¨ªa con que los dirigentes de la nataci¨®n espa?ola despidieron los Mundiales de Barcelona contrasta con la frialdad de algunos datos que sit¨²an a Espa?a muy lejos de la ¨¦lite, no ya mundial, sino tambi¨¦n europea. Una simple estad¨ªstica de los finalistas en la piscina del Sant Jordi coloca a Espa?a en el d¨¦cimo lugar de la clasificaci¨®n europea, a a?os luz de las grandes potencias y amenazado por pa¨ªses de segundo orden.
Los cinco finalistas espa?oles, todos ellos femeninos, permitieron a Rafael Blanco, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Nataci¨®n (FEN) y a Carles Subirana, director t¨¦cnico, elevar el tono de sus discursos y afirmar que se hab¨ªa mejorado. Sin embargo, los dos ¨²ltimos referentes eran tan pobres que mejorarlos era relativamente f¨¢cil. Espa?a no hab¨ªa obtenido ning¨²n finalista en Perth (1998) y se qued¨® s¨®lo con cuatro, todos mujeres, en la pileta de Fukuoka en los ¨²ltimos Mundiales de 2001. Barcelona se cerr¨® con uno m¨¢s, y con el valor a?adido de la ¨²nica medalla (oro en 50 espalda) de la historia en mujeres.
Pero incluso ¨¦se es un valor cuestionable. No porque Nina Jivanevskaia no sea ahora espa?ola, sino porque la mayor parte de su formaci¨®n profesional la recibi¨® en Rusia. Cuando fue nacionalizada en 1999, hab¨ªa ganado ya una medalla de plata en los Mundiales de Roma de 1994 en los 100 metros espalda. Jivanevskaia, por otra parte, sigue siendo el valor m¨¢s firme de la nataci¨®n espa?ola en la actualidad y la ¨²nica posibilidad real de medalla. La presencia de la mallorquina Roser Vives en la final de los 200 mariposa fue el sorprendente resultado de un intenso trabajo de preparaci¨®n para Barcelona, que le permiti¨® elevar el list¨®n de su r¨¢nking anual (13?). M¨¢s l¨®gica pareci¨® la clasificaci¨®n de la madrile?a ?ngela San Juan, que lleg¨® al Sant Jordi con la sexta mejor marca del a?o en 50 metros mariposa. El relevo 4x200 libre dio un paso adelante, a pesar de mantener la quinta plaza mundialista lograda en Fukuoka, puesto que esta vez Australia y Estados Unidos no fueron descalificados.
En hombres, Espa?a no existe. Quien m¨¢s se acerc¨® a una final fue Daniel Ortega que concluy¨® en novena posici¨®n en los 50 metros espalda. Sin embargo, hubo 19 pa¨ªses que colocaron nadadores en las finales, entre ellos Grecia, Austria, Croacia, Finlandia, Polonia y Lituania. La situaci¨®n fue pareja a la que se hab¨ªa vivido en Fukuoka y en Perth. Tambi¨¦n all¨ª la sequ¨ªa fue total y absoluta.
El ¨²ltimo gran referente espa?ol hay que buscarlo en los Mundiales de Roma, en 1994, cuando Mart¨ªn L¨®pez-Zubero gan¨® el oro y la plata en los 100 y los 200 espalda. Obviando las pruebas de relevos, s¨®lo hay cuatro nadadores masculinos formados en Espa?a que hayan sido finalistas en las 10 ediciones de los Campeonatos del Mundo que se llevan disputadas: Santiago Esteva (Cali en 1975), Rafael Escalas (Guayaquil 1982), Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez y Sergi L¨®pez (Perth 1991). Los dem¨¢s, los hermanos David y Mart¨ªn L¨®pez-Zubero proced¨ªan de la escuela estadounidense y apenas hablaban espa?ol.
Desde esta perspectiva, las cosas incluso han empeorado. Ning¨²n nadador masculino espa?ol ha logrado entrar en finales mundialistas desde 1994. Y en los dos ¨²ltimos Mundiales la situaci¨®n se ha invertido por completo: s¨®lo las mujeres levantan cabeza. En gran parte, gracias a Nina Jivanevskaia.
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