Cuatro maravillas pirenaicas en Ordesa
Rutas para todos los p¨²blicos por los valles y picos del parque nacional
Un para¨ªso para los amantes de la naturaleza, la alta monta?a y el senderismo. Y al alcance de todos: deportistas, turistas convencionales y familias al completo. Un para¨ªso al que conviene acceder con informaci¨®n, un buen equipamiento y una cierta cautela para no cruzar la frontera entre el sano disfrute y el riesgo innecesario. Es el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, en el Pirineo aragon¨¦s, hacia el que confluye en verano una riada de visitantes que la vigilancia, las normas de utilizaci¨®n y una conciencia ecol¨®gica cada vez m¨¢s extendida mantienen bajo control.
Un territorio de m¨¢s de 15.600 hect¨¢reas integradas en la reserva de la biosfera Ordesa-Vi?amala y consideradas patrimonio de la humanidad por la Unesco junto con la zona lim¨ªtrofe de los Pirineos franceses, cuyo punto m¨¢s destacado se encuentra en el impresionante circo rocoso de Gavarnie, a menos de 20 kil¨®metros del otro lado de la frontera en l¨ªnea recta, pero sin ninguna carretera que lo una a Espa?a.
Ordesa y Monte Perdido constituyen tambi¨¦n un parque tem¨¢tico de la flora y la fauna pirenaicas. La primera (pinos, rododendros, hayas, orejas de oso...) es m¨¢s visible, aunque alguna especie, como la legendaria edelweiss, se resista a hacerse visible. La segunda (quebrantahuesos, chovas, rebecos, marmotas, tritones...) exige paciencia, unos buenos prism¨¢ticos y, tal vez, una visita alejada de la masificaci¨®n veraniega, cuando el parque se hace m¨¢s ¨ªntimo, m¨¢s salvaje y, por lo mismo, m¨¢s aut¨¦ntico.
1 El valle de Ordesa
Conviene tener paciencia. El recorrido del valle de Ordesa, por ejemplo, incluso por su ruta m¨¢s accesible, exige echar el d¨ªa en el empe?o. Desde hace cinco a?os est¨¢ prohibido el acceso en veh¨ªculo privado a la pradera convertida en kil¨®metro cero para la mayor¨ªa de los senderos. Hay que dejar el coche en el aparcamiento del cercano pueblo de Torla (50 c¨¦ntimos la hora), desde donde cada 15 minutos parte un autob¨²s municipal (tres euros). En julio y agosto es muy frecuente tener que esperar m¨¢s de una hora bajo un sol de injusticia o, m¨¢s raramente, bajo los efectos de una tormenta.
Una vez en la pradera, hay excursiones para todos los gustos y condiciones f¨ªsicas. A mayor dificultad, mayor retribuci¨®n. La belleza, como no pod¨ªa ser menos, se hace valer. Alguna de las rutas, como la del circo de Carriata, supone el tr¨¢nsito por un paso de clavijas fijadas a la roca prohibida por prescripci¨®n facultativa a quienes sufran de v¨¦rtigo. Otras, como la de la faja de Pelay, a la que se accede por la senda de los Cazadores, tiene fuertes desniveles y es considerada como de dificultad media.
La m¨¢s popular, y la m¨¢s f¨¢cil, recomendable incluso para ni?os y personas mayores, es la que se extiende por el fondo del valle de Ordesa, siguiendo el curso del r¨ªo Arazas. El camino, sombreado en su mayor parte, pasa por espectaculares cascadas, como las de Arripas, Estrecho, las gradas de Soaso y, al final, la impresionante Cola de Caballo, en un circo monta?oso capaz de quitar el hipo. Hay que calcular, como m¨ªnimo, tres horas para la ida (en cuesta arriba) y dos para la vuelta. Los ¨²nicos contratiempos o riesgos son los que pueden derivarse del cansancio -los a?os, los kilos...-, un calzado inadecuado (es recomendable utilizar botas de media monta?a) o la falta de equipamiento como chubasquero y pantalones de pl¨¢stico para el caso de que estalle una tormenta, que las hay terribles y acompa?adas de granizo. Por supuesto, una mochila es imprescindible, y un bast¨®n, muy recomendable.
2 El ca?¨®n de A?isclo
A¨ªnsa, donde el r¨ªo Ara se une al Cinca, y cuya plaza Mayor justifica por s¨ª sola el viaje, es un buen punto de partida para acceder a otras zonas del parque nacional. Tal vez la m¨¢s sobresaliente, una de esas obras de la naturaleza que encogen el ¨¢nimo, sea el ca?¨®n de A?isclo, que, tomando un desv¨ªo por Escalona, se recorre por una carreterita estrecha y de sentido ¨²nico, a lo largo del cauce del r¨ªo Bellos, hundido entre paredes rocosas.
Al final del recorrido, desde el aparcamiento, se abre la posibilidad de diversos paseos. Algunos de ellos s¨®lo son aptos para monta?eros experimentados y exigen hacer noche en el monte. Otros, para todos los p¨²blicos, apenas si requieren un par de horas, como el que atraviesa un puente romano, pasa por la ermita de San Urbez, desciende hasta el r¨ªo, donde hay una peque?a pero hermosa cascada, y vuelve a elevarse al otro lado, con posibilidad de desviarse a la cueva del Moro por un acceso de cierta dificultad.
3 Escua¨ªn y el r¨ªo Yaga
Las oficinas de informaci¨®n del parque nacional no faltan en los puntos de mayor inter¨¦s. Tampoco en el abandonado pueblo de Escua¨ªn, al final de una carretera de alta monta?a que deja atr¨¢s Pu¨¦rtolas y Bestu¨¦. All¨ª, tras un recorrido de apenas media hora por una ruta que incluye tres miradores sobre la garganta del r¨ªo Yaga, centenares de metros m¨¢s abajo, recomendaron un descenso hasta las fuentes del r¨ªo, por una senda natural que supuestamente no ten¨ªa p¨¦rdida, que no deb¨ªa llevar m¨¢s de 45 minutos y sobre cuyo grado de dificultad no hicieron ning¨²n comentario. Si van por all¨ª y no est¨¢n habituados al senderismo por alta monta?a, no crean todo lo que les digan. La ruta es una carrera de obst¨¢culos (que hay que superar dos veces, a la bajada y a la subida) que exige una buena condici¨®n f¨ªsica y que, en algunos puntos concretos, palabra de novato en esas lides, llega a ser peligrosa. Por no hablar de que es perfectamente posible perderse (nosotros nos perdimos) y acabar en una senda a¨²n m¨¢s complicada y supuestamente cerrada a los visitantes.
4 El valle de Pineta
M¨¢s al norte, a tiro de piedra de Francia, hay que desviarse hacia el oeste desde Bielsa, en el apacible valle de Pineta, por una carretera que corre paralela al r¨ªo Cinca, con un circo de monta?as al fondo, tal vez el m¨¢s espectacular de todo el parque nacional. Destaca entre esas cimas el gigantesco Monte Perdido (3.355 metros), tercera cumbre de los Pirineos y la mole calc¨¢rea m¨¢s elevada de Europa Occidental. Al final del recorrido, en la margen contraria a la que acoge al parador (para alojarse en ¨¦l conviene reservar con antelaci¨®n, aunque no es dif¨ªcil hallar alojamiento en Bielsa), hay una espl¨¦ndida pradera convertida en lugar de acampada gratuito.
El panorama que se contempla es de una belleza estremecedora. Es posible acercarse a¨²n m¨¢s a costa de cierto esfuerzo y alg¨²n peque?o riesgo, superable con precauciones elementales. Una ruta bastante dura es la que sube hasta el balc¨®n de la Pineta y el lago de Marbor¨¦, en unas cuatro horas (m¨¢s la vuelta). Otra m¨¢s asequible es la que conduce a los llanos de La Larri, de unas dos horas en total y que, de regreso, puede completarse con un descenso, por un camino escarpado pero bien acondicionado, que sigue los diversos escalones de una de las numerosas cascadas que puntean el circo rocoso.
GU?A PR?CTICA
Dormir
- Parador de Bielsa (974 50 10 11). Valle de Pineta s/n. Bielsa. La habitaci¨®n doble, 103,66 euros.
- Hotel Bielsa (974 50 10 08). Carretera de Francia, s/n. Bielsa. La doble con media pensi¨®n, 39,80 por persona.
- Hotel Edelweiss (974 48 61 73). Avenida de Ordesa, 1. Torla. 49 euros.
- Hotel Bellavista (974 48 61 53). Avenida de Ordesa, 6. Torla. 55 euros.
- Hotel Posada Real (974 50 09 77). Plaza Mayor, 6. A¨ªnsa. La doble, 60.
- Hotel Mingo (974 48 72 23). Carretera Francia, s/n. Escarrilla. Algo m¨¢s alejado del parque. La doble con desayuno, 70 euros.
Informaci¨®n
- Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido (974 24 33 61 y www.ordesa.com). Centro de visitantes Casa Oliv¨¢n (974 24 33 61). Oficina de Torla (974 48 64 72).
- Informaci¨®n tambi¨¦n en el apartado de parques nacionales de la p¨¢gina web del Ministerio de Medio Ambiente: www.mma.es.
- Oficinas de turismo de A¨ªnsa (974 50 07 67) y Bielsa (974 50 11 27).
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