El protocolo y los Celedones de Oro

Como corresponde, ayer fue el d¨ªa del protocolo, de los llamados actos oficiales. Vitoria celebra su festividad del 5 de agosto, la Virgen de La Blanca, como corresponde: Rosario de la Aurora, misa pontifical, puesta de largo de las cuadrillas de blusas, recepci¨®n solemne en el Ayuntamiento e inicio de la feria taurina. S¨®lo los Celedones de Oro, el reconocimiento por excelencia de la capital alavesa desde 1962, gozan de protagonismo durante esta jornada.

El Rosario de la Aurora es la expresi¨®n p¨²blica m¨¢s querida por sus organizadores, los 3.500 miembros de la Cofrad¨ªa de la Virgen Blanca, fundada en 1613. Por sus organizadores y por los vitorianos de toda la vida, que consideran este acto religioso de las siete de la ma?ana (al que le siguen el tradicional chocolate con churros) como el mejor momento de todas las fiestas.

Despu¨¦s del desayuno, la misa en la iglesia de San Miguel, a la que sigue un paseo por la ciudad, que ya ve c¨®mo las 29 cuadrillas de blusas (2.000 juerguistas en potencia) no se arredran ante estos calores y salen con la indumentaria oficial: camisa y blusa de cuadros, pantal¨®n de mah¨®n, calcetines de lana y abarcas. Todo un est¨ªmulo para la lipotimia.

Mientras la animaci¨®n va cogiendo tono, lleg¨® la recepci¨®n del alcalde, a la una de la tarde, con la ausencia sin precedentes del lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe. Quienes s¨ª acudieron a la cita, fueron los consejeros Javier Balza y Gonzalo S¨¢enz de Samaniego, el diputado general de ?lava, Ram¨®n Rabanera, y el delegado del Gobierno, Enrique Villar, quien atendi¨® con disposici¨®n marcial el Agur Jaunak que le interpretaron los txistularis municipales.

Y entre las decenas de invitados no faltaba Javier Cameno, uno de los impulsores de la Semana Coral de ?lava y flamante Celed¨®n de Oro de este a?o, junto con la veterana periodista de Radio Vitoria Mar¨ªa ?ngeles Cobas, quien ha preferido para estos d¨ªas la tranquilidad de una casa rural en Extremadura.

Javier Cameno representaba ayer el ¨²ltimo apunte de una estirpe de 62 protagonistas vitorianos que se remonta a 1962, cuando el entonces gobernador civil, Claudio Colomer, decidi¨® sacar adelante este reconocimiento a la persona o instituci¨®n que ten¨ªa un papel relevante en las fiestas. Desde 1978, las bases del Celed¨®n de Oro se ampl¨ªan para premiar a quien haya destacado en la vida cotidiana de la ciudad. Y en 1996, deja de otorgarlo el Ayuntamiento, para pasar la decisi¨®n a manos de los antiguos galardonados.

El programa oficial de fiestas de este a?o realiza un recorrido por todos aquellos personajes que forman parte de esta curiosa n¨®mina, que se abri¨® con Manuel Ben¨ªtez, El Cordob¨¦s, verdadero motor de las fiestas taurinas de su tiempo. Le siguieron los blusas, el simpatico Pedro S¨¢enz, El Sopo; el humorista local Ram¨®n Jim¨¦nez, Zape, el cronista de la ciudad Venancio del Val o el director de la Coral Iradier, Emilio Ipinza, entre muchos otros.

Pero Vitoria fue creciendo, y estos personajes se diluyeron en el anonimato de la ciudad. Tanto que los actos oficiales han prescindido de su presencia expresa.