C¨¢lida acogida a Crist¨®bal Halffter en Salzburgo
El festival estren¨® el lunes, por primera vez en su historia, una obra orquestal de un compositor espa?ol. 'Adagio en forma de rond¨®' fue interpretada por la Filarm¨®nica de Viena.
Crist¨®bal Halffter (1930) ha sido durante 24 m¨¢gicas horas la imagen musical de Espa?a en el mundo. Musical, e incluso cultural. Su fotograf¨ªa y la primera p¨¢gina de su nueva partitura estaban en un lugar de honor en los cotizados escaparates salzburgueses de la editora Universal de Viena, junto a otras de Berio, Boulez, Rihm y Stockhausen. La librer¨ªa H?llrighl, la m¨¢s emblem¨¢tica de la ciudad, coloc¨® tambi¨¦n, en su vitrina m¨¢s preciada, una bandera espa?ola, con una selecci¨®n de libros de P¨¦rez-Reverte, Maruja Torres, Carme Riera, ?ngeles Caso, Rosa Montero, Marcela Serrano y Alicia Gim¨¦nez, entre otros. En idioma original, adem¨¢s. No es que la presencia de espa?oles en Salzburgo sea mayoritaria -un 0,9% del total de espectadores-, pero se respira estos d¨ªas una actitud especialmente comprensiva hacia todo lo que viene de Espa?a. Halffter en funciones de compositor-embajador ha vivido con intimidad con su familia m¨¢s directa una de las noches m¨¢s hermosas de toda su carrera profesional. Ning¨²n responsable institucional, ni siquiera del Ministerio de Cultura, se ha desplazado a Salzburgo para acompa?arle en un d¨ªa tan significativo. ?Indiferencia? ?Desprecio hacia la creaci¨®n musical? De verdad, no lo entiendo.
Peter Ruzicka, director del Festival de Salzburgo, ha vuelto a demostrar (como hace a?os en la Bienal de M¨²nich encargando una ¨®pera a Mauricio Sotelo) su conocimiento de los compositores espa?oles demandando un t¨ªtulo orquestal a Crist¨®bal Halffter, que se mueve como pez en el agua -sin ataduras, sin condicionamientos- en el territorio sinf¨®nico. Su obra presentada en Salzburgo es magn¨ªfica y participa del juego formal entre un adagio permanente, que tiene algo de lamento o de planto por las v¨ªctimas de la violencia (la obra es una respuesta en m¨²sica a los tr¨¢gicos acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York), y un rond¨® que aparece y desaparece, nada caprichosamente, para crear atractivos y sugerentes contrastes. La intensidad emotiva de la cuerda de la Filarm¨®nica de Viena es determinante en el proceso de fascinaci¨®n. Las l¨ªneas mel¨®dicas se superponen en una sensaci¨®n compacta de sonido envolvente y, en cierto modo, polif¨®nico. El lenguaje de Halffter es comunicativo a su manera, dentro de un cosmopolitismo refinado y complejo. El car¨¢cter reflexivo, meditativo, se impone al margen de la an¨¦cdota.
Dec¨ªa Danilo Kis en 1985 que "la realidad hay que deformarla, retorcerla un poco, para descubrir nuevas dimensiones de tiempo y de espacio". Halffter, m¨¢s que descubrir nuevas dimensiones, las crea desde el pensamiento sonoro. Sus utop¨ªas no s¨¦ si ser¨¢n alcanzables, pero al menos son necesarias en estos tiempos de incertidumbres y contradicciones.
La Filarm¨®nica de Viena estuvo superlativa. Interpret¨® tambi¨¦n a Beethoven (con el brillante pianista Kissin en el Concierto n¨²mero 3) y a Chaikovski (una estremecedora Quinta sinfon¨ªa). El director musical Semyon Bychkov demostr¨® sobradamente su versatilidad en este despliegue de ¨¦pocas. El ¨¦xito fue in crescendo. En cualquier caso, las ilustres compa?¨ªas no sobresaltaron a Crist¨®bal Halffter. Sab¨ªa perfectamente que hab¨ªa tocado la gloria y viv¨ªa el ¨¦xito tan anonadado como interiormente exultante.
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