Una d¨¦cada de batallas
Microsoft se ha convertido en un expediente infinito. El primer caso abierto por el regulador europeo de la Competencia data de 1991, y se concentr¨® en las condiciones que impon¨ªa Microsoft a los fabricantes de ordenadores para concederles las licencias de instalaci¨®n del sistema operativo Windows. Bill Gates acab¨® por modificar sus pr¨¢cticas.
En 1997 se abri¨® otro frente; esta vez, contra su navegador Internet Explorer, incluido en el sistema operativo Windows 95. El problema se sald¨® dos a?os despu¨¦s, con una nueva versi¨®n del programa.
Con el Windows 98 surgieron de nuevo denuncias de los competidores de Microsfot, con la eterna acusaci¨®n de que realizaba pr¨¢cticas comerciales abusivas aprovechando su poder en el mercado. Lo mismo ocurri¨® con el Windows 2000, con un nuevo expediente que se deriv¨® de las alegaciones presentadas contra la versi¨®n anterior (98) por Sun Microsystems. En agosto de 2000 se formaliz¨® la investigaci¨®n sobre el control de Windows sobre los servidores de red. Dos a?os despu¨¦s el expediente se ampli¨® al programa Media Player. De ah¨ª la advertencia de Bruselas de ayer.
Pero a¨²n hay, en paralelo, otro frente abierto. Una investigaci¨®n trata de determinar si la versi¨®n Windows XP le permite dominar de forma "abrumadora" e "ilegal" el mercado de los sistemas operativos, de acuerdo con la denuncia presentada por la asociaci¨®n de empresas de inform¨¢tica y telecomunicaciones (CCIA).
En paralelo, en Estado Unidos, Microsoft logr¨® cerrar en noviembre pasado un acuerdo con la justicia estadounidense para poner fin a su demanda de monopolio. El pacto permite a los rivales acceder a algunos elementos clave del lenguaje de programaci¨®n del sistema Windows (el c¨®digo fuente). El programa operativo Windows est¨¢ presente en el 95% de los PC de todo el mundo, lo que da una muestra de su poder.
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