Echenique: "Hay que vender San Sebasti¨¢n como marca cultural ¨²nica"
Jos¨¦ Antonio Echenique (M¨¦xico DF, 1951) cumple este a?o cinco lustros al frente de la Quincena donostiarra, el festival musical m¨¢s veterano de los que se celebran en Espa?a.
Pregunta. Veinticinco a?os al frente de la Quincena. ?Cu¨¢l fue su formaci¨®n como m¨²sico?
Respuesta. Yo estudi¨¦ en Lec¨¢roz, donde hab¨ªa veneraci¨®n por el Padre Donostia y una gran influencia de la m¨²sica francesa. A los 14 a?os viaj¨¢bamos ya a Par¨ªs y a esa edad v¨ª por primera vez una Carmen de Bizet gratuita un 14 de julio. En el colegio, y despu¨¦s en la Universidad de Deusto, me estren¨¦ como organizador de audiciones. Tambi¨¦n ten¨ªa amigos en el Orfe¨®n Donostiarra y gracias a ellos actu¨¦ como figurante en la Quincena, en 1970, en una Boh¨¨me en la que, por cierto, cant¨® Pavarotti. Con veinte a?os empec¨¦ a ir a Salzsburgo.
"Hoy se producen en el Kursaal silencios impresionantes, momentos que son el mejor aplauso"
P. A los 28 a?os dirige el festival musical m¨¢s veterano de Espa?a; fue un precoz.
R. En 1978 hubo una fuerte controversia p¨²blica en la que se cuestion¨® la Quincena. La izquierda la tachaba de elitista y minoritaria y el nacionalismo de estar a espaldas del pa¨ªs. El gestor del teatro, Paco Ferrer, decidi¨® en verano de 1979 que abandonaba y se rescat¨® gracias al apoyo de Jes¨²s Aguirre, entonces director general de M¨²sica. Tras una asamblea de las fuerzas musicales de la ciudad, me ofrecieron dirigir un ciclo de Navidad y hasta hoy.
P. Ha ido imprimiendo car¨¢cter de espect¨¢culo propio a la programaci¨®n de la Quincena. ?C¨®mo ve esa evoluci¨®n?
R. Mi corta experiencia al comienzo ten¨ªa poco que ver con lo que exig¨ªa la Quincena por su tradici¨®n, su historia y su compromiso social, y as¨ª los primeros a?os fueron de aprendizaje. Pero hac¨ªa un seguimiento detallado de los festivales europeos. Este conocimiento me permiti¨® dar el salto a un proyecto con impronta propia en 1989. Era el a?o del cincuentenario y las instituciones se comprometieron a dotar de recursos a la Quincena, con continuidad.
P. ?En qu¨¦ proporci¨®n ofrecen ahora una programaci¨®n propia frente a la contratada?
R. Las tourne¨¦s de artistas extranjeros que venden un proyecto que nosotros aprovechamos suponen un tercio de la programaci¨®n. El resto, son ideas que nosotros buscamos y programamos, como las sinfon¨ªas de Mahler o la integral de los conciertos completos para piano y orquesta de Mozart. Desde 1987 producimos una ¨®pera, algo que hab¨ªa desaparecido en 1970. Las producciones propias las hemos iniciado tarde por razones econ¨®micas.
P. ?Cu¨¢l ha sido la evoluci¨®n del p¨²blico en estos a?os?
R. Hace veinte a?os nos preguntaban qu¨¦ qui¨¦n ven¨ªa a la Quincena. Ahora nos interrogan en torno a qu¨¦ va a girar el festival. Tambi¨¦n se nota un gran cambio en su actitud ante el int¨¦rprete. Hoy se producen en el Kursaal unos silencios de concentraci¨®n impresionantes, momentos m¨¢gicos que, siempre digo, son el mejor aplauso.
P. ?Qu¨¦ relaciones tienen con los festivales europeos y c¨®mo ven ¨¦stos a la Quincena?
R. Los grandes festivales con proyecci¨®n internacional y gran reclamo est¨¢n hechos para la gente de fuera y mueven presupuestos de decenas de millones frente a nuestros modestos 2.700.000 euros. Pero, a¨²n siendo dom¨¦stico, tenemos prestigio en las agencias art¨ªsticas por ser rigurosos y cumplir los compromisos. Adem¨¢s, los int¨¦rpretes quedan prendados de la ciudad y son nuestros mejores y m¨¢s eficaces agentes.
P. ?No est¨¢ tentado a dar el salto a la internacionalizaci¨®n?
R. Me encantar¨ªa. Pero para tener gancho internacional y publicidad hacen falta recursos para hacer un programa atractivo y, adem¨¢s de millones de presupuesto, ser¨ªa necesario vender la ciudad como marca cultural ¨²nica con todos sus festivales.
P. Cada vez m¨¢s j¨®venes eligen actualmente en Euskadi la m¨²sica como su profesi¨®n.
R. En la mitad de los conciertos de la Quincena hay alguien de casa, sean orquestas solistas o coros; eso explica la diversidad del programa y nos distingue de otros festivales, como el de Granada o Santander.
P. Un cr¨ªtico ha dicho que la Quincena es el festival que tiene un presupuesto m¨¢s eficaz. ?Cu¨¢l es su receta?
R. En ser una persona fr¨ªa. Un vicio en que incurrimos los directores es aceptar las exigencias de los divos. Nosotros les discutimos, abaratamos, dialogamos con ellos para modificar el programa y las condiciones y obtenemos resultados.
P. ?Cu¨¢l es el reto pendiente de la Quincena?
R. El reto a corto plazo es contar con el Victoria Eugenia.Nos exigir¨¢ ampliar los recursos en un mill¨®n de euros, pero nos permitir¨¢ dar m¨¢s presencia al mundo de la danza y quiz¨¢s incorporar las artes esc¨¦nicas, los musicales. Estamos ilusionados en realizar el maridaje de las dos orillas del Urumea.
La academia de la London Symphony
Jos¨¦ Antonio Echenique confirma su entusiasmo por uno de los proyectos con mayor futuro que tiene ante s¨ª la Quincena Musical donostiarra. Tres a?os de conversaciones han han hecho falta para conseguir que la London Symphony designe San Sebasti¨¢n como sede de una academia de verano anual que la prestigiosa formaci¨®n brit¨¢nica desea establecer con motivo de cumplir, en 2004, el centenario de su fundaci¨®n. La iniciativa tiene el precedente de la que organiz¨® la Sinf¨®nica de Boston en los a?os treinta en Tanglewood (Estados Unidos).
La academia de verano reunir¨ªa durante tres semanas en San Sebasti¨¢n a un centenar o m¨¢s de alumnos, seleccionados en todo el mundo por la London Symphony, a los que los primeros atriles de esta orquesta impartir¨ªan sus clases magistrales en cada una de las especialidades. Durante ese tiempo trabajar¨ªan en contacto con la ciudad y formar¨ªan una orquesta joven. "Los j¨®venes alumnos inundar¨¢n San Sebasti¨¢n y todo el Pa¨ªs Vasco formando agrupaciones de c¨¢mara con los profesores. Ser¨¢ un gran encuentro en torno a la m¨²sica y un proyecto que enriquecer¨¢ a la Joven Orquesta de Euskadi", afirma Echenique. S¨®lo falta para cerrar el proyecto encontar entidades patrocinadoras del presupuesto que, seg¨²n el acuerdo, pagar¨¢n al 50% la orquesta brit¨¢nica y la propia Quincena.
Echenique sabe que tiene ante s¨ª un proyecto decisivo para singularizar su festival en relaci¨®n con los dem¨¢s y otorgarle la impronta internacional que persigue.
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