Pinchazo del pelot¨®n
Flecha, ganador de una etapa en el Tour, y los ciclistas del ibanesto.com y la ONCE, angustiados al desaparecer sus equipos
"No me cuadra que en Espa?a, la segunda potencia ciclista, el segundo pa¨ªs con m¨¢s representantes en el ¨²ltimo Tour, haya tan pocos equipos. Todos hablan del dopaje como la causa de las empresas para no invertir en este deporte. Incluso la prensa hace hincapi¨¦ en ello. Pero no se puede atribuir la crisis a ese argumento. Hay m¨¢s: asuntos pol¨ªticos en los que no voy a entrar".
Juan Antonio Flecha, del ibanesto.com, ganador en Toulouse en la reciente carrera francesa, no disimula su indignaci¨®n. Como ¨¦l, otros 42 corredores, los de su conjunto y el ONCE, los que se retiraran del pedaleo, aguardan el final del curso con congoja. Puede que sigan en la misma estructura con otro nombre gracias a la aparici¨®n de un nuevo patrocinador, puede que deban emigrar o puede que se vean obligados a colgar la bicicleta en el garaje. Ante semejante incertidumbre, los hay irascibles, como Flecha, y los hay comedidos, como ?lvaro Gonz¨¢lez de Galdeano: "Esto es un ciclo que ha llegado al final. Es algo que sab¨ªamos, aunque es imposible no sentir tristeza al recibir la noticia".
"Todos hablan del dopaje como la causa de las firmas para no invertir. Pero hay m¨¢s asuntos"
Pocas veces el ciclismo espa?ol hab¨ªa experimentado la ebullici¨®n de tantos buenos profesionales. Iban Mayo, Flecha, Carlos Sastre y Pablo Lastras ganaron una etapa del pasado Tour. Pero las escuadras desaparecen. "Existe cierta obsesi¨®n por hurgar en lo mal que est¨¢ el ciclismo no s¨®lo en t¨¦rminos econ¨®micos", advierte Flecha. Sin ir m¨¢s lejos, este semana ha saltado un nuevo caso de dopaje: el de Javier Pascual Llorente, del Kelme, por EPO. Pero Flecha sigue empe?ado en aportar m¨¢s motivos: "?Por qu¨¦ en TVE interrumpi¨® la ascensi¨®n al Galibier, que no es un puerto cualquiera, para retransmitir otro evento menos importante?".
"Nos estamos hundiendo", asegura Marcos Serrano, del ONCE, "y los primeros en ahogarnos seremos los ciclistas. Y no s¨®lo los profesionales, sino tambi¨¦n los aficionados. ?Alguien se cree que un chaval decida ser corredor en esta situaci¨®n? Si ya ponen muchas pegas por el peligro del tr¨¢fico, los padres tienen ahora m¨¢s argumentos para convencerles de que lo dejen". El vencedor de la Vuelta a Galicia en 1999 quiere correr "unos a?os m¨¢s", pero no lo tiene claro: "Tengo mujer e hijos. Sinceramente, no ser¨ªa agradable engrosar la lista del paro".
Una opci¨®n es salir fuera, como tantos otros. ?scar Freire, Juan Manuel G¨¢rate, Igor Astarloa o ??igo Chaurreau son algunos de renombre enrolados en firmas extranjeras. El n¨²mero amenaza con incrementarse. Basta revisar las plantillas de los cuadros portugueses, saturados de espa?oles de segunda fila que necesitan comer. A ninguno le hace gracia la posibilidad del ¨¦xodo. "Ser¨ªa una elecci¨®n muy dif¨ªcil", comenta Gonz¨¢lez de Galdeano. "Es muy triste irse a otro pa¨ªs", apunta Chente Garc¨ªa Acosta. "Hay muchos problemas: el idioma, la forma de correr, el car¨¢cter...", sostiene Flecha.
Uno de los que apost¨® por el riesgo fue G¨¢rate, del Lampre, italiano. No le ha ido mal: "La adaptaci¨®n es lenta. Yo llegu¨¦ con el lastre idiom¨¢tico. Pero, como ellos son parecidos a nosotros al plantear la competici¨®n, todo ha salido bien". Pero G¨¢rate s¨ª es pesimista al abordar las posibles soluciones. "El remedio pasa por la uni¨®n de los corredores, algo casi imposible hoy. Recuerdo que en un Giro de Italia varios se negaron a correr por los casos de dopaje. Pero otros no les siguieron, Ante la presi¨®n de los patrocinadores por volver a la carrera, uno incluso dijo: "Me da igual, ya tengo equipo". ?l ganaba 15 carreras al a?o y no iba a tener problemas. Pero... ?el resto, qu¨¦?".
Flecha tambi¨¦n aboga por la concordia, pero no la encuentra por ning¨²n lado: "Es inadmisible que algunos digan que ya han tenido contacto con otras escuadras. El que lo dice no va a tener problemas porque gana muchas pruebas, pero... ?los dem¨¢s? Eso es una falta de respeto".
Ah¨ª reside la obsesi¨®n de quienes saben que, al acabar la temporada, se abrir¨¢ un agujero de dudas y ansiedad. Serrano, ya en la treintena, dice con aflicci¨®n que muchos, a esa edad, no pasan la criba de un nuevo contrato. "Yo quiero seguir pese a mis 31 a?os. No estoy cansado. Tengo ganas de correr. Me fastidiar¨ªa quedarme fuera", corrobora Garc¨ªa Acosta.
Aunque los componentes del ONCE y el ibanesto.com no quieren perder la esperanza, el mero hecho de adivinar el porvenir les produce zozobra. Gonz¨¢lez de Galdeano concluye: "No hay que desanimarse. S¨®lo me vendr¨¦ abajo cuando no tenga sitio".
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