"La almohada no enga?a"
Pep Guardiola (Santpedor, Barcelona, 1971) es una met¨¢fora del Bar?a. Dej¨® su disciplina en 2001, ya no pod¨ªa m¨¢s. Jug¨® en el Brescia y en la Roma, en Italia, y se someti¨® a la prueba electoral, con Lluis Bassat, "un hombre fuera de serie", en cuya directiva iba a ser director deportivo. Perdi¨®. No se arrepiente de haber competido. "Ahora son otros los legitimados para hablar sobre el futuro del Bar?a. Ganaron ellos". No se deja someter, ni en la vida ni en el f¨²tbol, por los espejismos. "La almohada no enga?a", dice.
Pregunta. Dijo un d¨ªa: "Me ir¨¦, vendr¨¢ otro y se olvidar¨¢n".?Se han olvidado de usted? ?Se ha olvidado usted del Bar?a?
Respuesta. A m¨ª me es imposible olvidar al Bar?a. Es parte de mi educaci¨®n y parte de gratitud. Debo mucho a la instituci¨®n. Yo he estado desde los 13 a?os ah¨ª. Vine sin un pelo en el cuerpo, como un ni?o, y me fui siendo padre. Pero claro que se olvidan de uno. Cuando alguien se va, quedan otros protagonistas. Si te vas, te has ido. Se acaba una etapa. Acabas.
"Los directivos han hipotecado a sus equipos hasta las narices para seguir perpetu¨¢ndose en sus sitios"
"No me gusta la gente que tiene s¨®lo certezas. Soy m¨¢s bien esc¨¦ptico. Me quiero a m¨ª mismo pero dudo mucho de m¨ª"
P. El d¨ªa en que se despidi¨® del Bar?a gesticulaba, presionaba al ¨¢rbitro y a los contrarios. ??se era el Guardiola de verdad, o ese d¨ªa estuvo especialmente parlanch¨ªn?
R. Tengo otras im¨¢genes m¨¢s vivas, viv¨ªa un ¨²ltimo partido. Jugu¨¦ con ganas de acabar. Un partido no es como una obra de teatro, no te vale la experiencia, cambia todo mucho en el escenario, depende de tu estado de ¨¢nimo, de un mont¨®n de matices. Si fuera por la experiencia, despu¨¦s de 400 partidos en el Bar?a tendr¨ªa que haber jugado de manera maravillosa. La experiencia no es lo que has vivido, es lo que has reflexionado. Y ese ¨²ltimo partido fue bastante mediocre, as¨ª que no tuvo que ver mi actuaci¨®n con la supuesta solemnidad del momento.
P. Usted es muy autocr¨ªtico.
R. No, simplemente dudo. No me gusta la gente que tiene s¨®lo certezas. Soy m¨¢s bien esc¨¦ptico. Me quiero a m¨ª mismo, pero dudo mucho de m¨ª. Y creo que es una manera cojonuda de vivir.
P. ?Qu¨¦ es de lo que ha dudado m¨¢s en este tiempo que lleva fuera de Espa?a?
R. Este tiempo me ha ayudado a aprender. A vivir en un pa¨ªs nuevo, a aprender una nueva cultura. Que puedes ser tan feliz en un equipo grande como en un equipo peque?o... Uno lo que busca al fin y al cabo es la felicidad. Es sentirse bien con uno mismo. Al fin y al cabo, todos vamos a dormir tarde o temprano con nuestra cabeza en la almohada, y all¨ª no nos enga?amos.
P. ?Cu¨¢les siguen siendo sus certezas?
R. Italia me ha cambiado un poco, me ha dado matices que me han ayudado a crecer futbol¨ªsticamente. Tuve certezas de gente que s¨ª son gente de verdad. Gente que vive como dice que viven, y no es f¨¢cil encontrar ese tipo de gente. Y certezas: tengo certeza de mi amor hacia mis hijos, a mis padres, a mis abuelos, a mi compa?era. Estas certezas sobre las cosas que te hacen ser quien eres...
P. ?Y qu¨¦ matiz le dio Italia?
R. Me dio la medida de mis fuerzas futbol¨ªsticas. En Roma me ped¨ªan cosas que yo no pod¨ªa dar, porque tengo limitaciones f¨ªsicas que me imped¨ªan cumplir con aquellas exigencias. Y prefer¨ª volver a un club que me pagara menos pero en el que yo pudiera sentirme m¨¢s c¨®modo, m¨¢s yo mismo, en vez de continuar dos a?os y ganar much¨ªsimo dinero en el otro equipo. Para m¨ª el dinero ha sido siempre una consecuencia y no un fin. Nunca podr¨¦ estar en un sitio donde no me halle feliz o donde me aburra. Lo que me mueve es el entusiasmo por las cosas o por las ideas, sean ¨¦stas equivocadas o no. Y, si no hay eso, no me muevo. Prefiero quedarme en casa, ir a jugar al golf.
P. ?Por qu¨¦ se fue usted del Bar?a?
R. Porque no pod¨ªa m¨¢s.
P. ?Qu¨¦ pas¨®?
R. Estaba cansado. Mi cabeza no daba para m¨¢s. El entorno. La misma gente. Necesitaba ver cosas nuevas, refrescarme mentalmente. Por m¨ª yo habr¨ªa continuado, porque el presidente Gaspart me hac¨ªa un contrato maravilloso para poder continuar. Pero habr¨ªa sido perjudicial para m¨ª, sobre todo porque no hubiera dado lo mejor de m¨ª mismo. Simplemente no pod¨ªa m¨¢s. Necesitaba regenerarme y¨¦ndome. Simplemente y¨¦ndome.
P. ?Hubo un momento en que dijo basta? ?Hubo un detalle?
R. No. Fue una serie de circunstancias que poco a poco fueron degenerando y degenerando. Y que no me sent¨ªa vivo. Recuerdo que, despu¨¦s de estar cinco, seis, siete a?os, cuando bajaba las escaleras para ir a entrenar, a¨²n sent¨ªa la satisfacci¨®n de ser jugador del Barcelona. Y eso me produc¨ªa una cosa interna inexplicable. M¨¢s que ganar la Liga, que ganar la Copa de Europa, que s¨®lo he ganado una vez..., el bajar ah¨ª y sentirme jugador de esa instituci¨®n, de ese club que ya amaba de peque?o, para m¨ª eso significaba lo m¨¢s de lo m¨¢s. El d¨ªa que ya no sent¨ª eso me dije ya no puedo m¨¢s.
P. Pero, ?no hubo un instante? Por ejemplo, cuando ocurri¨® lo de Figo, ?qu¨¦ sensaci¨®n se le qued¨® en el cuerpo?
R. De nostalgia. De much¨ªsima tristeza. Porque yo quiero mucho a Figo. Lo quiero desde la parte humana y desde la parte barcelonista. Y desde la parte barcelonista no pod¨ªa entender que se fuera al Madrid. Pero luego entiendes que ¨¦l no tiene por qu¨¦ entender la parte barcelonista, porque ¨¦l no es parte de esto... Pero me dol¨ªa porque durante muchos a?os lo tuve junto a la taquilla, en el vestuario, y lo perd¨ª... Pero pas¨® otras veces. Cuando se fue Zubizarreta llor¨¦ desconsoladamente. Entiendo cuando la edad te separa, pero, cuando puedes seguir jugando juntos, esa desuni¨®n te hiela la sangre... Esa sensaci¨®n me dio la marcha de Figo.
P. ?Cree que ten¨ªa razones para irse?
R. Las suyas. Yo recuerdo que le habl¨¦ mucho para intentar convencerle. Luego pens¨¦ que me hab¨ªa equivocado, esas decisiones se tienen que tomar a solas. Mi funci¨®n no era intoxicar, sino intentar hacerle ver lo que yo ve¨ªa. Me consta que ha sido feliz en Madrid. Y esto es lo mejor que puedo esperar.
P. ?Esperaba la reacci¨®n aquella del d¨ªa del cochinillo?
R. La indiferencia a Figo no hubiera provocado lo del cochinillo. Se le amaba tanto, tanto, que por eso se produjo aquella reacci¨®n cuando vino de blanco al Nou Camp. Si no hubiera sido as¨ª, si hubiera sido indiferente, hubiera pasado como ocurri¨® con otros.
P. ?Cu¨¢l es su cr¨ªtica de la gesti¨®n del f¨²tbol espa?ol en los ¨²ltimos tiempos?
R. Los directivos han hipotecado a sus equipos hasta las narices, para seguir perpetu¨¢ndose en sus sitios. Y se olvidan de los futbolistas. Detr¨¢s de la camiseta hay un ser humano. Y es ah¨ª donde hay que incidir, porque el futbolista tiene miedos, tiene dudas. Por muchos miles de millones que gane, el futbolista tiene sus propias dudas y sus miedos. Y es ah¨ª donde hay que trabajar para sacar el mayor rendimiento. En Espa?a los directivos han pensado que gastando m¨¢s iban a conseguir mejor rendimiento.
P. Pues ¨²ltimamente el futbolista parece una mercanc¨ªa que se compra y se vende...
R. Y probablemente nosotros los futbolistas hemos jugado a este juego. Los futbolistas y sus representantes hemos jugado a este juego. En el futbolista se junta a la persona a su personaje, y es muy dif¨ªcil deslindarlo. A m¨ª me ha pasado. Es muy dif¨ªcil poner al personaje a un lado, porque ¨¦ste es un mundo medi¨¢tico en el que todo se mezcla... Ahora parece que lo ¨²nico que sirve es lo medi¨¢tico... Antes habl¨¢bamos del carisma. Ahora es lo medi¨¢tico. ?Y qu¨¦ hay detr¨¢s si rascas? Somos medi¨¢ticos si jugamos bien, si jugamos mal no venderemos camisetas. ?se es el fondo de todo.
LUCHADOR
Guardiola est¨¢ moreno, plet¨®rico, es feliz. Perdi¨® las elecciones, con Lluis Bassat, un hombre al que admira. Con ¨¦l iba a ser director deportivo. Ganaron otros: no interfiere; lo har¨¢n bien, as¨ª lo desea. ?l espera, aun no sabe si seguir¨¢ en el campo. Pero est¨¢ feliz. Ya no lee tanto. No hay tiempo. Italia le ha cambiado, le ha dado perspectiva, ya no tiene, dice, tanto al Bar?a en la cabeza. Y ha reflexionado sobre la derrota y el fracaso. "He vivido derrotas en las que me he sentido m¨¢s orgulloso de m¨ª mismo y de mi equipo que en muchas victorias: el amor al juego, ir hasta el final, la lucha... El ¨¦xito es tan ef¨ªmero, tan ef¨ªmero, lo que vale de veras es la lucha. Ganas y al d¨ªa siguiente te exigen que ganes otra vez". Con respecto al fracaso: "He cambiado mi opini¨®n. En principio era no ganar, no estar a la altura. El hecho de no ganar no es un fracaso; a m¨ª lo que me interesa es el camino que te lleva a ganar... Te dicen que la vida de un futbolista es corta, tiene que ganar dinero... pero es que despu¨¦s de la vida del futbolista hay m¨¢s vida, y se pueden seguir haciendo cosas... No es que uno deje el f¨²tbol y ya no vaya a ser feliz". ?Y lo dejar¨¢? "Si me entusiasma algo, seguir¨¦. Tengo que encontrar algo que me mueva. Y si no, pues me las ver¨¦ venir".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.