Aznar quiere que su sucesor base la campa?a de 2004 en la situaci¨®n del Pa¨ªs Vasco

El PP y el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, est¨¢n decididos a que el Pa¨ªs Vasco y la manera de hacer frente al plan del lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, se conviertan en el elemento m¨¢s importante de la campa?a electoral para marzo de 2004, a nivel nacional. El candidato que resulte elegido el pr¨®ximo mes de septiembre tendr¨¢ que asumir ese compromiso sin dudar. "El plan de Ibarretxe no llegar¨¢ a las Cortes en esta legislatura, pero ser¨¢ el punto b¨¢sico de nuestra campa?a en toda Espa?a", anuncia uno de los dirigentes que participa habitualmente en las reuniones de estrategia del PP.

Atr¨¢s han quedado las dudas del ministro de Fomento y ex secretario general del PP, Francisco ?lvarez Cascos, sobre la inconveniencia de provocar un enfrentamiento radical con el PNV, cerrando los canales de comunicaci¨®n con el nacionalismo vasco, y las peticiones de moderaci¨®n en el lenguaje que manda, cada vez que puede, el diputado general de ?lava, Ram¨®n Rabanera.

Muchos recuerdan en el PP que fue Rajoy quien negoci¨® el pacto de las autonom¨ªas de 1992

La decisi¨®n de considerar el tema de la unidad de Espa?a y la cohesi¨®n territorial como un elemento que pod¨ªa ser utilizado en la lucha pol¨ªtica con el PSOE fue analizada al inicio de la presente legislatura por los dirigentes del PP, y ahora est¨¢n decididos a darle un nuevo impulso. Ya entonces, Aznar descart¨® las dudas de quienes tem¨ªan que una campa?a de este tipo pudiera terminar creando un sentimiento ingobernable o propiciara la aparici¨®n de un movimiento de ultraderecha en alg¨²n rinc¨®n de Espa?a.

Y Aznar es de nuevo, seg¨²n testimonios de personas pr¨®ximas a La Moncloa, quien est¨¢ m¨¢s decidido a "marcar" con el tema vasco la campa?a de 2004. Sea quien sea quien le suceda, en el PP nadie parece tener dudas de que el candidato tendr¨¢ que abrazar decididamente el compromiso que le imponga Aznar en ese sentido. La dureza del presidente del Gobierno se plasma incluso en un lenguaje muy agresivo, que quiere ver traducido en boca de su heredero.

"?se no es un tema que pueda quedar comprendido dentro de la autonom¨ªa personal del nuevo candidato", asegura, con cierta sequedad, un destacado dirigente provincial. Para este pol¨ªtico, el sucesor de Aznar en el PP podr¨¢ tener iniciativa en muchos campos, menos en el de Euskadi. "En ese cap¨ªtulo, tendr¨¢ que seguir al pie de la letra lo que va a quedar claro durante esta campa?a", mantiene.

"Nosotros interpretamos que el desarrollo auton¨®mico ya est¨¢ completado y que existe un modelo cerrado. Estamos seguros de que ahora, con el desaf¨ªo lanzado por Ibarretxe, el asunto se ha convertido todav¨ªa en m¨¢s importante, el ¨²nico problema que tiene Espa?a, y queremos que est¨¦ presente en la campa?a electoral", explica, con m¨¢s suavidad, otro dirigente del PP.

Los populares aseguran que sigue siendo v¨¢lido el pacto firmado en 1992 entre Felipe Gonz¨¢lez (entonces presidente del Gobierno) y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar (en la oposici¨®n) sobre el desarrollo del Estado de las Autonom¨ªas. Y muchos recuerdan que ese pacto fue negociado precisamente por Mariano Rajoy, uno de los posibles herederos de Aznar como candidato a presidente del Gobierno en 2004. "Si el tema vasco va a ser el punto n¨²mero uno en marzo de 2004", comenta un dirigente auton¨®mico, "Rajoy tendr¨¢ un papel muy relevante".

Los analistas populares est¨¢n adem¨¢s convencidos de que una campa?a de este tipo puede hacer da?o a los socialistas, atrapados entre su necesidad de despegarse del PP y su dificultad para transmitir una imagen de firmeza frente al PNV, especialmente en un escenario en el que los populares est¨¦n permanentemente "al ataque".

"La debilidad de Rodr¨ªguez Zapatero y la falta de coherencia de su programa ser¨¢ una de nuestras l¨ªneas maestras en pol¨ªtica en los pr¨®ximos meses", reconoce un miembro de la ejecutiva. Para ese dirigente popular, el PSOE ha cometido un error al presentar su documento sobre el Estado de las autonom¨ªas ahora, "porque todo el mundo percibe que es consecuencia de su necesidad de apoyar a Pasqual Maragall para que gane en Catalu?a. Si no fuera as¨ª, no se habr¨ªa arriesgado a sacarlo en estos momentos". Considera tambi¨¦n un error que Rodr¨ªguez Zapatero no se haya asegurado previamente el consenso entre las filas de los socialistas vascos, a fin de que no hubiera, como ha habido, alguna voz disconforme.