Ileg¨ªtima defensa

El tanquista que el 8 de abril pasado dispar¨® un misil contra la fachada del hotel Palestina, en Bagdad, matando a los c¨¢maras de televisi¨®n Jos¨¦ Couso, espa?ol, y Taras Protsyuk, ucranio, actuaba en defensa propia, repeliendo disparos de francotiradores, seg¨²n la comunicaci¨®n remitida esta semana por el Departamento de Defensa de Estados Unidos a los Gobiernos de Espa?a y Ucrania. De las diversas explicaciones imaginables, las autoridades norteamericanas han elegido, tras pens¨¢rselo durante cuatro meses, la m¨¢s inveros¨ªmil; seguramente por ser la misma que dio el mando militar sobre el terreno y que d¨ªas despu¨¦s reafirm¨®, en carta a la ministra espa?ola de Exteriores, el secretario de Estado Colin Powell.

Esa versi¨®n ya fue desautorizada por los numerosos periodistas que aquel d¨ªa se encontraban en el hotel. Pero aunque hubiera habido un francotirador, eso no justifica que la respuesta fuera disparar un misil contra las ventanas de un hotel que albergaba a unos 200 periodistas de todo el mundo, como era del conocimiento p¨²blico."Quien tiene un martillo tiende a verlo todo con forma de clavo", reza un dicho anglosaj¨®n invocado en v¨ªsperas de la guerra de Irak para explicar la inclinaci¨®n belicista de Bush. Quien tiene un tanque que dispara misiles tal vez tienda a ver con forma de francotiradores a unos periodistas que registran con su c¨¢mara lo que ven. Los investigadores pod¨ªan haber dicho que el tanquista crey¨® que le disparaban, que confundi¨® las c¨¢maras de v¨ªdeo con ametralladoras. Pero eso habr¨ªa supuesto admitir un error, y el mando nunca se equivoca; sobre todo en periodo de guerra.

Pero esa actitud supone borrar la diferencia entre un dictador como Sadam y quienes le derrotaron. Las reglas de la guerra son diferentes a las de la paz, pero existen. Por ejemplo, seg¨²n el art¨ªculo 79 del Protocolo Adicional de la Convenci¨®n de Ginebra, los periodistas que realicen su trabajo profesional en "zonas de conflicto armado se considerar¨¢n como personas civiles" y gozar¨¢n de la protecci¨®n adecuada a tal condici¨®n. Es cierto que Estados Unidos no ha suscrito ese protocolo, como tampoco el fundacional del Tribunal Penal Internacional. Pero Espa?a, s¨ª. Aparte de remitir a los familiares de Couso el texto enviado por el Pent¨¢gono, ?no tiene nada que hacer o decir el Ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores? ?Avala su silencio la teor¨ªa de la leg¨ªtima defensa como causa de la desgracia que seg¨® la vida de ese periodista?