Gu¨ªa para escribir un cuento
Los autores Jos¨¦ Mar¨ªa Merino y Medardo Fraile dirigen un taller de relato corto en los Cursos de Verano de El Escorial
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El escritor argentino Adolfo Bioy Casares afirm¨®: "Lo que tienen de muy bueno los talleres literarios es que all¨ª uno se encuentra con gente para quien la literatura es algo real, importante". Eso sienten los 15 alumnos que, tras pasar una prueba selectiva, asisten a un taller de cuento impartido por los escritores Jos¨¦ Mar¨ªa Merino y Medardo Fraile en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en El Escorial. Hay dos tipos de aspirantes a escritor: los autodidactos, que consideran que la literatura est¨¢ en uno mismo y quienes, por el contrario, prefieren que reconocidos autores les marquen unas pautas a seguir. Los 15 alumnos de este curso se catalogan en el segundo grupo.
"Nosotros ya hab¨ªamos organizado dos talleres para la Universidad Men¨¦ndez Pelayo, uno en Santander y otro en Pontevedra, pero ¨¦ste de Madrid es el de mayor nivel", aseguran los dos profesores, comenzando uno la frase y termin¨¢ndola el otro. Los estudiantes proceden de distintos puntos de Espa?a, pero la mayor¨ªa son madrile?os que durante el a?o acuden a talleres de escritura dos horas por semana y que quieren completar su formaci¨®n con este curso. "Es un lujo. Los profesores son dos maestros por la edad, aunque tambi¨¦n cuentistas j¨®venes que escriben muy bien", argumentan, tambi¨¦n a d¨²o, dos de las alumnas, Carmen Nabarte, due?a de una mercer¨ªa, y Emilia Lanzas, que trabaja en un peri¨®dico universitario.
"Regla n¨²mero uno: hay que interesar al lector desde el principio", les explica Medardo Fraile a los estudiantes. Y pone como ejemplo a Juan Rulfo, que empez¨® su cuento Macario diciendo: "Estoy sentado junto a la alcantarilla, aguardando a que salgan las ranas". Los alumnos se sorprenden cuando les indica que "el lector no debe darse cuenta de lo bien que escribe un autor, porque un exceso de estilo distrae de lo que relata".
Fraile es madrile?o, pero vive en Escocia, as¨ª que sigue con dificultad lo que se cuece en su ciudad: "Entre los escritores de cuento j¨®venes de Madrid, yo destacar¨ªa a ?ngel Zapata, que ha escrito un libro magn¨ªfico, Las buenas intenciones, y a Eloy Tiz¨®n". Jos¨¦ Mar¨ªa Merino, de coraz¨®n leon¨¦s, aunque residente en Madrid, considera que se vive un momento de inter¨¦s por el cuento, y a?ade a la lista de los j¨®venes narradores de relatos cortos el nombre de la madrile?a Nuria Barrios. Subraya tambi¨¦n la labor de la editorial P¨¢ginas de Espuma, dedicada al cuento. No es amigo de las tertulias literarias, pero recuerda una sobre cuentos en un caf¨¦ de Lavapi¨¦s. Carmen y Emilia se re¨²nen en otra los domingos en el caf¨¦ Comercial.
"Los chimpanc¨¦s no relatan"
Al hablar sobre el cuento, Merino se pone metaf¨ªsico: "Para m¨ª es algo consustancial a la condici¨®n humana. La primera sabidur¨ªa del hombre ha sido ordenar el caos de la realidad con el cuento. Los chimpanc¨¦s no han evolucionado porque no cuentan cuentos. Cualquier fen¨®meno natural antes se convert¨ªa en una ficci¨®n: por qu¨¦ las mujeres par¨ªan, por qu¨¦ sal¨ªa el Sol...".
Fraile insiste en que al escribir hay que "ir al grano": "Gald¨®s hablaba de la santa concisi¨®n, Voltaire dec¨ªa que el secreto para no aburrir es no contarlo todo y Heminway pensaba que lo que da fuerza al relato son las cosas importantes que sabes y no cuentas".
Merino, autor de No soy un libro y El oro de los sue?os, intenta esconder su irritaci¨®n con los cuentacuentos de los caf¨¦s, muy dados a modificar y cortar los relatos. "En los cuentos de siempre no pasa nada, pero en los relatos de ahora s¨ª. Tienen que leerse o aprenderse de memoria como en los teatros, pero no cortarlos", explica. "Un cuento de Cort¨¢zar o Fraile no puedes cambiarlo. Tienen una forma cerrada y est¨¢n en su derecho a seguir as¨ª para siempre", argumenta el tambi¨¦n novelista, para quien un cuento es una iluminaci¨®n.
"Al principio no sab¨ªa distinguir un argumento de cuento de uno de novela. El poema suele ser una suerte de iluminaci¨®n, y yo, cuando escrib¨ªa poemas, los ve¨ªa cerrados. Eso sucede tambi¨¦n con los cuentos. Una novela es m¨¢s f¨¢cil de terminar, aunque no veas su final desde el primer momento, porque puede tener un desarrollo que no esper¨¢bamos. En el cuento como en el soneto, que s¨®lo admite 14 versos, hay que dar la idea en poco espacio, cuanto m¨¢s lo estiremos menos intensidad va a tener", a?ade.
Merino cree que existe una confusi¨®n sobre el cuento, ya que mucha gente cree, err¨®neamente, que se trata de un g¨¦nero infantil. "La generaci¨®n anterior a la m¨ªa utiliz¨® la palabra relato para diferenciar la ficci¨®n breve de los cuentos fant¨¢sticos de gusto infantil. Los cl¨¢sicos populares destinados a los ni?os carecen de ambig¨¹edad, en ellos los personajes son buenos o malos y hay un argumento fijo, sin matices psicol¨®gicos, todo ello los diferencia del relato breve", distingue.
Adem¨¢s de esta experiencia de la Universidad de Verano de El Escorial, hay talleres de cuentos en la librer¨ªa y editorial Fuentetaja (Marqu¨¦s de Legan¨¦s, 7), que tambi¨¦n permite estudiar por Internet (www.fuentetajaliteraria.com); en el Taller de Escritura de Madrid (Ruiz, 15), dirigido por Enrique P¨¢ez (www.tallerdeescritura.com), y en el que regenta la escitora argentina Clara Obligado (www.escrituracreativa.com). Existe adem¨¢s lo que llaman talleres a la carta. En ese caso es el profesor el que se desplaza a ayuntamientos, colegios mayores, bibliotecas o institutos.
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