Finito quiso y pudo
Finito de C¨®rdoba ven¨ªa con prisa y empez¨® despacio, hasta conseguir una gran tanda a la tercera, rompiendo sus habituales normas de seguridad. Vinieron despu¨¦s infinidad de detalles, as¨ª como unos naturales de lujo. Al entrar a matar se ci?¨®, el toro tropez¨® y la estocada sali¨® algo viciada. Con este Finito hasta el fin del mundo, si es que esto significa que recupera y dispensa la verdad que atesora.
La lidia del quinto fue m¨¢s re?ida, con momentos de calidad, pero con un menor grado de acierto al disponer las distancias, demasiados cortas para ejecutar el temple largo que ped¨ªa el toro.
El tercer toro era blandito y aficionado a los volatines; Rivera, que lo hab¨ªa recibido bien, a la ver¨®nica rodilla en tierra, decidi¨® administrarle series con la derecha desde el terreno de nadie, entremetiendo una al natural por el qu¨¦ dir¨¢n. Meritoria situaci¨®n: ocho minutos ante un toro y ni un solo muletazo, de calidad, claro.
El Torero - Salvador Domecq / Jesul¨ªn, Finito, Rivera
Cinco toros de El Torero y uno, el 1?, de Salvador Domecq, blandos, 4? y 6? bravos. Jesul¨ªn de Ubrique: ovaci¨®n -aviso- y silencio. Finito de C¨®rdoba: -aviso- oreja y oreja. Rivera Ord¨®?ez: -aviso- silencio y ovaci¨®n. Plaza de la Malagueta, 15 de agosto, 6? de abono. Tres cuartos de entrada.
No se le pod¨ªa escapar el triunfo en el sexto, con la plaza a rebentar debido al buen manejo del capote, larga cambiada y ver¨®nicas a pies juntos de primor, ganando terreno. Pues se le escap¨®. Muleta y espada le son ajenas.
Jesul¨ªn estuvo aseado ante un timo que no se manten¨ªa en pie y suficiente y as¨¦ptico con el cuarto.
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