Tras el fuego, turbonada

La ola de calor no pod¨ªa acabar de forma m¨¢s brusca en Catalu?a. La combinaci¨®n del aire h¨²medo del Mediterr¨¢neo con el aire fr¨ªo de las capas altas de la atmosfera caus¨® estragos ayer en puntos del litoral catal¨¢n y, sobre todo, en el sur de la comarca de Osona, donde la masa de nubes se convirti¨® en una turbonada, una combinaci¨®n de lluvia y vientos con una virulencia similar a la de un tornado. Apenas dur¨® dos minutos, pero en su paso por cuatro municipios, la turbonada destruy¨® una veintena de naves industriales, dej¨® sin tejado decenas de edificios de viviendas y arranc¨® ¨¢rboles y mobiliario urbano en una franja de terreno de unos 10 kil¨®metros de longitud.

Los municipios m¨¢s afectados fueron Centelles, Hostalets de Baleny¨¤, Seva y Taradell, donde, pese a la virulencia de la tormenta, nadie sufri¨® da?os de consideraci¨®n. Las naves industriales que sufrieron m¨¢s da?os estaban cerradas por ser domingo y los habitantes de las casas destruidas pudieron refugiarse en las zonas m¨¢s seguras justo antes de los hundimientos.

Vientos de m¨¢s de 100 kil¨®metros por hora dejan un paisaje desolador en Centelles, Hostalets de Baleny¨¤ y Taradell

Las intensas lluvias tras meses de sequ¨ªa e incendios causan inundaciones y cortes en las v¨ªas y en el suministro el¨¦ctrico

Naves industriales, viviendas y mobiliario urbano sufren graves desperfectos en Osona a causa de una virulenta tormenta

"Todo salt¨® por los aires en tres segundos, fue como en una pel¨ªcula", explicaba a mediod¨ªa Pere Casanovas, propietario de una gasolinera de Centelles (Osona), donde las chapas del tejado y las persianas de algunas ventanas desaparecieron por efecto del viento. "En casa todav¨ªa ha sido peor: el viento ha hecho trizas todas las ventanas. Han desaparecido", lamentaba. Algunos vecinos tuvieron que abandonar sus casas despu¨¦s que el techo se desplomara sobre la vivienda.

Todo comenz¨® a las once de la ma?ana. Era un d¨ªa gris, menos caluroso que las jornadas anteriores y en la zona circulaba un aire recalentado. De repente, todo cambi¨®. "El viento comenz¨® a soplar fuerte, oscureci¨® y comenzaron a caer grandes gotas de agua", explicaba Isabel Pasqual, otra vecina con la entrada de su casa convertida en un barrizal. De repente, los contenedores de basura, incluso los que no ten¨ªan ruedas, comenzaron a moverse y uno de ellos impact¨® a gran velocidad contra la gasolinera de Pere Casanovas. "No sab¨ªa ni por d¨®nde hab¨ªa aparecido", explicaba este vecino, que pas¨® m¨¢s de dos minutos conteniendo la puerta de la tienda de la gasolinera. "?No pod¨ªa cerrarla ni con las dos manos!", dec¨ªa, todav¨ªa impresionado.

"Parec¨ªa un hurac¨¢n. El viento nos lo ha dejado todo patas arriba, ha arrancado ¨¢rboles enormes, se ha llevado por delante gran cantidad de tejas, ha reventado cristales y ha tumbado postes el¨¦ctricos", relat¨® la alcaldesa de Tona, Ant¨°nia Serra. En Baleny¨¤, el pueblo vecino, el techo del pabell¨®n polideportivo se desplom¨® por completo.

Los pol¨ªgonos industriales ofrec¨ªan un espect¨¢culo desolador: naves sin techo, paredes desplomadas y pesadas planchas met¨¢licas de hasta 10 metros de longitud, pertenecientes a los tejados, esparcidas por todas partes. En Taradell, el techo de una de estas naves vol¨® cerca de 100 metros hasta impactar contra otro edificio. "Si llegamos a estar dentro nos mata", aseguraba el propietario.

Los habitantes de los cuatro pueblos m¨¢s afectados por la turbonada emplearon buena parte del d¨ªa de ayer en recuperarse del susto y comenzar a evaluar los da?os. "Espero que los del seguro est¨¦n por la labor", acertaba a decir apenas Miquel Vallmitjana, el propietario de un almac¨¦n de muebles de Taradell, que se qued¨® sin techo, sin paredes y con el g¨¦nero destrozado. "Aunque al menos no nos ha pasado nada a nosotros", se consolaba.Lo que m¨¢s sorprendi¨® a los vecinos es la forma irregular en que la turbonada afect¨® a sus municipios. Una calle se mantiene intacta, mientras que la contigua aparece con un amasijo de hierros, monta?as de cascotes y trozos de metal de grandes dimensiones pertenecientes a alguna nave industrial vecina. El responsable de la estaci¨®n meteorol¨®gica del Montseny, Miquel Meseguer, explica que este tipo de destrozos son propios de las turbonadas. "Si hubiera sido un tornado, los da?os podr¨ªan haber sido muy superiores, pero se habr¨ªan concentrado en un solo punto". Y no fue as¨ª. La turbonada se desencaden¨® de forma paralela en los cuatro municipios y la zona de mayor afectaci¨®n dibuja una l¨ªnea en forma de J.

La tormenta recorri¨® Catalu?a de sur a norte y origin¨® numerosos cortes de suministro el¨¦ctrico, de tr¨¢fico en las carreteras, y a las 11.15 horas interrumpi¨® durante 30 minutos la circulaci¨®n de trenes de Renfe en la totalidad del servicio de cercan¨ªas del ¨¢rea de Barcelona. Hubo inundaciones de bajos en viviendas y locales en numerosas localidades, pero no se registraron da?os personales.

A media tarde, los bomberos hab¨ªan realizado 445 salidas en toda Catalu?a, la mayor¨ªa en la provincia de Barcelona, para retirar ¨¢rboles ca¨ªdos, abrir el paso en carreteras cortadas por desprendimientos y achicar el agua de casas y aparcamientos. La tormenta dej¨® caer 72 litros por metro cuadrado en una hora en Sant Feliu de Codines (Vall¨¨s Oriental). En Sabadell cayeron 50 litros por metro cuadrado; en Vic, 22,4 litros; en L'Espluga de Francol¨ª (Conca de Barber¨¤), 33 litros; en La Pobla de Segur (Pallars Juss¨¤), 29 litros, y en Barcelona, 20 litros.

La l¨ªnea C-3 de Renfe fue la m¨¢s perjudicada. Hasta las 17.30 horas no se restableci¨® la circulaci¨®n de trenes que hab¨ªa quedado cortada por la ma?ana entre El Figar¨® y Vic por la ca¨ªda de un ¨¢rbol en la catenaria y un desprendimiento de tierras.

Lo que cort¨® la circulaci¨®n fue la ca¨ªda del suministro de electricidad, aunque las l¨ªneas ferroviarias del Maresme y el Vall¨¨s Occidental, entre Barcelona, Terrassa y Manresa, resultaron tambi¨¦n afectadas por desprendimientos de tierras, piedras y ¨¢rboles. Algunos trenes que circulaban en el corredor mediterr¨¢neo que enlaza Barcelona y Valencia fueron detenidos en las estaciones, sobre todo en la provincia de Castell¨®n.

La fuerza del viento derrib¨® dos torres de alta tensi¨®n de Red El¨¦ctrica Espa?ola en la comarca de Osona, lo cual comport¨® la ca¨ªda de la subestaci¨®n de Centelles y dej¨® sin suministro a unos 6.000 abonados en la comarca.

La fuerte lluvia convirti¨® de nuevo la riera de Arenys de Munt, una de las del Maresme que todav¨ªa no ha sido cubierta, en un caudaloso torrente. Las aguas arrastraron tres coches y enterraron a varios en la arena.

Los arrastres de tierras, rocas y troncos cortaron el tr¨¢nsito en la N-II en Arenys de Mar, la C-55 en Manresa, la C-17 en Tagamanent y la BP-1121 en Monistrol de Montserrat.