"Si nos llega a pillar aqu¨ª, seguro que nos mata"
El agua entraba por el tejado y sal¨ªa por la puerta de la calle, tres plantas m¨¢s abajo. La casa de Montserrat Poy dif¨ªcilmente volver¨¢ a ser la misma tras el gran susto de ayer. A las once de la ma?ana, y en menos de dos minutos, la vivienda de esta vecina de Centelles, casi se convirti¨® en un almac¨¦n de escombros y cascotes. Buena parte del tejado se hundi¨® sobre la habitaci¨®n y la cama de matrimonio donde, pocas horas antes, dorm¨ªa junto a su marido.
"Por suerte nos hab¨ªamos levantado temprano y hab¨ªamos decidido bajar a una tienda". Esta mujer tiene muy claro qu¨¦ le habr¨ªa ocurrido de haberse refugiado en la parte alta de la casa. "Si nos llega a pillar aqu¨ª, seguro que nos mata".
Ellos tuvieron suerte, pero no la casa. En toda la parte delantera ya no hay tejado. Unos grandes pl¨¢sticos cubr¨ªan ayer por la tarde unos agujeros que amenazaban con seguir creciendo si volv¨ªa a soplar la m¨¢s m¨ªnima brisa.
En la parte trasera el techo est¨¢ agrietado y amenaza ruina, y para colmo, las goteras. Toda la casa ten¨ªa ayer filtraciones de agua que bajaban desde la habitaci¨®n del matrimonio, en la segunda planta, hasta el primer piso. Incluso llegaban hasta el garaje. "Esto se hundir¨¢", repet¨ªa Montserrat mientras se felicitaba por la buena idea que tuvo al salir a comprar justo antes del suceso. "Cuando llegu¨¦ ya estaba todo as¨ª, pero ?qu¨¦ susto!".
A mediod¨ªa, Montserrat ya pensaba en d¨®nde pasar¨ªan la noche durante las siguientes semanas mientras no se ponga remedio al desastre. "Aqu¨ª no podemos quedarnos ni locos".
En casa de su vecino las cosas no estaban mejor. Domingo L¨®pez tampoco entend¨ªa c¨®mo pudo tener tanta mala suerte. En la calle de atr¨¢s la tormenta apenas hab¨ªa roto alg¨²n cristal. A ¨¦l, en cambio, le hab¨ªa dejado sin tejado y con la cama a cielo descubierto. ?l s¨ª se salv¨® por los pelos. "Diez minutos antes todav¨ªa estaba en la cama", recordaba.
L¨®pez regenta un bar en la planta baja del mismo edificio y ten¨ªa serias dudas sobre si podr¨ªa abrir el local en el d¨ªa de hoy. "De momento nos iremos a casa de los vecinos. Ya veremos qu¨¦ hacemos ma?ana".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.