La caza del perro

Se ha pedido muchas veces que, de una vez por todas, se elaboren leyes que condenen el maltrato a los animales, de forma que sea delito. Parece que la cosa no cuaja (salvo en Catalu?a, tengo entendido) y cualquiera puede torturarlos sin temer que la justicia lo persiga, ya que est¨¢ claro que su conciencia no lo va a hacer.

Pues bien, tal como est¨¢n las cosas, este verano tenemos que a?adir a la sarta de perros abandonados sin que a sus due?os nadie les diga ni mu otra estimulante barbaridad contra los que consideramos animales (como si nosotros fu¨¦ramos otra cosa. Aviso de que s¨®lo queda vegetal o mineral).

La iniciativa consiste en matar a tiros a los perros errantes (todo el mundo puede distinguirlos de los que no lo son, por su forma zafia de vestir, supongo). Pero p¨¢smense ustedes, la idea no es de los cazadores o de alguna asociaci¨®n pro rifle, o de un grupo de gamberros incontrolados, no, la idea es del Gobierno. La ocurrencia parte de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente. S¨ª, como lo leen, la Consejer¨ªa de Medio Ambiente considera que la mejor forma de ocuparse de aquello que es objeto de su trabajo consiste en liarse a tiros. Una encantadora iniciativa puesta en marcha en Morata de Taju?a, donde hasta la sociedad de cazadores del pueblo admite que es "una burrada".