Ganaron los 'victorinos'
Al se?or Mart¨ªn no le hace falta llegar y mirar para ganar; sencillamente, llega y triunfa. Le bastaron seis quisquillas de baja puntuaci¨®n campera e inservibles para los caballos. Qu¨¦ f¨¢cil lo tiene don Victorino. Y encima, llena. Quiz¨¢ sean los llenos uno de los males de la fiesta. Si al snobismo social le da por pasarse al teatro y a las pe?as taurino-festivas de reciente implantaci¨®n al puenting, a ver en qu¨¦ se escudan los irresponsables taurinistas. ?Retornar¨¢n a los or¨ªgenes o solicitar¨¢n subvenci¨®n estatal?
A Padilla le vale todo. Su aplicaci¨®n del toreo al corricorriendo le convierten en el mejor destajista del trapazo. Sus faenas, tan despegadas del toro como el mozo de los refrescos de la boca de riego. T¨®mese nota: los victorinos ya permiten estos alardes. Banderillero a cabeza pasada en plan Marathon man, su torer¨ªa fue pat¨¦tica y su vuelta al ruedo con mant¨®n de manila incluido, grotesta.
Mart¨ªn / Padilla, Mill¨¢n y Cid
Toros de Victorino Mart¨ªn: justos de presentaci¨®n, encastados, blandos y nobles; 3? y 4?, aplaudidos en el arrastre. Juan Jos¨¦ Padilla: media, descabellos (ovaci¨®n y saludos); estocada (oreja). Jes¨²s Mill¨¢n: metisaca, pinchazo, estocada ca¨ªda (silencio); dos pinchazos, estocada (ovaci¨®n y saludos). El Cid: pinchazo, media ca¨ªda (silencio); media, descabello (ovaci¨®n) Plaza de Toros de San Sebasti¨¢n, 8? de feria, 17 agosto, casi lleno.
Jes¨²s Mill¨¢n, lucido en su primero al natural, sin pisar sitio. Volteado espectacularmente al recibir a porta gayola a su segundo, faena atropellada.
El Cid gazape¨® tanto como su primero, lo que desluci¨®. En su segundo, que cerr¨® festejo y feria, aplic¨® el buen concepto que del toreo de siempre tiene para dejar al natural pases llenos de temple, calidad y hondura. Posiblemente, lo mejor de la feria fue su mano izquierda.
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