Un ejemplo a seguir

Hace unos d¨ªas, en las p¨¢ginas de EL PA?S, el alcalde de Benic¨¤ssim recordaba la buena disposici¨®n del Ayuntamiento en 1995, cuando prest¨® todo el apoyo a la iniciativa de dos j¨®venes madrile?os que quer¨ªan convertir su habitual lugar de vacaciones en un referente musical independiente sin precedentes en el Estado espa?ol. Lo que se pod¨ªa haber entendido como una moda o capricho fugaz para j¨®venes indies, ha pasado a ser una de las m¨¢s importantes manifestaciones culturales juveniles de ¨¢mbito europeo, con todo lo que esto supone para el prestigio de este hospitalario municipio como para el enriquecimiento tur¨ªstico de la zona.

As¨ª las cosas, se tratar¨ªa tal vez de apostar por propuestas de tiempo libre arriesgadas, saludables e inteligentes como respuesta a las problem¨¢ticas costumbres que tiene cierto sector de la juventud para divertirse, respetando el derecho al descanso del vecindario. El FIB no deber¨ªa ser una excepci¨®n, sino un modelo para el deseable entendimiento entre la administraci¨®n y los agentes sociales implicados (promotores art¨ªsticos, asociaciones juveniles, empresas patrocinadoras...) en el desarrollo de proyectos de ocio alternativo de calidad.