Muerte en Irak

El otro d¨ªa le¨ªa, como todas las ma?anas, la edici¨®n impresa de EL PA?S de camino a mi trabajo. En la secci¨®n Internacional se recog¨ªa la noticia de las heridas sufridas por un militar espa?ol en Irak.

Cuando llegu¨¦ a mi casa a las 15.30 me encontr¨¦ con la noticia de que esas "heridas de consideraci¨®n, aunque su vida no corre peligro", hab¨ªan acabado con la vida de este hombre, militar y padre de cuatro hijos.

Se?or Aznar: he participado en todas las manifestaciones, actos, concentraciones en contra de esta absurda, injusta e ilegal guerra en la que nos ha metido. Soy una ciudadana responsable y, por supuesto, de izquierdas, eso que usted llama "progre trasnochada que ladra su rencor por las esquinas", y desde aqu¨ª quiero transmitir mi p¨¦same a la familia de Manuel Mart¨ªn-Oar y decirles que yo no quer¨ªa que volviera en un ata¨²d este militar. Que, como ciudadana de bien, no me alegro de lo sucedido; semejante aberraci¨®n s¨®lo se le puede pasar por la cabeza a alguien con una mente muy mezquina. Le exijo, creo que muchos espa?oles estar¨¢n conmigo, que vaya al Parlamento y explique a los ciudadanos la situaci¨®n de los militares espa?oles en Irak.

Por cierto, siga disfrutando de sus vacaciones, si su conciencia se lo permite.- Ester L¨®pez Fonseca. M¨®stoles, Madrid.

La muerte del capit¨¢n de nav¨ªo Manuel Mart¨ªn-Oar en un vil atentado terrorista nos duele a los que sentimos que los militares espa?oles destacados en Irak, sea en misi¨®n de la ONU como ¨¦l, o propiamente como fuerza militar, nos representan a todos. Y, en especial, a los que pensamos que su misi¨®n all¨ª no obedece a ninguna causa inmoral, ilegal, ileg¨ªtima ni injusta, sino todo lo contrario: que est¨¢n all¨ª por la causa del mundo democr¨¢tico, de las sociedades abiertas y libres a las que el terrorismo est¨¢ queriendo dar jaque. Y est¨¢n all¨ª para incorporar al pueblo iraqu¨ª al mundo de los derechos y las libertades y sacarlo de la tiran¨ªa que lo masacraba.

El Ej¨¦rcito, como la polic¨ªa y otros cuerpos de seguridad, resulta que tiene esa peculiaridad que ha olvidado mucha gente en estos tiempos hedonistas: sus miembros est¨¢n dispuestos a dar su vida por nuestra seguridad. Tienen el valor de arriesgar lo m¨¢s preciado para que nosotros podamos vivir tranquilos. Ellos lidian con los delincuentes, con los terroristas, con los que quieren perturbar la paz. Son nuestros defensores.

Por todo esto nos resulta doblemente penoso el modo en que se ha informado del suceso. El atentado fue el martes; ese d¨ªa nos dijeron que el capit¨¢n de nav¨ªo estaba herido en los brazos y que se estaba recuperando. Los peri¨®dicos salieron el mi¨¦rcoles con esa informaci¨®n citando fuentes oficiales. Sin embargo, los diplom¨¢ticos espa?oles en Bagdad no sab¨ªan en realidad nada del herido. ?Por qu¨¦ no fueron m¨¢s prudentes? ?C¨®mo anunciaron una recuperaci¨®n cuando no sab¨ªan siquiera d¨®nde estaba? ?Se imaginan por lo que pasar¨ªa la familia, que se hab¨ªa hecho a la idea de que no estaba grave?

Eso es lo que deben aclarar los diplom¨¢ticos y sus superiores, as¨ª como el Ministerio de Defensa, que de nuevo parece implicado en un caso de mala informaci¨®n, que ya practic¨® cuando la muerte del c¨¢mara Jos¨¦ Couso en Bagdad diciendo que el hotel era objetivo militar de los americanos y que se hab¨ªan pedido explicaciones, cuando nada de eso era cierto.

Se?or Trillo, debe usted cambiar las costumbres informativas de su ministerio. Y se?ora Palacio, esperamos su explicaci¨®n sobre esto.- Pilar Fern¨¢ndez Rodr¨ªguez. Vigo, Pontevedra.