El autor del informe brit¨¢nico sobre Irak niega presiones pol¨ªticas

John Scarlett, presidente del Comit¨¦ Conjunto de Inteligencia y responsable del informe brit¨¢nico sobre arsenal iraqu¨ª, se defendi¨® ayer de todas las acusaciones sobre interferencia pol¨ªtica en su declaraci¨®n ante el juez Hutton. En la tercera semana de la investigaci¨®n judicial de la muerte del cient¨ªfico David Kelly, Scarlett neg¨® cualquier presi¨®n de Downing Street para exagerar la amenaza de Sadam que ayudara a reforzar la tesis de Tony Blair a favor de la guerra.

El dato de que Sadam pod¨ªa atacar en 45 minutos proced¨ªa de "una ¨²nica fuente fiable"

Anterior jefe del espionaje brit¨¢nico en Mosc¨² y, desde septiembre de 2001, presidente del Comit¨¦ Conjunto de Inteligencia (JIC, en sus siglas en ingl¨¦s), John McLeod Scarlett defendi¨® ayer con claridad y absoluto vigor la independencia del informe oficial sobre armas de destrucci¨®n masiva de Irak. En una rara intervenci¨®n p¨²blica, el ex superagente neg¨® en repetidas ocasiones haber sido objeto de la presi¨®n de Downing Street en la redacci¨®n del pol¨¦mico documento. "El control y mando del informe recay¨® en mi persona", dijo ante el juez Brian Hutton, que conduce la investigaci¨®n sobre las circunstancias de la muerte de Kelly.

Scarlett explic¨® con nuevos detalles y pruebas documentales el proceso interno que llev¨® a la inclusi¨®n en el informe de la referencia a los "45 minutos" que bastar¨ªan a Sadam Husein para lanzar un ataque con armas biol¨®gicas. Confirm¨® que el controvertido dato, recogido por los servicios secretos el 30 de agosto de 2002, un mes antes de la publicaci¨®n del dossier, proced¨ªa de "una ¨²nica fuente" basada en "una cadena de comunicaci¨®n establecida y fiable" que eman¨® de una "cita de un alto oficial militar iraqu¨ª". De acuerdo con su testimonio, dicha fuente habl¨® originalmente de un "plazo de 20 minutos", en vez de los 45 que sugiere el informe.

Indagar en la veracidad a largo plazo del informe brit¨¢nico sobre Irak, pilar del argumento de Blair en defensa de la guerra, excede del objetivo de la investigaci¨®n que lleva a cabo Hutton. El juez se limita a cuestiones de manipulaci¨®n pol¨ªtica y malestar de los servicios de inteligencia que forman el eje de la denuncia del periodista de la BBC, Andrew Gilligan, basada en las confidencias de Kelly.

En este sentido, Scarlett neg¨® que hubiera ning¨²n descontento en los servicios secretos sobre la redacci¨®n final del informe. Su comit¨¦, que est¨¢ integrado por los jefes de las distintas agencias de inteligencia, adem¨¢s de altos funcionarios de inteligencia, se encarga de analizar la informaci¨®n bruta de los agentes y transmitirla al primer ministro. Los informes del Comit¨¦ Conjunto de Inteligencia rara vez se divulgan al p¨²blico.

Scarlett acept¨® que hubo un amplio debate entre el personal de informaci¨®n acerca de los 45 minutos y otras sugerencias de Downing Street, que, sin embargo, no resultaron en una queja formal ante el citado comit¨¦. "No hubo objeciones a la inclusi¨®n en el texto de los 45 minutos, pero s¨ª se cuestion¨® si no ser¨ªa correcto introducirlo con un 'datos de inteligencia sugieren', en vez de redactarlo como un valor de juicio", explic¨® al juez. "Es algo normal, importante y necesario", a?adi¨® en referencia al di¨¢logo y sugerencias entre los miembros de su equipo que redactaron el informe y sus anteriores borradores.

La investigaci¨®n ha descubierto correos electr¨®nicos que apuntan a la intromisi¨®n de la oficina de Blair y, en concreto, de su director de Comunicaci¨®n, Alastair Campbell, en el contenido del informe. "Es una parte l¨®gica del proceso de trabajo. Las cuestiones planteadas (por Downing Street) ped¨ªan m¨¢s detalles para corroborar ¨¢reas de los borradores. Quer¨ªan que el documento fuera lo m¨¢s fuerte posible a partir de la informaci¨®n secreta disponible. Esto era absolutamente consistente con la naturaleza de mi objetivo. Yo tambi¨¦n quer¨ªa un dossier lo m¨¢s detallado e informativo posible", se excus¨®.

Ante la presi¨®n del juez, que mostr¨® en una de las pantallas de la sala del tribunal de Londres una carta con 15 puntos propuestos por Campbell para corregir o reforzar aspectos del informe, Scarlett baj¨® por primera vez la guardia. Dej¨® entonces de referirse a dichas sugerencias como "comentarios" y acept¨® que Downing Street intentaba modificar el contenido de los borradores. "En un sentido limitado, ped¨ªa, realmente, un cambio. Pero estaba en mi mano decidir si esto era posible, si estaba de acuerdo, si era consistente con nuestra inteligencia y nuestra valoraci¨®n", puntualiz¨®.

Y tras reconocer que Campbell no es un experto en espionaje, reiter¨®: "Yo ten¨ªa un control absoluto sobre la situaci¨®n". De acuerdo con Scarlett, los ¨²nicos recelos de los agentes secretos y de los miembros del Comit¨¦ de Inteligencia emanaron de la decisi¨®n de publicar un informe que en situaciones normales nunca se hubiera difundido. "Nos preocupaba sentar precedentes y poner en peligro a nuestros agentes. Pero el comit¨¦ respald¨® el dossier", defendi¨®. Y a?adi¨®: "Refleja con exactitud la imagen que los servicios de inteligencia ten¨ªamos entonces de las armas de destrucci¨®n masiva de Sadam Husein. Todav¨ªa lo creo".