La Reina de la Noche espera a La Fura
La Fura dels Baus afronta con la escenificaci¨®n de La flauta m¨¢gica, de Mozart, el mayor reto art¨ªstico de su carrera desde la ceremonia de inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona de 1992. Con una impresionante escenograf¨ªa del escultor Jaume Plensa, direcci¨®n musical de Marc Minkowski y nuevos textos de Rafael Argullol, el espect¨¢culo se estrena el pr¨®ximo 7 de septiembre en Bochum, dentro de la programaci¨®n de la Trienal del Ruhr, que dirige G¨¦rard Mortier.
Han pasado ya siete a?os desde que La Fura dels Baus comenz¨® su aventura oper¨ªstica. En realidad, fue una secci¨®n de La Fura, la representada por ?lex Oll¨¦ y Carlos Padrissa. La Fura, en un proceso de diversificaci¨®n estimulado por criterios interdisciplinarios art¨ªsticos, multiplicaba entonces sus ¨¢reas de actuaci¨®n. La ¨®pera era lo m¨¢s alejado del lenguaje furero tradicional y, sin embargo, ten¨ªa el magnetismo de encuentro entre diferentes artes. Era una tentaci¨®n irresistible introducirse con propuestas diferentes en el templo sagrado del, para ellos, elitismo cultural. Adem¨¢s, La Fura era, en s¨ª misma y paralelamente a la ¨®pera, una mezcla muy particular de m¨²sica, pl¨¢stica, ritual y dramaturgia. El mundo de la ¨®pera supon¨ªa una oportunidad transgresora excepcional, aunque los elementos de provocaci¨®n los centrasen luego m¨¢s en el silencio, el sue?o y los deseos inconscientes que en unas acciones f¨ªsicas. Hab¨ªa una m¨²sica muy hermosa de por medio y hab¨ªa que respetarla. Tambi¨¦n la ¨®pera facilitaba para La Fura una dimensi¨®n redentora: quer¨ªan hacer teatro popular sin concesiones al populismo y quer¨ªan romper los l¨ªmites convencionales del espectador.
"Para La Fura, esta ¨®pera es una f¨¢bula de corte surrealista. Su versi¨®n se desarrolla en un espacio on¨ªrico, subjetivo"
Llamaron, de inmediato, al artista Jaume Plensa para las soluciones pl¨¢sticas. Con La Atl¨¢ntida, de Falla, en el marco de la plaza de Las Pasiegas, frente a la fachada de la catedral de Granada, comenz¨® la experiencia. Tuvieron un reconocimiento pr¨¢cticamente un¨¢nime de cr¨ªtica y p¨²blico. Se hab¨ªan cumplido las dos condiciones fundamentales de partida: respeto de la m¨²sica y aportaci¨®n de nuevas im¨¢genes con tecnolog¨ªas punteras. Han pasado, en efecto, siete a?os, con una cuidada dosificaci¨®n de no m¨¢s de un espect¨¢culo l¨ªrico al a?o, y pr¨¢cticamente La Fura se ha convertido en un cl¨¢sico de la escena oper¨ªstica. En 1996, por ejemplo, la cr¨®nica previa de un estreno en EL PA?S estaba en Tentaciones (n¨²mero 128), ahora en Babelia. Evidentemente ya est¨¢n consolidados.
En la representaci¨®n de La Atl¨¢ntida en Granada estuvo G¨¦rard Mortier, entonces director del Festival de Salzburgo. No le convenci¨® del todo el espect¨¢culo, pero vio que La Fura ten¨ªa una enorme fuerza teatral. Pens¨® en ellos para Debussy o Berlioz, y les ofreci¨® La condenaci¨®n de Fausto de este ¨²ltimo para el Festival de Salzburgo de 1999. La Fura se fue rodando con el descartado Debussy a trav¨¦s de El martirio de San Sebasti¨¢n en Roma, Cagliari o Peralada. Cuando recalaron en el Teatro de la Zarzuela, en enero de 2002, con la direcci¨®n musical de Lorin Maazel, el ¨¦xito fue impresionante. Era su presentaci¨®n oper¨ªstica en Madrid, una ciudad donde tienen una legi¨®n de seguidores.
La condenaci¨®n de Fausto ha sido su espect¨¢culo estrella dentro de una trilog¨ªa inicial -hundimiento, martirio y condenaci¨®n, como a ellos les gusta subrayar- de marcado car¨¢cter est¨¢tico, es decir, arropada bajo el signo del oratorio o la cantata, con unos apoyos est¨¦tico-escenogr¨¢ficos prioritarios y sin unas necesidades narrativas urgentes. La condenaci¨®n de Fausto fue bendecida en Salzburgo y levant¨® encendidos elogios hasta del mism¨ªsimo Mario Vargas Llosa. Si la crisis econ¨®mica alemana no se lleva la Trienal del Ruhr por delante, se repondr¨¢ el pr¨®ximo a?o en Bochum.
Despu¨¦s vino Don Quijote en Barcelona, inaugurando la temporada del Liceo 2000-2001, con m¨²sica de Jos¨¦ Luis Turina, libreto de Justo Navarro y escenograf¨ªa del arquitecto Enric Miralles. Los fureros quer¨ªan un estreno de un compositor vivo convencional en el teatro emblem¨¢tico de ¨®pera de su ciudad. Fue un ¨¦xito de p¨²blico y tuvo mejores cr¨ªticas en el ¨¢mbito internacional que en el local. Con Sobre los acantilados de m¨¢rmol, en Mannheim (2002), se centraron en investigar sobre las posibilidades de trabajo v¨ªa Internet.
Ahora, con La flauta m¨¢gica, La Fura entra en el repertorio. El reto es apasionante, y m¨¢s cuando despu¨¦s de la Trienal del Ruhr esta Flauta ir¨¢ a la ?pera de Par¨ªs y al Teatro Real de Madrid, coproductor del montaje. Sus im¨¢genes dar¨¢n la vuelta al mundo gracias al canal de televisi¨®n franco-alem¨¢n Arte, que emitir¨¢ en directo la representaci¨®n del pr¨®ximo 1 de octubre (dial 300 de Digital+).
Vuelve Plensa a la responsabilidad escenogr¨¢fica y figurinista, y se incorpora el ensayista y fil¨®sofo Rafael Argullol con unos textos que, le¨ªdos en off, sustituyen en cierto modo a los di¨¢logos hablados. Dirige el excelente Marc Minkowski al frente de su grupo Les Musiciens du Louvre. Entre los cantantes destaca quiz¨¢ Christian Gerhaher como Papageno. El bar¨ªtono alem¨¢n fue el gran triunfador del ¨²ltimo ciclo de Lied en Madrid. Las representaciones ser¨¢n en Bochum, poblaci¨®n de unos 400.000 habitantes, situada entre Essen y Dortmund, los d¨ªas 7, 12, 14, 16, 18, 26 y 28 de septiembre y 1, 3 y 5 de octubre. Para muchas de ellas estaba puesto ya el cartel de "no hay billetes" a comienzos del verano. Bochum tiene una prestigiosa universidad y est¨¢ hermanada con Oviedo. Casi pegada a la ciudad se encuentra la Jahrhunderthalle, imponente nave industrial reconvertida en el edificio central de la Trienal, que tiene sus or¨ªgenes en 1842 con la sider¨²rgica Mayer & Kuhne, y fue despu¨¦s una de las f¨¢bricas emblem¨¢ticas de los Krupp, llegando a tener 22.000 trabajadores.
Para La Fura, La flauta m¨¢gica es una f¨¢bula de corte surrealista. Su versi¨®n se desarrolla en un espacio on¨ªrico, subjetivo, que se traduce en t¨¦rminos escenogr¨¢ficos en un espacio-cerebro, donde tienen lugar las im¨¢genes so?adas, imaginadas o tergiversadas por la mente de unos personajes que van y vienen del sue?o a la realidad y de la realidad al deseo. No hay una valoraci¨®n absoluta, en positivo o en negativo, de los personajes. Cada uno de ellos se edifica a partir de la mirada y subjetividad del otro. El libreto de Schikaneder se entrelaza, para La Fura, con la continuaci¨®n de Goethe. "Nuestra versi¨®n", han afirmado, "combina la frescura positiva de Mozart, hija del esp¨ªritu de la Revoluci¨®n Francesa, y la continuaci¨®n posibilista de Goethe, que transcurre ya bajo el signo incierto del progreso".
La escenograf¨ªa refleja ese escenario mental con 12 m¨®dulos hinchables de 6¡Á3¡Á0,90 metros, con una cara transparente que permite ver su interior. La base de este espacio es un suelo luminoso de 12¡Á12 metros, una ret¨ªcula cuadrada de 144 celdas de 1¡Á1 metro, cada una con luz propia independiente y de color diferente. Un v¨ªdeo de Frank Aleu participa de esa atm¨®sfera on¨ªrica, con im¨¢genes entrecortadas y a veces ambiguas.
Sarastro y la Reina de la Noche, Papageno y Pamina, esperan a La Fura dels Baus en la Ruhrgebiet. La uni¨®n de cultura oper¨ªstica y cultura industrial (o posindustrial) dar¨¢ al encuentro, sin duda, un sello ¨²nico.
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