Irak, desestabilizado

Los que ayer acabaron con la vida del ayatol¨¢ Mohamed Baquer al Hakim y de al menos 75 iraqu¨ªes chi¨ªes a la salida de las oraciones del viernes en la ciudad santa de Nayaf sab¨ªan muy bien lo que hac¨ªan. Al Hakim era el principal dirigente chi¨ª, jefe del Consejo Supremo para la Revoluci¨®n Isl¨¢mica, que, a trav¨¦s de su hermano, participa en el Consejo de Gobierno nombrado por el jefe de la autoridad ocupante, Paul Bremer. Hakim era un factor de moderaci¨®n y de apaciguamiento entre las distintas facciones iraqu¨ªes y hacia Estados Unidos. Sean cuales sean sus autores, la masacre con coche bomba a la salida de la mezquita del imam Al¨ª, el lugar m¨¢s sagrado para el chi¨ªsmo, pone de relieve que la situaci¨®n en Irak est¨¢ complic¨¢ndose y degenerando en una pesadilla: un enfrentamiento, o guerra civil larvada, en el marco de una ocupaci¨®n por fuerzas extranjeras.

Un t¨ªo de Al Hakim, el ayatol¨¢ Mohamed Said Hakim, escap¨® a un atentado similar el pasado domingo en Nayaf, donde ya en abril otro importante jefe chi¨ª hab¨ªa sido asesinado. El brutal acto criminal de ayer busca probablemente azuzar las divisiones entre los chi¨ªes, mayoritarios (60%) en un pa¨ªs que nunca han gobernado, y contra los sun¨ªes. Adem¨¢s de ser un duro golpe contra la credibilidad de la pol¨ªtica de EE UU, puede estar tambi¨¦n dirigido contra Ir¨¢n, cuyo r¨¦gimen islamista acogi¨® al asesinado durante 23 a?os, antes de que regresara en mayo pasado a Irak. Hakim ten¨ªa una actitud matizada. Su organizaci¨®n hab¨ªa mantenido contactos con EE UU ya antes de la guerra, pero ¨²ltimamente criticaba que las tropas anglo-estadounidenses hubieran entrado en Irak como libertadoras para comportarse como ocupantes.

Tras la matanza de ayer, el brutal atentado contra la sede de la ONU y los ataques constantes a las fuerzas ocupantes, ¨¦stas parecen insuficientes para afrontar el reto de la estabilizaci¨®n de Irak.

Lo que est¨¢ ocurriendo es en buena parte efecto de la estrategia de EE UU al buscar el derrumbe del Estado durante la guerra. El Departamento de Estado, en la Administraci¨®n de Bush, ha comenzado a percatarse de que necesita apoyo de una fuerza multinacional internacional, y de ah¨ª las aperturas para un mayor papel de la ONU, aunque siga queriendo mantener el mando y el control operativo sobre estas fuerzas que carecen de soldados y sobre todo de polic¨ªa suficientes para imponer un orden. Nayaf cae en la zona asignada a la brigada Plus Ultra, aunque de su control concreto deber¨¢n responsabilizarse las unidades de Honduras y El Salvador entrenadas por Espa?a, lo que requiere que extremen su prudencia.

Se necesita disipar la realidad de una ocupaci¨®n, acelerando la constituci¨®n de un autogobierno elegido y no impuesto a los iraqu¨ªes, amparado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El peligro de que la desestabilizaci¨®n de Irak se contagie al conjunto de la regi¨®n es una amenaza demasiado grave.