Riquelme se queda en el banquillo

Benito Floro no dio oportunidad para comprobar si Juan Rom¨¢n Riquelme se ha reencontrado con el f¨²tbol, como el propio jugador ha aventurado. El partido ped¨ªa a Riquelme, en realidad a cualquier jugador decente, cualquier cosa, un solo detalle, que cambiara su rumbo sopor¨ªfero. Pero ni un solo minuto dio Floro a Riquelme.

No fue el argentino el ¨²nico que se qued¨® en el banquillo, que anoche depar¨® m¨¢s noticias que el terreno de juego. Tambi¨¦n otros dos fichajes de fuste del Villarreal, Roger y Anderson se quedaron en la suplencia, igual que el Pocho Ins¨²a en el M¨¢laga. Y ocurri¨® que cuando los entrenadores empezaron a hacer cambios, y cuando ambos equipos se quedaron con 10 jugadores, el partido se aviv¨® una pizca.

El argentino procedente de Independiente dio m¨¢s verticalidad al juego del M¨¢laga, sin grandes alardes, eso s¨ª. Pero es que hasta su ingreso en el campo, el equipo de Juande Ramos no evidenci¨® ning¨²n recurso ofensivo m¨¢s que los disparos lejanos de Duda.

Hasta entonces todo el m¨¦rito del M¨¢laga fue defensivo. El Villarreal domin¨® el bal¨®n, pero no encontr¨® nunca un espacio libre por donde penetrar.

En el equipo castellonense ocurri¨® un tanto de lo mismo. Antonio Guayre aport¨® la velocidad precisa para desbordar alguna vez, para permitir alg¨²n desmarque. En su primera acci¨®n lleg¨® hasta la l¨ªnea de fondo y su pase de la muerte lo intercept¨® Arnau; y en la segunda, en dos precisas combinaciones con Roger, estrell¨® el bal¨®n en el poste.

M¨¢laga y Villarreal hicieron de su primer compromiso liguero un partido m¨¢s de pretemporada. Escasos de ritmo, con pocas ideas y con sus sistemas ofensivos poco desarrollados. Ser¨¢ cuesti¨®n de mec¨¢nica: engrase y rodaje.