La cuna de la pintura ingenua

Casi nadie desconoce la hegemon¨ªa mundial de Ja¨¦n en el olivar. Tambi¨¦n que esta provincia aspira a convertirse en referente internacional del arte ib¨¦rico con un museo que a¨²n est¨¢ en proyecto. Pero menos eco ha tenido la supremac¨ªa nacional de Ja¨¦n en el arte na?f desde 1990, a?o en el que abri¨® sus puertas el Museo Internacional de Arte Na?f que, desde hace cuatro a?os, lleva el nombre de su aut¨¦ntico precursor, el pintor Manuel Moral Mozas (Torredelcampo, 1908-1989). El museo, que alberga m¨¢s de 600 obras de casi 150 artistas de los cinco continentes, es el ¨²nico de estas caracter¨ªsticas que hay en Espa?a y forma parte del circuito internacional de pinacotecas de esta especialidad junto a otros como el Max Fourny en Par¨ªs o los de Niza, Guimaraes, Yugoslavia o Hait¨ª.

"Las obras na?f se caracterizan por estar creadas por personas autodidactas, que pintan sin leyes ni c¨¢nones establecidos", explica Rosa Morales, responsable del museo jiennense, integrado en el centro cultural del palacio renacentista de Villardompardo, junto a los ba?os ¨¢rabes y el museo de artes y costumbres populares. La mayor¨ªa de los visitantes -m¨¢s de 27.000 durante los primeros siete meses del a?o, seg¨²n la Diputaci¨®n, que es quien lo gestiona- llegan a este lugar atra¨ªdos por la popularidad de los ba?os ¨¢rabes, pero acaban sorprendidos por el cromatismo y la fantas¨ªa de los cuadros que se exponen en las 14 salas del museo na?f, un tercio de ellas dedicadas a autores extranjeros.

Como Amaia, Juan Manuel, Mari¨¢n, Paula o Alberto, un grupo procedente de la localidad vizca¨ªna de Arrigorriaga. "Nos gustan los tonos coloristas y alegres de los cuadros", explica Alberto. Mar¨ªa del Mar Guzm¨¢n, una cordobesa que est¨¢ a punto de convertirse en historiadora del arte, tambi¨¦n ha conocido este verano por primera vez el museo na?f de Ja¨¦n, un arte que, seg¨²n se?ala, impacta por su "modernidad y colorido" y por ser "muy cercano" al gran p¨²blico.

El museo abri¨® sus puertas en septiembre de 1990. Su origen se debe al legado que don¨® antes de su muerte el artista torrecampe?o Manuel Moral a la Diputaci¨®n Provincial. Junto a las obras de Moral, uno de los grandes artistas na?f del ¨²ltimo siglo, las salas se llenaron con las donaciones de decenas de artistas y coleccionistas que participaron en la exposici¨®n nacional que promovi¨® en 1988 la Diputaci¨®n.

Manuel Moral, que s¨®lo fue a la escuela hasta los siete a?os, empez¨® a pintar al llegar a la jubilaci¨®n. Antes fue un primoroso ebanista y un tallista singular. Sus cuadros son una prolongaci¨®n de los campos verdes y ocres que tantas veces presenci¨® en la campi?a y sus olivares machadianos una invitaci¨®n al sosiego y la serenidad. Tal fue el talento pl¨¢stico de Moral -como lo reconoci¨® el doctor Vallejo-N¨¢gera, la m¨¢xima autoridad espa?ola en el arte na?f- que lleg¨® a exponer en las principales galer¨ªas del pa¨ªs e incluso en la sala Picasso de Nueva York en dos ocasiones.

El arte na?f siempre ha estado un tanto subestimado en Espa?a, como reconoce Rosa Morales. No ocurre lo mismo en Francia, donde las obras de Rousseau, se?alado por Picasso como el gran artista na?f, se exponen en el Museo Impresionista. La responsable del museo jiennense lo atribuye a que siempre ha estado protagonizado por artistas desconocidos, aunque sus salas cuelgan cuadros de Garc¨ªa Vivancos, Lorenzo Aparicio Boliche y el propio Manuel Moral junto a curiosidades como obras de la polifac¨¦tica Lola Flores, de La Chunga o de Gabriela Ortega, que lleg¨® a pintar la muerte de Paquirri.