Bruselas considera "una provocaci¨®n" que el d¨¦ficit franc¨¦s llegue este a?o al 4%
La Comisi¨®n Europea analizar¨¢ si se incumplen las recomendaciones del Consejo
El Pacto de Estabilidad sufre otro ataque frontal, una vez m¨¢s procedente de Francia, la segunda potencia de la zona euro. Bruselas considera "una provocaci¨®n", en palabras de fuentes oficiales de la Comisi¨®n, que Par¨ªs prevea ahora un d¨¦ficit del 4% para este a?o porque el Gobierno franc¨¦s demuestra as¨ª que ha hecho caso omiso de las recomendaciones hechas por el Consejo de la UE en junio, cuando ya el Ejecutivo de Jean Pierre Raffarin estimaba que este a?o el d¨¦ficit rondar¨ªa el 3,4%. El dato confirma los temores de que el d¨¦ficit medio de la eurozona supere el l¨ªmite del 3%.
Los Gobiernos de Alemania, Francia e Italia, los tres pa¨ªses que suman m¨¢s de dos tercios del producto interior bruto de la eurozona, han optado por f¨®rmulas que puedan favorecer el crecimiento econ¨®mico aun a costa de mantener elevados d¨¦ficit p¨²blicos o de aumentarlos. Berl¨ªn ya registr¨® el a?o pasado un desequilibrio presupuestario del 3,5% y para este a?o prev¨¦ tres d¨¦cimas m¨¢s, muy lejos del 2,75% que previ¨® en el Pacto de Estabilidad para este a?o. Italia tambi¨¦n prev¨¦ ahora estancarse en el 2,3% de d¨¦ficit, igual que el a?o anterior.
Pero tanto el Gobierno italiano como el alem¨¢n, y sobre todo este ¨²ltimo, han mantenido las formas. El ministro alem¨¢n de Finanzas, Hans Eichel, siempre se ha manifestado ante sus colegas europeos partidario de hacer los esfuerzos necesarios para frenar el d¨¦ficit y en esa l¨ªnea ha explicado algunas de las duras reformas emprendidas por Berl¨ªn a la vez que insist¨ªa en la necesidad de respetar los principios del Pacto.
As¨ª, y pese a que la Comisi¨®n lanz¨® contra Alemania el procedimiento por d¨¦ficit excesivo por haber superado el a?o pasado el l¨ªmite del 3%, el Ejecutivo comunitario afirm¨® en mayo pasado que el Gobierno de Gerhard Schr?der estaba cumpliendo las recomendaciones que se le hab¨ªan hecho para aminorar el deslizamiento presupuestario.
Los mensajes desde Francia, avalados por los hechos, han sido los contrarios. El pasado 27 de agosto, Raffarin se entrevist¨® en Bruselas con el presidente de la Comisi¨®n, Romano Prodi, y despu¨¦s declar¨® a los periodistas: "La Comisi¨®n har¨¢ sus deberes. El Gobierno franc¨¦s har¨¢ igualmente los suyos. Considero que mi deber como primer ministro es movilizar fuerzas para lograr el crecimiento de la econom¨ªa y del empleo".
Presupestos de 2004
El Gobierno franc¨¦s es consciente de que su actitud puede acarrearle serias advertencias desde Bruselas, pero ha optado por materializar su propia pol¨ªtica, que incluye m¨¢s bajadas de impuestos y m¨¢s gasto p¨²blico para fomentar el crecimiento, aunque esas iniciativas puedan perjudicar a la credibilidad del Pacto y a los socios que s¨ª cumplen sus compromisos, como es el caso de Espa?a.
La Comisi¨®n Europea, encargada de vigilar el cumplimiento del Pacto, aguarda en vilo el siguiente paso que debe dar el Gobierno franc¨¦s cuando a comienzos del mes pr¨®ximo difunda sus presupuestos para el a?o pr¨®ximo. Porque el Ejecutivo comunitario teme ahora que Francia presente unas cuentas p¨²blicas seg¨²n las cuales el d¨¦ficit p¨²blico vuelva a estar el a?o que viene por encima del 3%, un peligro que tambi¨¦n corre Alemania, sobre todo a la vista del estancamiento que sufre una econom¨ªa europea que no acaba de presentar los s¨ªntomas del leve repunte anunciado una y otra vez para la segunda mitad de este a?o.
Cr¨ªticas
A dos semanas del refer¨¦ndum en Suecia para decidir si el pa¨ªs se incorpora al euro, el primer ministro sueco, Goran Persson, ha declarado al Financial Times que Alemania, Francia e Italia est¨¢n perjudicando con su actitud la econom¨ªa de la eurozona. Para Persson, si los tres pa¨ªses hubieran adoptado en los a?os noventa las medidas adecuadas, "ahora no nos encontrar¨ªamos en esta situaci¨®n".
Es decir, la ya hist¨®rica acusaci¨®n que se repite desde Bruselas: si en ¨¦poca de vacas gordas esos tres pa¨ªses hubieran emprendido medidas antic¨ªclicas y no expansivas, ahora hubieran podido aguantar el estancamiento y hasta la recesi¨®n en algunos casos sin ver disparados sus desequilibrios presupuestarios.
Con estos datos, los temores a que se supere el sagrado l¨ªmite del 3% de media en el d¨¦ficit p¨²blico de la eurozona al final de a?o empiezan a tomar consistencia. Un varapalo a la credibilidad del Pacto de Estabilidad que tambi¨¦n est¨¢ teniendo su efecto sobre la moneda europea. Las consecuencias tambi¨¦n se est¨¢n dejando notar en los mercados de bonos, conscientes los inversores de que estos pa¨ªses van a necesitar emitir m¨¢s deuda para cubrir sus d¨¦ficit p¨²blicos. Por ello, exigen una mayor rentabilidad cuando ahora ya la situaci¨®n financiera no es tan c¨®moda para algunos Estados europeos.
Advertencia a Par¨ªs
El pasado d¨ªa 3 de junio, el Consejo de la Uni¨®n Europea (UE) lanz¨® tres recomendaciones a Francia para que mejorara sus cuentas p¨²blicas: hacer esfuerzos suplementarios para frenar el avance del d¨¦ficit, reducir la deuda p¨²blica por debajo del 60% y emprender medidas para rebajar en el pr¨®ximo ejercicio su d¨¦ficit al menos en el equivalente al 0,5% del producto interior bruto (PIB) o m¨¢s si el desequilibrio presupuestario superaba el 3,5%.
Las dos primeras recomendaciones han sido incumplidas, pero la Comisi¨®n Europea lo certificar¨¢ oficialmente el pr¨®ximo 3 de octubre, es decir, a los cuatro meses de haber comunicado sus recomendaciones a los responsables del Gobierno de Francia.
De acuerdo con el Tratado de la Uni¨®n Europea, si un Estado "persiste" en no cumplir las recomendaciones, el Consejo de Ministros podr¨¢ lanzar una "advertencia" para que ese Estado ponga en marcha medidas determinadas "en un plazo determinado".
Si aun as¨ª no reacciona, y en ¨²ltimo caso, el Consejo podr¨¢ recomendar al Banco Europeo de Inversiones que "reconsidere" su pol¨ªtica de pr¨¦stamos con ese pa¨ªs, imponer a ¨¦ste un dep¨®sito o incluso una multa "de una magnitud apropiada".
Ninguna de estas posibles sanciones a Francia hacen la m¨¢s m¨ªnima mella en el vecino pa¨ªs. De entrada, porque la Comisi¨®n y el propio Consejo ya han demostrado con Alemania que en casos similares act¨²a con comprensi¨®n y hasta magnanimidad.
Pero, adem¨¢s, ninguna de esas medidas punitivas llegar¨¢n a materializarse si no es con el propio consentimiento franc¨¦s.
Por eso, s¨®lo las presiones de la Comisi¨®n y del resto de socios europeos podr¨ªan hacer rectificar a Par¨ªs en un momento en el que la locomotora alemana hace lo mismo, aunque guarde las formas. Francia y Alemania se hallan en una dif¨ªcil tesitura econ¨®mica y no son capaces de abordar el recorte de sus d¨¦ficit.
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