Un futuro para el campo
La Uni¨®n Europea necesita una pol¨ªtica agr¨ªcola m¨¢s justa y ecol¨®gica, que beneficie a los consumidores, al medio ambiente y a los agricultores, tanto de la UE como de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. La agricultura proporciona bienes p¨²blicos -como alimentos de calidad, medios de vida para la poblaci¨®n rural y paisajes- que no se pueden confiar a las fuerzas del mercado, y deben ser protegidos y promovidos. La UE necesita una pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n que act¨²e como motor de cohesi¨®n social entre las regiones europeas y proteja los intereses de los peque?os agricultores y ganaderos de Europa y de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Sin embargo, lo que tenemos es una agricultura centrada en la exportaci¨®n que florece gracias a la competencia desleal (dumping) y que beneficia a los grandes terratenientes y a las grandes empresas agr¨ªcolas. En cuanto organizaci¨®n internacional para el desarrollo, a Oxfam Internacional (Interm¨®n Oxfam en Espa?a) le preocupa especialmente el impacto exterior de la actual PAC. Al favorecer la producci¨®n excesiva y la competencia desleal en la exportaci¨®n, la PAC desestabiliza y deprime los mercados mundiales, destruyendo los mercados locales, de los que dependen muchos millones de peque?as explotaciones agropecuarias. Las consecuencias en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo son una mayor vulnerabilidad, el descenso de las rentas y la p¨¦rdida de oportunidades para reducir la pobreza.
El r¨¦gimen l¨¢cteo de la UE ilustra lo perjudicial que la PAC resulta para los pa¨ªses pobres: la UE subvenciona un nivel de producci¨®n de l¨¢cteos que excede enormemente la demanda interna, y facilita la venta de los excedentes mediante subvenciones a la exportaci¨®n. Oxfam ha documentado casos en Jamaica y en la Rep¨²blica Dominicana en los que las importaciones subvencionadas de la UE han provocado el hundimiento de las industrias l¨¢cteas locales. Al mismo tiempo, cooperativas de peque?os productores de l¨¢cteos en India se han visto expulsadas de los mercados regionales de Oriente Pr¨®ximo y de otras partes porque no pueden competir con los productos subvencionados de la UE.
El impacto negativo de la PAC no s¨®lo se hace sentir en el extranjero: en la UE, la PAC ha promovido la creaci¨®n de explotaciones agr¨ªcolas perjudiciales para el medio ambiente y que exigen una gran inversi¨®n de capital, provocando en el proceso un aumento en el precio de arrendamiento de las tierras y un endeudamiento agr¨ªcola. Tambi¨¦n ha aumentado la desigualdad entre grandes y peque?os agricultores europeos. De acuerdo con las cifras publicadas por la Comisi¨®n en octubre de 2002, aproximadamente la mitad de todos los pagos directos realizados por la PAC -unos 11.000 millones de euros- van a parar al 5% de beneficiarios de mayor tama?o, concentrados en ¨¢reas como la cuenca de Par¨ªs, la Baja Sajonia y East Anglia (Reino Unido). Menos de 2.000 de estos beneficiarios reciben m¨¢s de 300.000 euros al a?o, mientras que aproximadamente la mitad de los beneficiarios -la mitad m¨¢s pobre- reciben menos de 2.000 euros. Al asociar el desacoplamiento de las ayudas con las referencias hist¨®ricas, la futura PAC consolidar¨¢ a¨²n m¨¢s las desigualdades, y los peque?os productores seguir¨¢n perdiendo, especialmente en pa¨ªses como Espa?a, donde la vulnerabilidad del sector agr¨ªcola es elevada y la eficiencia del mercado es baja.
Adem¨¢s, muchos de los beneficios de la PAC se transfieren a los procesadores agr¨ªcolas. En el sector azucarero, se calcula que una sola empresa de Reino Unido -British Sugar- recibe unos 123 millones de euros del r¨¦gimen azucarero. Si el objetivo de la pol¨ªtica agr¨ªcola es responder a las preocupaciones p¨²blicas por el medio ambiente, por el bienestar de los consumidores y de las comunidades rurales pobres de cada pa¨ªs, y por la responsabilidad que Europa tiene de ayudar a reducir la pobreza en el exterior, es dif¨ªcil imaginar un arreglo peor que la actual PAC.
Por consiguiente, ?c¨®mo deber¨ªa ser la PAC? A Oxfam le gustar¨ªa lo siguiente:
1. Una PAC no orientada a la exportaci¨®n. Esto exigir¨ªa retirar paulatinamente todas las subvenciones agr¨ªcolas que permiten a la UE exportar productos a un precio inferior al coste de producci¨®n.
2. Una reforma radical del sector l¨¢cteo y del azucarero, con el objetivo de poner fin a la competencia desleal.
3. Un aumento sustancial de los recursos para desarrollo rural destinados a apoyar a las regiones menos favorecidas y econ¨®micamente fr¨¢giles de la UE.
4. Un firme cumplimiento de la legislaci¨®n medioambiental en toda la UE.
5. Normas para garantizar que los consumidores reciben una informaci¨®n clara sobre los alimentos que consumen, especialmente sobre los medios de producci¨®n y sobre la presencia de OMG [organismos modificados gen¨¦ticamente] en los productos agr¨ªcolas.
La reforma agr¨ªcola adoptada por la UE el mes pasado presagia muchos m¨¢s a?os de competencia desleal para los peque?os productores de pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, y resulta de poca ayuda para los peque?os productores, el medio ambiente y los consumidores europeos. Para los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, el acuerdo de Luxemburgo equivale a poco m¨¢s que una pantalla de humo tras la cual los pa¨ªses de la UE pueden reagrupar las subvenciones econ¨®micas concedidas a ciertos sectores, de manera que cumplan con las normas de la OMC. En la pr¨¢ctica, el nivel de ayuda interior recibida por los productores agropecuarios se mantendr¨¢, la naturaleza exportadora de la PAC no se ver¨¢ amenazada y las subvenciones a la exportaci¨®n seguir¨¢n igual que antes. Para empeorar las cosas, la UE sigue protegiendo a su sector agropecuario sin reconocer el derecho de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo a hacer lo mismo en las negociaciones de la OMC sobre agricultura.
La UE perdi¨® el mes pasado una oportunidad hist¨®rica para reformar sustancialmente la PAC, pero puede desempe?ar una funci¨®n clave en las negociaciones de la OMC sobre agricultura. En la pr¨®xima reuni¨®n ministerial de la OMC, que se celebrar¨¢ en Canc¨²n en septiembre de 2003, la Uni¨®n Europea tendr¨¢ que elegir de nuevo entre defender los intereses de las comunidades rurales de la UE y de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, o defender los intereses de los verdaderos beneficiarios del actual sistema: los grandes terratenientes y las empresas multinacionales. Dudo que el sol mexicano nos traiga una sorpresa.
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