"Estoy en un 'tembladeral"
El seleccionador argentino, Marcelo Bielsa, se rebela contra sus m¨²ltiples detractores tras el empate ante Chile
Como en una escena de c¨®mic o de dibujo animado, puede verse el serrucho incesante que recorta el piso all¨ª donde se para Marcelo Bielsa, el entrenador de Argentina. La prensa dependiente del poder que controla el negocio del f¨²tbol argentino le quiere hundir definitivamente en el abismo del olvido. El inesperado empate 2-2 de Argentina en casa frente a Chile, en el comienzo de la eliminatoria suramericana para la Copa del Mundo de Alemania 2006, estimul¨® las cr¨ªticas contra el entrenador. Argentina venc¨ªa 2-0 y pudo aumentar m¨¢s su ventaja, pero Chile ajust¨® los marcajes en el final y acert¨® en dos de los tres contraataques que intent¨®.
"?ndate, Bielsa" y "Grondona, NO a Bielsa", reclaman los carteles que cuelgan de las tribunas. El alto valor de las entradas, la tarde fr¨ªa y gris, la televisi¨®n en directo, desanim¨® a parte de los aficionados. Para los cr¨ªticos del entrenador, que el campo del River no estuviera colmado era "otra demostraci¨®n de que la gente no le perdona el fracaso en el Mundial". La operaci¨®n de desgaste de la autoridad de Bielsa desde que el capo de la AFA, Julio Grondona, le ofreciera la renovaci¨®n del contrato luego de que Argentina quedara eliminada en la primera fase de la ¨²ltima Copa del Mundo, est¨¢ dando resultados. El equipo se ha renovado. All¨ª est¨¢n ahora de titulares los pibes que quer¨ªa la mayor¨ªa, Andr¨¦s d'Alessandro, Pablo Aimar y C¨¦sar Delgado. Los tres responden a la demanda. Liderados por Aimar, tocan, juegan, llegan, se divierten. Detr¨¢s de ellos esperan turno Saviola y T¨¦vez.
Jugadores hay, entrenador tambi¨¦n, pero el malestar persiste. Bielsa coloca a Ver¨®n en el centro del campo, uno de los sobrevivientes del pasado a?o, y las barras bravas de las cabeceras le pitan en cuanto toca el bal¨®n. Quince minutos m¨¢s tarde se comprueba que Ver¨®n, junto con Aimar y D'Aleessandro, producen f¨²tbol de alta calidad y la mayor¨ªa les reconoce con el aplauso. El relevo del cansado Ver¨®n por Almeyda en la segunda parte terminar¨ªa por hacerle un favor a Chile.
Bielsa sabe que en el campo hay gente pagada para insultarle. Sabe que la raz¨®n ¨²ltima de las cr¨ªticas es su indoblegable honestidad y el orgullo con que resiste a la presi¨®n de los intermediarios y periodistas que quieren colocarle jugadores para aumentar su cotizaci¨®n o representan a otros entrenadores. Sabe que Grondona le dio la oportunidad de la revancha s¨®lo porque la AFA le deb¨ªa mucho dinero en d¨®lares y le ofreci¨® renovar el contrato en pesos. Sabe que todos ellos est¨¢n ahora esperando y deseando que Argentina pierda para colocar a un empleado en su sitio.
Por ahora, aguanta. ?Cu¨¢nto m¨¢s? Bielsa no descarta su renuncia en el futuro inmediato: "Estoy luchando en un tembladeral. ?Qu¨¦ le voy a decir? ?Que soy indestructible? No, pero aqu¨ª estoy. No es correcto vanagloriarse de una solidez que uno no sabe si siempre va a tener". Tenso, nervioso, sin poder contener por momentos la indignaci¨®n que siente, el entrenador de Argentina se defiende ahora como nunca lo hab¨ªa hecho antes: "En el f¨²tbol argentino predomina un mensaje perverso que dice que el que pierde se tiene que ir y lo que me da much¨ªsima tristeza es que todo esto termina siendo ley (...). No hay m¨¦todo m¨¢s poderoso para educar que los medios de comunicaci¨®n y me rebelo contra los mensajes que se env¨ªan (...) Alguna vez pens¨¦ que mi moderaci¨®n en el ¨¦xito me la iban a devolver en el dolor, pero, no, te terminan de masacrar".
Para que no queden dudas de que est¨¢ dispuesto a enfrentarse a sus enemigos, Bielsa advierte: "Mientras yo estuve aqu¨ª y mientras siga, no habr¨¢ empresarios, ni intermediarios ni se realizar¨¢n negocios de ning¨²n tipo. Si el precio para armonizar con los intereses de los dem¨¢s es que yo tengo que hacer diferencias con los medios m¨¢s poderosos de la prensa, no las voy a hacer por ninguna causa".
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