Un aterrizaje forzoso lo m¨¢s suave posible

Regresar a las aulas despu¨¦s de casi tres meses de vacaciones no tiene por qu¨¦ significar un drama para los escolares. Sin duda, el mayor impacto lo sufren los que se enfrentan por primera vez a la guarder¨ªa o colegio. Porque "problemas existen en todas las edades, pero los m¨¢s peque?os son los que m¨¢s se resienten. De cero a tres a?os, el ni?o est¨¢ todav¨ªa en un periodo de m¨¢ximo apego con sus progenitores o con la persona que le cuida y su entrada al colegio concide con esta edad", cuenta la profesora de Evaluaci¨®n Psicol¨®gica de la UNED, Victoria del Barrio.

El sufrimiento de los m¨¢s peque?o radica b¨¢sicamente en dos cuestiones: la llegada a un sitio que no conoce y, sobre todo, la de tener que separarse de su ¨¢mbito familiar, su reino, en el que est¨¢n c¨®modos y seguros.

Padres y profesores deben poner ahora los medios para ilusionar a los alumnos

El mayor impacto lo sufren los que se enfrentan por primera vez al mundo escolar

En este caso los expertos recomiendan mucha calma. "Hay que tranquilizar a los padres y hacerles saber que el sufrimiento de sus hijos s¨®lo se da en el momento de la separaci¨®n, porque la congoja les dura poco, aunque se repita en d¨ªas posteriores", se?ala Del Barrio. Lo normal es que las quejas se prolonguen durante una semana. S¨®lo un peque?o porcentaje contin¨²a llorando todo el d¨ªa y suelen ser ni?os superprotegidos.

Lo que nunca hay que hacer, seg¨²n los especialistas, es cortar el h¨¢bito y dejar de llevar al ni?o a la guarder¨ªa o al colegio una vez que han comenzado a hacerlo, ya que el h¨¢bito genera seguridad y si lo rompen cuando vuelvan tendr¨¢n que enfrentarse a los mismos miedos. Adem¨¢s, los especialistas advierten de que durante toda la vida hay una cierta novedad y por eso es bueno preparar a los ni?os desde peque?os para los cambios. El ni?o empieza a disfrutar realmente del colegio cuando ya tiene capacidad comunicativa, a los tres a?os.

Tampoco es aconsejable dejarse manipular por los chantajes emocionales de los hijos, casi siempre cuando tienen entre los cinco y los siete a?os. "Muchos saben que si vomitan sus padres les dejar¨¢n en casa sin ir al colegio", explica Del Barrio. De ah¨ª que transmitirles seguridad sea una de las recetas pedag¨®gicas que nunca falla. "A un ni?o que lo pasa mal hay que darle una retroalimentaci¨®n positiva y nunca negativa; vamos, hay hablarle como Alicia en el pa¨ªs de las maravillas", dice Del Barrio. En esto coincide el director del departamenteo de Psicolog¨ªa Evolutiva de la Educaci¨®n de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, Jos¨¦ Luis Linaza, quien insiste en que los padres y profesores "han de poner todos los medios para que los alumnos comiencen el curso animados, ya que esto muchas veces no sucede as¨ª. No se puede dar por supuesto que los chicos est¨¢n interesados en los estudios porque s¨ª".

El miedo entre alumnos mayores por la vuelta al colegio es distinta. Su disgusto no se basa en tener que separarse de sus padres, sino en que algunos asocian el colegio como un lugar donde lo pasan mal, ya sea acad¨¦micamente o por no tener una buena relaci¨®n con los compa?eros.

"A un porcentaje elevado de estudiantes, el curso anterior les ha resultado frustrante. Quiz¨¢ por no haber descubierto herramientas ¨²tiles para entender el mundo que les rodea. Y es que no se puede desconectar el aprendizaje para la escuela del aprendizaje para la vida", se?ala Linaza.

La decana de la Facultad de Psicolog¨ªa de la UNED, Encarnaci¨®n Sarri¨¢, aconseja a los padres estar atentos de los cambios que puedan experimentar sus hijos a principio de curso; por ejemplo, si han cambiado de compa?eros o de grupo. "Hay que dialogar mucho con ellos para hacerles entender que lo inevitable puede tener beneficios a largo plazo", se?ala. Del Barrio indica lo mismo: "Hay que ver si se han puesto m¨¢s tristes o si no duermen bien porque puede significar que algo pasa". Tambi¨¦n insiste en que hay que hablar mucho con ellos, "aunque sea de temas intranscendentes para fomentar el h¨¢bito a hablar y puedan salir m¨¢s adelante cuestiones mucho m¨¢s transcendentes".

Adem¨¢s, los especialistas recomiendan que los progenitores grad¨²en el cambio de las vacaciones a la escuela y que ¨¦ste sea lo menos brusco posible. As¨ª lo se?ala la decana de la Facultad de Psicolog¨ªa de la UNED, Encarnaci¨®n Sarri¨¢: "Los padres deben anticipar algunos aspectos. Por ejemplo, acost¨¢ndoles m¨¢s temprano unos d¨ªas antes de que empiece el colegio, o levant¨¢ndolos m¨¢s pronto". Esta experta a?ade que tambi¨¦n es bueno que padres e hijos se enfenten al material escolar juntos para que se familiaricen con ¨¦ste.

Porque como asegura Linaza: "No se puede empezar el curso como si nada. Los padres y profesores deben de dedicar un buen tiempo a sus alumnos con el fin de que haya una buena interacci¨®n entre ellos".