El sector duro del BNG se opone a que Beiras "pilote" su sucesi¨®n

La renuncia de Xos¨¦ Manuel Beiras a seguir encabezando las listas electorales del BNG va a poner a prueba en las pr¨®ximas semanas los delicados equilibrios internos del nacionalismo gallego. Beiras ha dejado claro que si desiste de presentarse de nuevo como candidato a la Xunta es para volcar su esfuerzo en "pilotar" la futura estrategia del BNG y su necesaria "puesta al d¨ªa". Pero el sector mayoritario y que encarna la l¨ªnea m¨¢s ortodoxa, la Uni¨®n do Povo Galego (UPG), se opone a que Beiras mantenga su cargo de portavoz nacional de la organizaci¨®n.

El senador Anxo Quintana y el eurodiputado Camilo Nogueira ya se han mostrado dispuestos a optar a la sucesi¨®n en la asamblea convocada para noviembre.

Los dirigentes del BNG no se cansan de explicar su peculiaridad organizativa, y la insistencia no suena exagerada. Desde su fundaci¨®n, en 1982, siguiendo el viejo esquema del "frente de partidos", el BNG ha convivido con la desproporci¨®n entre el papel de Beiras como claro referente social y su influencia en los asuntos internos, mucho m¨¢s modesta. La organizaci¨®n del BNG ha seguido descansando en su esqueleto originario, la UPG, un grupo al que no pertenece Beiras y que ha mostrado un creciente pragmatismo sin renegar de su condici¨®n de "partido comunista patri¨®tico". Ninguno de los otros cinco partidos o corrientes internas ni el 75% de militantes del BNG que no se integran en grupos organizados ha podido competir con la hegemon¨ªa de la UPG.

Las siempre dif¨ªciles relaciones entre Beiras y el aparato del Bloque se envenenaron tras el rev¨¦s en las elecciones auton¨®micas de 2001. Por primera vez, la UPG reclam¨® la retirada de Beiras, de 67 a?os, una personalidad singular, un intelectual metido a pol¨ªtico, imprevisible y poco disciplinado. Tras un largo periodo de meditaci¨®n, Beiras anunci¨® a finales de agosto que renunciaba a presentarse otra vez como candidato a la Xunta. Pero no era una retirada sin m¨¢s. Ante el Consello Nacional, m¨¢ximo ¨®rgano del BNG, reunido el pasado s¨¢bado para convocar la asamblea de noviembre, Beiras reiter¨® que aunque no pretende ejercer ninguna "tutela" s¨ª aspira a "pilotar" la estrategia de la organizaci¨®n. La UPG se apresur¨® a reclamar que el futuro candidato a la Xunta ejerza tambi¨¦n como portavoz nacional, el primer cargo en el escalaf¨®n interno, que ahora corresponde a Beiras.

Mensaje nacionalista

En la disputa subyace un debate que no se ha explicitado en los ¨²ltimos d¨ªas, pero que sobrevuela desde hace meses. La UPG, sobre todo a trav¨¦s de su dirigente hist¨®rico, Francisco Rodr¨ªguez, portavoz del BNG en el Congreso de los Diputados, reclama que se acent¨²e el mensaje nacionalista y avisa de que el ansia de crecer electoralmente no puede desnaturalizar el proyecto. Beiras, por el contrario, insiste en la necesidad de una "puesta al d¨ªa" y de abrirse a sectores no estrictamente nacionalistas. En esa misma idea incidi¨® el senador Anxo Quintana, actual n¨²mero dos de la ejecutiva, cuando anunci¨® el s¨¢bado ante el Consello Nacional su prop¨®sito de aspirar a la sucesi¨®n de Beiras si logra aglutinar cierto consenso. Quintana, de 44 a?os, que no est¨¢ integrado en ninguna corriente, se ofrece a encabezar un relevo generacional pactado con el grupo que dirige el BNG desde su fundaci¨®n. Seg¨²n todas las fuentes consultadas, contar¨ªa con el apoyo t¨¢cito del propio Beiras.

Tambi¨¦n el eurodiputado Camilo Nogueira, de 67 a?os, ha anunciado su candidatura proclamando que est¨¢ dispuesto a formar un d¨²o con Beiras, a respetar el papel hist¨®rico de la UPG y a reconstruir el "di¨¢logo interno". De momento, la UPG no ha mostrado sus preferencias. Y en la direcci¨®n del BNG algunos no descartan que pudiese promover un candidato propio.