Un secundario magistral
Tras su adi¨®s al t¨¦rmino de los JJ OO de Sidney, Herreros ha vuelto a la selecci¨®n espa?ola para aportar su experiencia en el Europeo de baloncesto
Por su apariencia, cabeza rapada y sonrisa permanente, nadie dir¨ªa que es el m¨¢s veterano de la selecci¨®n espa?ola de baloncesto. Pero pasa a su lado uno de los cachorros de la nueva camada y le llama cari?osamente "abuelo". Alberto Herreros, que, a sus 34 a?os, es tres meses mayor que el entrenador, Moncho L¨®pez, irradia felicidad. La gran figura de los 90, el mejor anotador en la historia de la Liga espa?ola, ha vuelto al equipo nacional, tras haber renunciado a ¨¦l hace tres cursos, aun sabiendo que su papel ser¨ªa secundario. Sin embargo, todos, t¨¦cnicos y jugadores, se deshacen en elogios hacia ¨¦l y dicen necesitar de su experiencia, la que le da haber disputado dos Juegos Ol¨ªmpicos, tres Campeonatos del Mundo y cuatro de Europa y haber sido m¨¢s de 160 veces internacional.
Herreros, el mejor encestador absoluto del Mundial de 1998 y del Europeo de 1999, en el que Espa?a logr¨® la plata, es ahora, por minutos, el d¨¦cimo jugador del equipo. En el Europeo de Suecia, en tres partidos, s¨®lo ha sumado 7 puntos y estado 23 minutos en la pista. "Mi aportaci¨®n ha sido floja. Espero mejorarla. Pero los dem¨¢s han estado a un gran nivel. Eso es lo importante", cuenta. Sentado en la mesa de anotadores, tras la primera sesi¨®n de entrenamiento, ayer, en el impresionante Golden Blobe, de Estocolmo, el pabell¨®n esf¨¦rico m¨¢s grande del mundo (13.000 espectadores), afirma Herreros que no sue?a con otra cosa que no sea una medalla.
Tras la decepcionante experiencia de Sidney 2000, donde acab¨® lesionado, y poco antes de que naciera su tercer hijo, Herreros renunci¨® a la selecci¨®n con el convencimiento de que nunca regresar¨ªa a ella. Incluso dio una respuesta negativa en primera instancia al vicepresidente de la federaci¨®n, Jos¨¦ Luis S¨¢ez, hace tres meses y medio. Pero Mercedes, su esposa, viendo lo mal que hab¨ªa digerido la nefasta ¨²ltima temporada vivida con el Madrid, le anim¨® a que aceptara el ofrecimiento. "Era como un le¨®n enjaulado. Lo pas¨¦ muy mal. Ella se dio cuenta enseguida de que volver a la selecci¨®n pod¨ªa ayudarme, de que ten¨ªa el gusanillo, de que lo necesitaba. Adem¨¢s, estaba bien preparado y fresco f¨ªsicamente", explica Herreros, que en julio renov¨® por otra temporada con el club madridista.
L¨®pez considera que el alero aporta equilibrio al equipo por su experiencia y las caracter¨ªsticas de su juego. "Nos ayuda a afrontar situaciones espec¨ªficas en las que su tiro y su capacidad de decisi¨®n pueden completar nuestras armas", dice. Gasol, Navarro, todos..., elogian a Herreros, que recuerda que quien gui¨® sus primeros pasos en la selecci¨®n, en 1990, fue Epi. "Es cierto", conviene; "mis compa?eros me tienen mucho respeto, pero yo s¨®lo soy uno m¨¢s. Trato de darles consejos. Es algo que sale de m¨ª mismo. Ellos saben escuchar, algo complicado en los tiempos que corren". Tiempos en los que la edad de las figuras ronda los 20 a?os y en los que jugar en la NBA no es tan ut¨®pico como cuando ¨¦l, en 1994 y 1996, lo hizo en unos campus de verano en Estados Unidos y fue pretendido por los Pacers de Indiana y los Grizzlies, entonces de Vancouver.
Herreros admira la calidad de las ¨²ltimas hornadas. "No s¨¦ si ¨¦sta es la mejor selecci¨®n de la historia, pero va a costar que salga otra generaci¨®n con jugadores de tanto talento. Nunca hemos contado con un p¨ªvot como Gasol ni con un l¨ªnea de jugadores interiores como ahora. Espa?a formaba un conjunto de bajitos que jugaban por fuera y este a?o tal vez seamos el m¨¢s completo en p¨ªvots y gente que puede decidir".
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