Larga espera
La larga espera llega a su fin. Resulta un poco absurdo que el calendario de competici¨®n provoque que dos equipos, Espa?a y Grecia, tengan que sufrir un par¨®n de actividad de ?cuatro d¨ªas! justo en la mitad del torneo. Son demasiadas horas para entrenar, ver v¨ªdeos, pensar, so?ar, divagar, aburrirse, comerse el coco, jugar con el ordenador, atender a los medios de comunicaci¨®n, leer algo m¨¢s que prensa deportiva, ponerse nervioso, relajarte, pensar que est¨¢ chupado, pensar que igual la pifiamos, etc... Todo ello sin un m¨ªsero partido que echarse a las piernas para evitar perder el ritmo competitivo. Hasta puedes acabar elucubrando sobre el sexo de los ¨¢ngeles. As¨ª, en estos d¨ªas se ha debatido en algunos medios si esta selecci¨®n es la mejor de la historia. O si a Gasol ya se el puede considerar como el n¨²mero uno por encima de Emiliano, Brabender, Corbal¨¢n, Epi y Fernando Mart¨ªn, quinteto estelar del baloncesto espa?ol. No es mal tema para pasar el rato, pero tiene la misma poca consistencia que cualquier debate que enfrente hechos con posibilidades. Si Espa?a llega a la final, se podr¨ªa empezar a abordarlo, pero hasta entonces, lo importante e inmediato es que Israel est¨¢ enfrente.
Todos los an¨¢lisis invitan al optimismo. Espa?a llega sobrada, Israel a trancas y barrancas. Muy lejos quedan los gloriosos tiempos de Berkowitz, Aroesti y compa?¨ªa, cuando Israel y el Maccabbi contaban con el prestigio y reconocimiento de toda Europa. Desde entonces no han aparecido en lugares de privilegio, lo que siempre es significativo. A tenor por lo explicado por los jugadores espa?oles, opini¨®n siempre a tener en cuenta, lo que m¨¢s preocupa es que defienden mucho tiempo en zona y son duros, versi¨®n pol¨ªtica del m¨¢s coloquial "dar mucha le?a". Vamos, que de aspectos relacionados con el talento, bien poco. Lo de la zona tiene su peligro, pues es enfermedad frecuente el atragantamiento y ni siquiera equipos con grandes artilleros est¨¢n inmunizados contra una mala tarde . Ya se sabe la din¨¢mica negativa: no entran los tiros exteriores, se cierra la defensa, se espesa el ataque, se desespera el equipo. No ser¨ªa de extra?ar que fuese el d¨ªa en el que Herreros cumpla su pen¨²ltimo servicio en la selecci¨®n. En cuanto a lo de la dureza, si algo ha demostrado esta selecci¨®n es su templanza y paciencia ante estas situaciones.
Otro asunto m¨¢s peliagudo es el que apunta a los estados de ¨¢nimo, a las posibles ansiedades, al v¨¦rtigo del cara o cruz. Israel lucha por hacer historia, Espa?a por cumplir su objetivo m¨ªnimo dentro de la euforia de dif¨ªcil control en la que se haya inmersa. Siendo incuestionable su superioridad t¨¦cnica y t¨¢ctica, s¨®lo por el camino de las emociones puede abrirse una brecha para que no se cumpla lo que dicta la l¨®gica. Comienza una nueva historia, tan apasionante como peligrosa.
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