Brasil logra unir a China, India, Argentina y Sur¨¢frica en un potente grupo de presi¨®n
Los cinco pa¨ªses son los ¨²nicos capaces de poner nerviosos a EE UU y a la UE
Todav¨ªa es pronto para saber ad¨®nde llevar¨¢ ese acuerdo, ni si se podr¨¢ mantener por mucho tiempo, pero la realidad es que hoy por hoy son los aut¨¦nticos protagonistas de la OMC y que tras ellos se han colocado otros muchos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, necesitados de referentes y de fuerza. Probablemente, todo tiene que ver con la presencia de Lula en Brasil, y la m¨¢s reciente de Kirchner en Argentina, pero sobre todo con la incorporaci¨®n de China, el mayor mercado del mundo, y de India, que hasta ahora hab¨ªa preferido actuar por libre y que tiene fama de ser uno de los negociadores m¨¢s duros y expertos del mundo. Son ellos, junto con Sur¨¢frica, los que han convertido la agricultura en el centro de esta cumbre y quienes han hecho del algod¨®n el s¨ªmbolo con el que medir hasta qu¨¦ punto los pa¨ªses ricos est¨¢n dispuestos a respetar la idea de la "Ronda del Desarrollo", la ocasi¨®n para aprobar normas de comercio que ayuden a sacar de la pobreza a millones de personas permiti¨¦ndoles exportar sus producciones agr¨ªcolas.
Brasil, India o China no son Mal¨ª o Burkina Faso, dos pa¨ªses que ni tan siquiera disponen de abogados o t¨¦cnicos capaces de preparar una demanda contra EE UU por distorsionar el mercado del algod¨®n por encima incluso de lo que ellos mismos acordaron hace pocos a?os. Los funcionarios, t¨¦cnicos y abogados internacionales brasile?os prepararon durante seis meses un texto demoledor que ahora es el pliego de cargos m¨¢s le¨ªdo en Canc¨²n.
El grupo de los cinco puede hacer cambiar la pol¨ªtica de alianzas m¨¢s tradicional de la OMC, la que hace que EE UU y la UE act¨²en siempre con un pacto de no agresi¨®n que beneficia a sus grandes grupos econ¨®micos y comerciales, y que tambi¨¦n ayuda a proteger a sectores que son relativamente peque?os, pero que tienen una fuerte influencia electoral.
EE UU y la UE tienen modelos agr¨ªcolas distintos, pero se defienden de un enemigo com¨²n. Romper ese frente parece imposible, pero estar¨¢ algo m¨¢s cercano si los cinco se empe?an en protagonizar un nuevo juego de poderes. Todo ello sin perder de vista que los cinco tampoco act¨²an como campeones de los m¨¢s pobres en todas las ocasiones y que ellos mismos mantienen tarifas aduaneras excepcionalmente altas para muchos productos de sus pa¨ªses vecinos. As¨ª que si los cinco intentan romper el frente Estados Unidos-Europa, Washington y Bruselas, por su parte, tambi¨¦n procuran atraerse con peque?as concesiones a los pa¨ªses pobres. Lo que est¨¢ claro es que un fracaso total de Canc¨²n perjudicar¨ªa sobre todo a los pa¨ªses m¨¢s pobres.
Algunas ONG, como Focus on the South, de Walden Bello, aseguran que es mejor que la OMC entre en una crisis definitiva. Otros creen que ¨¦sa es una postura puramente ideol¨®gica y que la OMC es uno de los pocos organismos en los que los pa¨ªses m¨¢s pobres pueden realmente hacerse o¨ªr.
Son los pa¨ªses ricos los que pueden aguantar sin acuerdos multilaterales. De hecho, la Administraci¨®n de George Bush est¨¢ desarrollando una agresiva pol¨ªtica de regionalismo econ¨®mico, con acuerdos bilaterales en los que no existe casi transparencia y que dejan m¨¢s desprotegidos todav¨ªa a los gobiernos de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.
Las cumbres de la OMC permiten, adem¨¢s, algo fundamental para los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo y, sobre todo, para los que est¨¢n sumidos en una gran pobreza: la movilizaci¨®n de las opiniones p¨²blicas de los pa¨ªses ricos, algo que no se puede conseguir en negociaciones bilaterales. Canc¨²n, como otras reuniones anteriores, es escenario de un esfuerzo desesperado de las mayores ONG para atraer la mirada de millones de ciudadanos del mundo desarrollado. Se trata de hacer llegar a los votantes europeos y norteamericanos, a trav¨¦s de los periodistas, de las manifestaciones y de todo tipo de actos, que ¨¦stas son las negociaciones que m¨¢s directamente cambian el modo de vida de millones de personas en los lugares m¨¢s desesperanzados del mundo.
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