La familia de Lorca pide que no se abra la fosa porque "no aporta nada"

Seis sobrinos de Federico Garc¨ªa Lorca han explicado en una carta por qu¨¦ no quieren que se reabra la fosa com¨²n donde est¨¢ enterrado el poeta desde su asesinato en 1936 en Alfacar (Granada). Consideran que las circunstancias de la muerte son conocidas, que su exhumaci¨®n "no va a aportar nada a la verdad hist¨®rica" y que "desvirtuar el lugar" con la exhumaci¨®n "puede abrir una puerta al olvido definitivo".

La carta detalla todos los argumentos de la familia Garc¨ªa Lorca en contra de la exhumaci¨®n, y llega al extremo de augurar un futuro negro si se opta por ellas: "Exhumar los cad¨¢veres de las personas identificadas ya, enterradas luego en fosas comunes, y de las que se conocen las circunstancias de la muerte, podr¨ªa llegar a falsear la historia. La existencia de una fosa com¨²n es parte de la verdad hist¨®rica. Adem¨¢s, en los tiempos que corren, existe el peligro de que, una vez desenterrados y trasladados los cad¨¢veres, los lugares de las fosas den paso a colonias de chalets. Esto s¨ª que ser¨ªa desvirtuar la memoria".

La carta est¨¢ firmada por Vicenta, Concepci¨®n y Manuel Fern¨¢ndez-Montesinos Garc¨ªa, y por Gloria, Isabel y Laura Garc¨ªa-Lorca de los R¨ªos, sobrinos carnales del dramaturgo granadino y leg¨ªtimos herederos, seg¨²n su propia definici¨®n.

La familia de Garc¨ªa Lorca ha supuesto hasta ahora el mayor escollo para la reapertura de la fosa com¨²n en la que est¨¢ enterrado uno de los cad¨¢veres m¨¢s insignes de la Guerra Civil espa?ola. Sin embargo, la exhumaci¨®n sigue adelante gracias a la petici¨®n de los familiares de dos compa?eros de fosa del poeta -un maestro y un banderillero- apoyados por la Asociaci¨®n por la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica. As¨ª lo confirm¨® ayer el alcalde de Alfacar, Juan Caballero, quien asegura que los expedientes administrativos siguen su curso y cuentan con el apoyo de la Junta de Andaluc¨ªa.

La carta reconoce el derecho de estos familiares a recobrar los restos de los suyos. Los familiares no se muestran contrarios a la reapertura de fosas que se produce en toda Espa?a: "Somos decididos partidarios de que no se deje de remover ni una sola piedra para que la verdad y la memoria hist¨®rica salga a relucir y sea conocida por todos. Si para que se sepa esa verdad hay que hacer exhumaciones, por doloroso que sea el proceso, no nos opondr¨ªamos nunca". Pero distinguen la memoria p¨²blica de la "privada", la familiar. Creen que ya se conocen las circunstancias de la muerte a manos de "aquel inicuo r¨¦gimen que tuvo que echar mano del asesinato y del terror, porque sin ellos nunca hubiera podido imponerse". Y por eso sostienen: "Que sus restos mortales est¨¦n m¨¢s all¨¢ o m¨¢s ac¨¢ dentro del paraje donde se sabe que fue enterrado nada va a aportar a la verdad hist¨®rica".

La carta sostiene recuerda que, en 1955 , la dictadura de Franco ya intent¨® "violar ese lugar de la memoria p¨²blica, buscando la exhumaci¨®n del cad¨¢ver". "Como es natural la familia se neg¨®. Entendemos que Federico era testigo -m¨¢rtir- de la represi¨®n colectiva y que en cierto modo su nombre y su fama proteg¨ªan y arropaban a los miles de v¨ªctimas unidas en la muerte". La carta cita otra de la escritora Marguerite Yourcenar quien, tras visitar la zona en 1960, escribi¨®: "No cabe imaginar m¨¢s hermosa sepultura para un poeta".