Consejos para escritores

A los 80 a?os, Norman Mailer es el gran patriarca de la literatura norteamericana, por lo que en la actualidad ocupa un lugar similar en las letras anglosajonas al que en vida tuvo Ernest Hemigway. Pero Mailer contin¨²a tan pol¨¦mico como siempre, afirmando que el 11 de septiembre abri¨® las puertas para el expansionismo imperial estadounidense, o que no hay mejor villano contra el que luchar que Sadam Husein.

Su nuevo libro, The spooky art (El arte espectral, aunque la palabra inglesa tiene tambi¨¦n el significado de aterrador), es una recopilaci¨®n de declaraciones hechas por Mailer sobre el arte de escribir y publicadas previamente en libros, entrevistas y conferencias, pero provenientes en su mayor¨ªa de Anuncios de m¨ª mismo (1959), una entrevista publicada en The Paris Review; Diez mil palabras por minuto (1962), su cr¨®nica de la pelea por el t¨ªtulo de los pesos pesados entre Sonny Liston y Floyd Patterson, o Por qu¨¦ estamos en Vietnam (1967), un ensayo sobre esa guerra.

El libro, escrito a la manera de una conversaci¨®n, discute t¨®picos como el uso de la primera o la tercera persona en una narraci¨®n ("no es f¨¢cil escribir en primera persona sobre un personaje que es m¨¢s fuerte y m¨¢s valiente que t¨². Pero hay que hacerlo porque si todos tus personajes tienen tu mismo nivel, no te enfrentas a temas m¨¢s importantes"), la necesidad de mantener una disciplina, los problemas de un ¨¦xito temprano o el tener que enfrentarse con cr¨ªticas negativas, a las que achaca principalmente su mal humor, que Mailer considera un problema grave para un escritor.

"Tengo una regla, s¨®lo una", afirma por ejemplo para explicar la determinaci¨®n necesaria para escribir. "Si te dices a ti mismo que vas a sentarte ma?ana en el escritorio, est¨¢s mediante esa declaraci¨®n pidi¨¦ndole ya a tu subconsciente que prepare el material".

El autor de libros tan significativos como Los desnudos y los muertos, Los ej¨¦rcitos de la noche o La canci¨®n del verdugo, dice que en la actualidad los escritores han dejado de ser la m¨¦dula de un pa¨ªs, como afirma que era el caso de Dostoievski y Toslt¨®i en Rusia, Dickens y Thackeray en Inglaterra, y Zola, Balzac o Proust en Francia. Mailer comenta adem¨¢s en el libro la obra de escritores como Mark Twain, Herman Melville, William Faulkner, Ernest Hemingway, Saul Bellow, William Burroughs o Samuel Beckett, de quien dice pr¨¢cticamente que no haber le¨ªdo. Respecto a novelistas actuales como Jonathan Franzen, autor de Las correcciones, a quien alaba, dice que con el talento que tiene deber¨ªa haber escrito una novela mucho m¨¢s ambiciosa.