El arte portugu¨¦s salta las fronteras para mostrar su riqueza y variedad en Badajoz
El MEIAC presenta una selecci¨®n de la colecci¨®n privada m¨¢s rigurosa del pa¨ªs vecino
A trav¨¦s de cuadros, fotograf¨ªas e instalaciones, el Museo Extreme?o e Iberoamericano de Arte Contempor¨¢neo (MEIAC) de Badajoz propone un amplio y riguroso recorrido por el arte contempor¨¢neo portugu¨¦s de los ¨²ltimos 40 a?os. 62 obras -de las cerca de 800 que tiene la Colecci¨®n de la Caixa General de Dep¨®sitos- permiten por primera vez en Espa?a la posibilidad de contemplar de manera colectiva "a los creadores portugueses que han alcanzado una dimensi¨®n internacional", tal como puntualiza el comisario de esta gran antol¨®gica, Antonio Pinto.
Registrar y salvaguardar las obras de los j¨®venes creadores que han protagonizado las tendencias actuales del arte portugu¨¦s y recuperar del olvido piezas de artistas de otras generaciones, en algunos casos desaparecidos, son las premisas con las que comenz¨® a gestarse la Colecci¨®n de Arte Contempor¨¢neo de la Caixa General de Dep¨®sitos. Actualmente est¨¢ integrada por cerca de 800 obras, 62 de las cuales pueden verse en el MEIAC pacense. "?sta es una posibilidad ¨²nica de conocer el arte portugu¨¦s que se ha hecho a partir de los a?os sesenta, con la posibilidad, adem¨¢s, de confrontar las obras de los que trabajaron dentro con las de los extrangerado, los creadores lusos que a ra¨ªz de la revoluci¨®n de los claveles se instalaron en otros lugares de Europa", se?ala Pinto. "Fue el aldabonazo de salida para los pintores que hasta entonces hab¨ªan vivido de puertas para dentro, y a partir de ese momento se proyectan al exterior".
F¨¢tima Ramos, vicepresidenta de Culturgest, el departamento que aglutina las actividades culturales de La Caixa, recuerda que la historia de la colecci¨®n de arte se remonta a 1983 cuando la entidad de ahorro comenz¨® a adquirir las primeras obras. Pero fue sobre todo a partir de 1990, con la entrada en el grupo de Fernando Calhau, cuando se establecen los principios b¨¢sicos que regir¨¢n las futuras adquisiciones: arte portugu¨¦s, exclusivamente, y con los a?os sesenta como fecha de arranque. "Una colecci¨®n es tambi¨¦n de alg¨²n modo un archivo, y en ese sentido es el registro material de un tiempo y de un contexto", puntualiza la propia F¨¢tima Ramos en el cat¨¢logo de la muestra.
Tres apartados
La exposici¨®n se articula sobre tres apartados. Las primeras obras que contempla el espectador corresponden a los artistas de los a?os sesenta: Julio Pomar, Paula Rego... Es la ¨¦poca en la que el arte contempor¨¢neo portugu¨¦s realizaba una aut¨¦ntica traves¨ªa del desierto y algunos de sus m¨¢s destacados representantes iniciaban una nueva etapa cruzando las fronteras lusas.
El siguiente escal¨®n lo construyen las obras de artistas que datan sus obras en los a?os ochenta y noventa, como Suzane Themlitz, Filipa C¨¦sar, Rui Chafes, Michael Biberstein, Molder y Julio Sarmiento, entre otros, que en palabras del director del MEIAC, Antonio Franco, "han dado visibilidad al arte contempor¨¢neo portugu¨¦s".
El tercer y ¨²ltimo apartado aglutina a los artistas actuales, como Andr¨¦ Cepeda, Joan Vasconcelos y Leonor Antunes, que incorporan instalaciones y fotograf¨ªas. "Es evidente que ahora hay un inter¨¦s de Europa por el arte portugu¨¦s", subraya Pinto.
La muestra es lo suficientemente variada en tem¨¢ticas y t¨¦cnicas que permite al espectador asumir ya una referencia clara del arte portugu¨¦s de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Bell¨ªsimas fotograf¨ªas a color de Gra?a Pereira con una serie sobre el agua; misteriosa obra de metal sobre madera de Marcos Coelho; de un color exultante el acr¨ªlico sobre tela de Paula Rego, sugerente la visi¨®n de "voces" que realiza Nelson Leiner y desconcertadores los "azulejos" de Adriana Vajerao.
Pero la amplia exposici¨®n permite adem¨¢s constatar el deseo cada vez m¨¢s fuerte de la cultura lusa por proyectarse hacia el exterior. A partir del a?o 2000, Culturgest inici¨® un proceso de internacionalizaci¨®n de su colecci¨®n, pasando a integrar a artistas del ¨¢rea lus¨®fona: Brasil (ah¨ª est¨¢ el caso de Caaio Reisewitz), Mozambique y otros pa¨ªses africanos. "Este cambio se tradujo en una nueva percepci¨®n del mundo y del arte", dice F¨¢tima Ramos. "La existencia de unos fuertes lazos (lengua y colonizaci¨®n) exigen que procuremos estudiar y mostrar que vivimos en una ¨¦poca de revisi¨®n de la historia del arte, a cuya producci¨®n se debe estar atento".
Hay en la muestra fotograf¨ªas, cuadros, esculturas e instalaciones, y la sorprendente biblioteca titulada Autores que se suicidaron, una interesante propuesta de Fernanda Fragateiro. El recorrido pl¨¢stico se interrumpe bruscamente, y el p¨²blico se encuentra con unas estanter¨ªas con libros y una serie de bancos que invitan a la palabra y a la lectura. En los estantes, el improvisado lector puede acudir a Paul Celan, G¨¦rard de Nerval, Maupassant, Klaus Mann y Walter Benjamin. "Esta colecci¨®n muestra la diversidad de opciones est¨¦ticas y generacionales necesaria para una visi¨®n amplia y cr¨ªtica del arte moderno y contempor¨¢neo en Portugal", dicen los responsables de la Caixa.
La exposici¨®n confirma adem¨¢s la condici¨®n de maestro de ceremonias en que se ha convertido el MEIAC extreme?o a la hora de descubrir el arte portugu¨¦s. "El MEIAC se ha convertido en referente del arte portugu¨¦s actual. Es nuestro principio inspirador", recuerda el director del museo, Antonio Franco, orgulloso de ofrecer con esta exposici¨®n "la mejor colecci¨®n del arte portugu¨¦s del pa¨ªs vecino". Los promotores de la muestra citan a Haacke y Enzensberger para entrelazar dos de las propuestas que persigue la colecci¨®n: los museos son en relaci¨®n con el espacio exterior y con el contexto de producci¨®n de las obras "gestores de conciencia a trav¨¦s de los cuales el arte est¨¢ presente en el mundo y lo presenta a medida que se expone".
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