La alimentaci¨®n es un derecho universal

Hace poco m¨¢s de medio a?o los diarios informaban de la posibilidad de una nueva epidemia de hambre en Etiop¨ªa. Parece ser que la sequ¨ªa hab¨ªa llevado nuevamente a una grave escasez de alimentos. Aun as¨ª, las empresas Nestl¨¦ y Starbucks, entre otras, contin¨²an extrayendo caf¨¦ de Etiop¨ªa, y en las zonas menos secas del pa¨ªs la producci¨®n de grano para la exportaci¨®n no se detiene.

?C¨®mo puede ser que en un pa¨ªs donde m¨¢s de 10 millones de personas est¨¢n amenazadas de muerte por hambre la mayor parte de la tierra cultivable est¨¦ destinada a productos para la exportaci¨®n como el caf¨¦? Pues porque Etiop¨ªa, al igual que la gran mayor¨ªa de los pa¨ªses del Sur, siguen el modelo que la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC), el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los gobiernos del Norte les imponen. Seg¨²n este modelo, los alimentos no son m¨¢s que una mercanc¨ªa, una moneda de cambio para obtener divisas y hacer frente al pago de la deuda externa e importar productos del Norte.

La sociedad civil del mundo entero reivindica que los alimentos sean un derecho al alcance de todos y no una mercanc¨ªa. Ahora que la OMC acaba de discutir una vez m¨¢s, en la reuni¨®n de Canc¨²n, los acuerdos de liberalizaci¨®n del mercado agr¨ªcola, es necesario, m¨¢s que nunca, que la ciudadan¨ªa reivindique el derecho a la soberan¨ªa alimentaria de los pueblos.