Al Valencia le basta el aprobado
El cuadro de Ben¨ªtez se f¨ªa a su defensa y al gol de Marchena para ganar a un inocuo M¨¢laga
Justito de recursos ofensivos como anda, el Valencia sabe que va a sufrir en cada partido. Que va a sudar tinta por cada victoria. Y que cada gol que marque valdr¨¢ su peso en oro. Como el de ayer de Marchena, que fue el mejor del partido, tanto por su seguridad atr¨¢s como por su acierto en el ¨²nico tanto de la noche. Le bast¨® al cuadro de Rafa Ben¨ªtez aplicarse en la defensa -excelente Pellegrino- y aprobar en el ataque para doblegar a un M¨¢laga inocuo. No es casualidad que todav¨ªa no haya marcado en lo que va de campeonato. Un M¨¢laga muy entregado que s¨®lo al final del partido, con todo perdido, se fue realmente por el empate con sus ex valencianistas, Salva y Diego Alonso, ¨¢vidos de una revancha que no se produjo por los pelos. Sobre todo, por parte de Alonso, que sali¨® cinco minutos y roz¨® el gol en un par de cabezazos. En cuanto a Salva, Juande Ramos le concedi¨® todo el partido, pero el delantero desaprovech¨® la confianza, superado por el poderoso Marchena.
VALENCIA 1 - M?LAGA 0
Valencia: Ca?izares; Garrido, Marchena, Pellegrino, Carboni; Jorge L¨®pez, Albelda, Baraja, Vicente (Canobbio, m. 62); Mista (Aimar, m. 62); y Oliveira (Sissoko, m. 89).
M¨¢laga: Arnau; Josemi, Fernando Sanz, Litos, Valc¨¢rcel; Manu (Diego Alonso, m. 88), Gerardo (Luque, m. 60), Romero, Insua (Edgar, m. 60), Duda; y Salva.
Gol: 1-0. M. 45. Marchena aprovecha un bal¨®n suelto en el ¨¢rea tras el saque de una falta para marcar de cerca con su pierna izquierda.
?rbitro: P¨¦rez Burrull. Amonest¨® a Baraja, Garrido, Josemi, Insua, Manu, Albelda, Aimar y Valc¨¢rcel.
Unos 40.000 espectadores en Mestalla.
S¨®lo en la ¨²ltima media hora, cuando Ben¨ªtez introdujo a Aimar y Canobbio, el Valencia alcanz¨® cierta fluidez en la creaci¨®n que Oliveira no supo concretar. El brasile?o fue despedido con una ovaci¨®n, recuper¨® algunas de las buenas sensaciones de la pretemporada, pero a¨²n est¨¢ lejos de ser el goleador que necesita Ben¨ªtez. Unas veces, por exceso de individualismo; otras, por chutar sin mirar al portero. Habr¨¢ que seguir su evoluci¨®n.
Marchena tuvo un inopinado premio a su espl¨¦ndida primera parte: un bal¨®n suelto a escasos metros de Arnau, tras un mal rechace malacitano, que el central empal¨® con la izquierda a gol. Se volvi¨® loco y sali¨® disparado sin direcci¨®n, tan poco acostumbrado como est¨¢ a estas celebraciones. Fue antes de sonar la bocina del final de la primera parte y justo cuando el Valencia empezaba a impacientarse. Porque el cuadro de Ben¨ªtez hab¨ªa sido muy superior a un M¨¢laga muy blando, s¨ª, pero era una superioridad sin remate. Al Valencia le falta una velocidad. O dos. Sobre todo, si, como ayer en la primera parte, le falta Aimar. Y as¨ª lo percibi¨® la grada, que empez¨® a reclamar la presencia del argentino. Sin ¨¦xito, por cierto, hasta bien entrada la segunda parte. Entr¨® junto a Canobbio y entre los dos levantaron un encuentro que desfallec¨ªa irremediablemente. Se les uni¨® Baraja, se apunt¨® Jorge L¨®pez y el Valencia disfrut¨® un rato. El volante uruguayo presenta virtudes t¨¦cnicas muy respetables y habr¨¢ que ver si se adaptan o no al f¨²tbol espa?ol. A Mestalla le complaci¨® ligeramente su equipo, que no es poco en los tiempos de crisis que amenazan. Baraja dej¨® numerosas muestras de su jerarqu¨ªa y Jorge L¨®pez apunt¨® detalles extraordinarios que no concret¨®.
Abrazado efusivamente al capit¨¢n, Fernando Sanz, antes del partido, Salva pensaba que ¨¦ste iba a ser su gran desquite. Estaba radiante. La dentadura blanca, perfecta, resplandec¨ªa mientras estrechaba las manos de los cuatro sub 17 valencianistas subcampeones del mundo que hicieron el saque de honor. Sin embargo, toda la energ¨ªa se le fue en los saludos preliminares. Comenzado el encuentro, anduvo lento y desafortunado. Pan comido para Marchena.
El M¨¢laga, muy entregado e inofensivo en el primer periodo, pareci¨® dispuesto a ense?ar algo m¨¢s en el segundo. La visi¨®n de juego y el regate seco de Manu, por ejemplo. O el trallazo zurdo de Duda, que pas¨® a un metro escaso del rubio platino de Ca?izares. Juande Ramos recurri¨® en el ¨²ltimo tramo a Edgar y Luque. E incluso a Diego Alonso, otro con ganas de revancha. El uruguayo s¨®lo actu¨® en los ¨²ltimos instantes. Los suficientes para dar un susto tremendo a Mestalla, un cabezazo peinado que se escap¨® por un dedo. Todo el M¨¢laga acab¨® metido en el ¨¢rea valencianista sin que ninguno de sus centros acabara en la red. Mestalla ya sabe qu¨¦ le espera este curso: sufrir mucho.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.