Acuerdo de la OMC: ?qu¨¦ estamos celebrando?
Cuando sabemos que 14 millones de personas mueren todos los a?os por enfermedades infecciosas, cuando sabemos que tenemos el conocimiento suficiente para adoptar pol¨ªticas adecuadas para conseguir que muchos millones de personas siguieran con vida, y en cambio no se llevan a cabo, estamos desde?ando la existencia de estas personas. Est¨¢ claro que los 14 millones de personas ni pueden ni olvidan su realidad.
Teniendo en cuenta la alta prevalencia de las enfermedades, el impacto que ¨¦stas tienen en el desarrollo de los pa¨ªses y los bajos presupuestos de los que se dispone, resulta imprescindible hacer un uso racional de los recursos que se tienen; es decir, tener la posibilidad de comprar los medicamentos de calidad que se necesitan a los precios m¨¢s bajos posibles y hacer de ¨¦sta una pol¨ªtica clara y transparente. Hoy, actuar de acuerdo con esta pol¨ªtica se ha convertido en un hecho digno de celebraci¨®n debido a todos los obst¨¢culos que existen para llevarlo a cabo. Tantos, que hay poco que celebrar. Solamente cuando se tiene una verdadera voluntad para hacerlo es posible, y a veces ni eso.
M¨¦dicos sin Fronteras tiene dudas de que se garantice el flujo de medicamentos a los pa¨ªses menos desarrollados
Sobre el papel, los pa¨ªses menos desarrollados no tienen obligaci¨®n hasta 2016 de poner en vigor el Acuerdo ADPIC, que desde 1995 obliga a todos los miembros de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) a conceder patentes para los procesos de fabricaci¨®n y para los medicamentos. De acuerdo con este derecho, a principios de 2003 Camboya adopt¨® una nueva ley que exclu¨ªa los productos farmac¨¦uticos de la protecci¨®n de las patentes hasta 2016. En la pr¨¢ctica, no tardaron en llegar las presiones durante las negociaciones a puerta cerrada en Ginebra, de forma que Camboya evidentemente acord¨® desarrollar el Acuerdo ADPIC 2007.
Sobre el papel, desde 1995 el Acuerdo ADPIC ha permitido a los gobiernos obviar las patentes por razones de salud p¨²blica (mediante la emisi¨®n de licencias obligatorias). En la ¨²ltima reuni¨®n ministerial de la OMC en Doha, se reforz¨® este hecho mediante la adopci¨®n de una declaraci¨®n relativa al Acuerdo ADPIC y la salud p¨²blica; los pa¨ªses "pueden y deben", se dijo, "interpretar y aplicar el Acuerdo de los ADPIC de manera que apoye el derecho de los miembros de la OMC a proteger la salud p¨²blica, y en particular, a promover el acceso a los medicamentos para todos". Consta en la Declaraci¨®n (art¨ªculo 31 del Acuerdo ADPIC; art¨ªculo 5 de la Convenci¨®n de Par¨ªs; art¨ªculo 5.b de la Declaraci¨®n de Doha) que los pa¨ªses tienen el derecho de conceder licencias obligatorias y la libertad de determinar las bases sobre las cuales se conceden tales licencias. En la pr¨¢ctica, mientras que Estados Unidos nunca se ha privado de hacer uso de dichas medidas, todav¨ªa no hay ning¨²n pa¨ªs en desarrollo que haya hecho uso de ellas. ?Casualidad?
En cuanto a los pa¨ªses que no tienen capacidad de producci¨®n local en el sector farmac¨¦utico o ¨¦sta es insuficiente, necesitan importar medicamentos de otros pa¨ªses exportadores. ?C¨®mo hacerlo? Es precisamente ¨¦sta la respuesta que la OMC ten¨ªa obligaci¨®n de buscar desde hace dos a?os y la que encontr¨® el pasado 30 de agosto.
M¨¦dicos sin Fronteras, otras organizaciones y algunos gobiernos hemos podido empezar a tratar a las personas con VIH / sida gracias a la existencia de versiones gen¨¦ricas asequibles de medicamentos patentados en el mercado mundial. Hemos podido comprobar que los pa¨ªses que estimulan la competencia entre distintos productores (originales y gen¨¦ricos) obtienen los mejores precios para los medicamentos de calidad de manera sostenible. Cuando el precio de la triterapia era de m¨¢s de 10.000 d¨®lares por persona y a?o tanto para los pa¨ªses ricos como para los pobres, fue un fabricante de gen¨¦ricos quien en 2001 ofreci¨® por primera vez la triterapia a 350 d¨®lares. A partir de esta fecha, los precios de los principales antirretrovirales de primera l¨ªnea han bajado haciendo posible que los pa¨ªses en desarrollo se planteen la puesta en marcha de programas de tratamiento. Aunque haya ejemplos, ¨¦stos son escasos: en este momento, de los 5,5 millones de personas que tienen VIH / sida y necesitan tratamiento, solamente 350.000 lo est¨¢n recibiendo, la mitad de ellos en Brasil.
Teniendo en cuenta este hecho, y para que el acuerdo de la OMC pueda ser considerado una soluci¨®n, tanto en palabra como en contenido, deber¨ªa ser de f¨¢cil aplicaci¨®n y garantizar un flujo de medicamentos asequibles a los pa¨ªses menos desarrollados.
?Garantiza el acuerdo de la OMC el flujo de medicamentos asequibles a los pa¨ªses menos desarrollados?, ?garantiza ¨¦ste la competencia con medicamentos gen¨¦ricos ahora y en el futuro? M¨¦dicos sin Fronteras tiene serias dudas al respecto.
El texto acordado, adem¨¢s de ser ambiguo, requiere que tanto el pa¨ªs importador como el exportador emitan licencias obligatorias (cuando el medicamento est¨¢ patentado en ambos pa¨ªses), lo cual aumenta los procesos burocr¨¢ticos, a?ade costes por las nuevas medidas para prevenir la reimportaci¨®n de medicamentos, no concede garant¨ªas para la producci¨®n de versiones gen¨¦ricas de los medicamentos nuevos y es vulnerable a presiones pol¨ªticas.
En 2005, cuando la normativa sobre la propiedad intelectual de la OMC (el acuerdo de los ADPIC) se lleve a cabo en los pa¨ªses clave en la producci¨®n de gen¨¦ricos, no ser¨¢ posible fabricar fuentes gen¨¦ricas alternativas de nuevos medicamentos patentados. Sin una industria de gen¨¦ricos viable, las personas apenas tendr¨¢n opciones frente a los elevados precios y los monopolios a largo plazo de medicamentos patentados. Dentro de unos a?os este problema podr¨ªa afectar no s¨®lo a los antirretrovirales, sino tambi¨¦n a nuevos medicamentos para la malaria, la hipertensi¨®n, el c¨¢ncer y otras enfermedades mortales. ?Podemos llamar a esto soluci¨®n?
T¨¦cnicamente, el acuerdo del 30 de agosto es una soluci¨®n temporal en espera de que se pueda efectuar a comienzos de 2004 una modificaci¨®n formal al acuerdo de la OMC sobre la protecci¨®n de la propiedad intelectual. Aunque se espera que esta modificaci¨®n no sea m¨¢s que una r¨¦plica de este reciente acuerdo, existe el espacio para preguntarse si ¨¦ste es el sistema que deber¨ªa hacerse permanente.
M¨¦dicos sin Fronteras encuentra motivo de celebraci¨®n en la aplicaci¨®n de pol¨ªticas que consiguen el acceso real de medicamentos a quienes los necesitan. Mientras tanto, la palabra soluci¨®n est¨¢ vac¨ªa de contenido, y en cuanto al calificativo de acuerdo "hist¨®rico" cabe preguntarse: ?para qui¨¦n?
Nora Uranga es responsable de la campa?a para el Acceso a Medicamentos Esenciales de M¨¦dicos sin Fronteras.
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