Endemoniadas y pose¨ªdas
Un profesor de la Universidad de Ja¨¦n recupera la figura de Charcot, el primer cient¨ªfico que estudi¨® la histeria
Ya en la Grecia Antigua, cuando Hip¨®crates fue el primero en considerar que la medicina deb¨ªa abandonar su relaci¨®n con las pr¨¢cticas religiosas y convertirse en una ciencia experimental, se hablaba de la histeria como una enfermedad vinculada al sexo femenino y a su debilidad. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando el franc¨¦s Charcot logr¨® generar un sistema te¨®rico y cient¨ªfico sobre la histeria llegando a la conclusi¨®n de que ¨¦sta es una enfermedad de car¨¢cter psicol¨®gico que tambi¨¦n se puede desarrollar en varones y ni?os.
As¨ª se recoge en el libro La histeria de Charcot (Del Lunar, 2003), escrito por ?ngel Cagigas, profesor de Historia de la Psicolog¨ªa de la Universidad de Ja¨¦n, que saca a la luz las investigaciones de una de las grandes personalidades m¨¦dicas del siglo XIX, considerado precursor de la neurolog¨ªa al ganar la primera c¨¢tedra de enfermedades nerviosas del mundo en 1882. Sin embargo, sus estudios sobre la histeria cayeron en el olvido tras su muerte, se?ala Cagigas.
Charcot fue el primero en descartar aquella creencia social que ve¨ªa en la histeria un fraude femenino camuflado en convulsiones y delirios que las mujeres simulaban cuando no quer¨ªan hacer frente a sus problemas, recuerda el profesor jiennense.
El autor ha empleado m¨¢s de 10 a?os en traducir los cuatro libros que Charcot escribi¨® sobre el tema y que han sido publicados en Espa?a (Los endemoniados, Las perversiones, La histeria y La enfermedad en el arte), ilustra ampliamente la obra con im¨¢genes de las fotograf¨ªas que el equipo de Charcot tom¨® entre 1860 y 1890. Rostros de mujeres, varones y ni?os con par¨¢lisis, miradas fijas y ausentes, atrofias musculares, desmayados, bostezos hist¨¦ricos, rostros desencajados que gritan y cuerpos epil¨¦pticos que se contraen en posturas inimaginables son algunos de los s¨ªntomas descritos por Charcot y que se pueden contemplar en las fotograf¨ªas en blanco y negro que el m¨¦dico franc¨¦s tom¨® directamente de sus pacientes.
Para Charcot, "ver es comprender" y por eso la fotograf¨ªa, que estaba empezando a dar sus primeros pasos, se revel¨® como la mejor t¨¦cnica de documentaci¨®n m¨¦dica ya que le permit¨ªa fijar visualmente los s¨ªntomas de la enfermedad. Por eso, Charcot se rode¨® de los fot¨®grafos m¨¢s importantes de la ¨¦poca, entre los que destaca R¨¦gnard y Londe a los que puso al frente del departamento de fotograf¨ªa del hospital de la Salp¨ºtri¨¨re, la mayor instituci¨®n de caridad europea del momento y conocida como la ciudad del dolor, hasta que el m¨¦dico franc¨¦s la convirti¨® en uno de los hospitales m¨¢s importantes de Europa. Hasta la Salp¨ºtri¨¨re no s¨®lo se desplazaron m¨¦dicos, que con el tiempo alcanzar¨ªan fama como Freud o Babinski, sino tambi¨¦n literatos y pintores naturalistas que buscaban un saber cl¨ªnico que retratar en sus obras, destaca Cagigas.
A trav¨¦s de la observaci¨®n, Charcot clasific¨® los estadios de la histeria presentes en todo paciente en epil¨¦pticos, posturas il¨®gicas, pasionales y delirantes. El m¨¦dico franc¨¦s lleg¨® a la conclusi¨®n de que estos s¨ªntomas se deb¨ªan a una "lesi¨®n din¨¢mica y fugaz" del sistema nervioso.
Fue entonces cuando el m¨¦dico franc¨¦s empez¨® a trabajar con la hipnosis y apost¨® por un tratamiento terap¨¦utico para la cura de este tipo de enfermos, relata el profesor jiennense, que a?ade que disc¨ªpulos como Freud o Janet se encargaron de desarrollar estas ideas a lo largo del siglo XX. De esta forma, Charcot encontraba en lo que la sociedad llamaba endemoniados y pose¨ªdos, s¨ªntomas de una enfermedad con un fuerte componente expresivo corporal.
Represiones sociales
Para Charcot, el hecho de que la enfermedad la sufriera en mayor medida la mujer, se deb¨ªa a las represiones sociales y a la falta de libertad y expresi¨®n que le imped¨ªan exteriorizar lo que sent¨ªan y pensaban, reconoce el profesor ?ngel Cagigas.
Esta ¨²ltima idea se recoge en el ep¨ªlogo de La histeria de Charcot con las ilustraciones de la pintora Marina N¨²?ez, que recuperando la iconograf¨ªa del franc¨¦s, hace una interpretaci¨®n de la histeria como forma expresiva. Parte de las ilustraciones y textos del libro se pueden ver en una exposici¨®n organizada por el mismo Cagigas que busca "rescatar la historia de la psicolog¨ªa m¨¢s oculta y que no suele aparecer en los manuales". Esta muestra est¨¢ recorriendo parte de las facultades de Psicolog¨ªa de las universidades espa?olas y la pr¨®xima cita en Andaluc¨ªa ser¨¢ dentro de unos meses en la Universidad de Sevilla.
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