Un experimento muestra el sentido de la justicia en monos capuchino
La injusticia es la injusticia, y hasta los monos lo saben. Al menos las hembras de capuchino (Cebus apella), que recientemente han demostrado su capacidad de reacci¨®n contra el trato desigual como pago a una misma tarea. Las protagonistas de la historia son cinco monas capuchino de la variedad marr¨®n, sometidas a experimento en el laboratorio de Yerkes de la Universidad de Emory (Atlanta, EE UU).
Las capuchino ya mostraron su capacidad de rebeld¨ªa en estudios anteriores, compartidos con machos. Entonces, todos fueron sometidos a pruebas de igualdad, en las que el monitor entregaba y reclamaba un objeto a los primates a cambio de una recompensa: un pedazo de pepino; y de desigualdad, en la que el enchufado recib¨ªa uvas de premio, fruto m¨¢s apreciado por la especie, y el relegado, el pepino. Aqu¨ª, las hembras se mostraron menos dispuestas a aceptar la situaci¨®n, mientras sus compa?eros no parecieron inmutarse.
Los anteriores experimentos tuvieron sus limitaciones, lo que impidi¨® demostrar una evidencia sobre si ellas est¨¢n m¨¢s atentas que ellos a los signos de trato injusto en materia de servicios y pago de los mismos. La bi¨®loga de Yerkes, Sarah F. Brosnan, y su colega B. M. de Waal, decidieron ir m¨¢s lejos repitiendo la prueba con cinco hembras y a?adiendo dos factores nuevos: el del esfuerzo, donde el monitor da una uva a la primate sin haber reclamado servicios previos, acto al que la mona responde cambiando la uva por un trozo de pepino; y el del alimento, en el que el investigador, ante la perplejidad de una primate, coloca una uva en el asiento de su compa?era de fatigas, en ese momento ausente. A ra¨ªz de tal acci¨®n, la testigo procede a fagocitar la uva y dejar en su lugar el pedazo de pepino.
Rompen la baraja
En la mayor¨ªa de las pruebas (realizadas por parejas) en que no se produce un intercambio servicio/pago ajustado a las reglas de la justicia, las primates rompen la baraja, neg¨¢ndose a seguir con la partida. En ocasiones, se rebelan lanzando al aire el objeto de la prueba o el trofeo recibido. Seg¨²n el estudio, del que los bi¨®logos dan cuenta en el n¨²mero de hoy de la revista Nature, las primates rechazan el pepino cuando observan que sus colegas reciben un premio m¨¢s valioso (uvas) por el mismo trabajo o por un menor esfuerzo. "Las vimos comparando sus obsequios entre ellas y c¨®mo rechazaban los menos importantes si sus compa?eras hab¨ªan recibido uno m¨¢s valioso, actitud que se extiende en caso de que otra haya recibido un premio sin haber trabajado", explica Brosnan.
La bi¨®loga establece un paralelo con el proceder humano: "La gente suele rechazar el pago que no considera justo", afirma. "Este comportamiento irracional ha sorprendido a cient¨ªficos y economistas que, tradicionalmente, han argumentado que todas las decisiones econ¨®micas son racionales. Nuestra investigaci¨®n indica el sentido emocional de la justicia y el papel clave que ¨¦sta juega en este tipo de decisiones".
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