"Cuba ha sido y es todav¨ªa un sue?o posible"
A Fernando P¨¦rez le gusta caminar por La Habana, ciudad en la que naci¨® hace 58 a?os. Fue en esas calles donde conoci¨® a los personajes que aparecen en Suite Habana, el filme que ayer inaugur¨® la 51? edici¨®n del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n. A muchos de ellos los ha ido viendo d¨ªa tras d¨ªa y P¨¦rez se preguntaba muchas veces cu¨¢les ser¨ªan sus vidas y realidades. "Son as¨ª, viven as¨ª", asegur¨® ayer el director al hablar de los 10 habaneros con los que recorre un d¨ªa en la vida de la capital cubana. Todos le eran desconocidos, excepto el ferroviario, que por las noches toca el saxof¨®n y que es su vecino.
Suite Habana son 10 historias s¨®rdidas, sin di¨¢logos ni narraci¨®n, ¨²nicamente con im¨¢genes, sonidos callejeros y m¨²sica. "La palabra s¨®rdida no es el sentimiento que yo veo en esa realidad. La vida en La Habana es muy compleja y est¨¢ llena de dificultades. Como director, mi pretensi¨®n no es la de calificar la realidad de la ciudad, sino mostrarla como yo creo que es, como la veo. Es una realidad muy representativa, pero no la m¨¢s representada y quiz¨¢s eso es lo que ha sorprendido m¨¢s al espectador cubano, que se ha sentido muy identificado y ha reaccionado de manera muy afectiva", explicaba ayer su realizador.
"La vida en La Habana es muy compleja y est¨¢ llena de dificultades"
En efecto, el filme-documental -"todo en la pel¨ªcula es real"- ha sido exhibido en La Habana en el cine Chaplin a lo largo de seis semanas, con gran ¨¦xito de p¨²blico, hasta que se ha deteriorado la ¨²nica copia que ten¨ªan en la isla. Los productores espa?oles del filme intentan enviar dos copias m¨¢s a Cuba para que se pueda continuar su exhibici¨®n. Fue el propio P¨¦rez quien pidi¨® que Suite Habana se proyectara en esa sala, que es la cinemateca, en la creencia de que su pel¨ªcula requiere cierta concentraci¨®n para verla. Por ello, ayer, el director, horas antes de la inauguraci¨®n oficial del festival, en el que estuvo ya hace 15 a?os presentando su pel¨ªcula Clandestinos en Zabaltegi, andaba algo preocupado. "Cuando nos comunicaron que el filme hab¨ªa sido elegido para inaugurar San Sebasti¨¢n, todo mi equipo salt¨® de alegr¨ªa, excepto yo que me puse muy serio. Le agradezco al festival esta deferencia, pero no el susto que tengo en el cuerpo porque siempre he pensado que Suite Habana es una pel¨ªcula para ver tranquilamente en un cine y no en en una proyecci¨®n precedida de una ceremonia y discursos y eso me tiene muy preocupado".
No sabe si Fidel Castro ha visto la pel¨ªcula y si le habr¨¢ gustado o no. "Es probable porque Fidel ve muchas pel¨ªculas. Pienso que le habr¨¢ gustado; bueno, no s¨¦. El cine siempre provoca reacciones distintas", explica cauteloso. ?l siempre ha vivido en Cuba, donde trabaja para el Instituto de Cine Cubano, con un sueldo de 400 pesos al mes que le duran cuatro d¨ªas. El resto del jornal lo busca en las pel¨ªculas y en conferencias o cursos que imparte. "Creo que la realidad cubana tiene muchas complicaciones, pero hay que mirarla desde su complejidad. Siento que Cuba ha sido y es todav¨ªa un sue?o posible en la medida en que se mire sin dogmatismos".
P¨¦rez sigue teniendo sue?os, al igual que los 10 vecinos de Suite Habana. Uno quiere ser bailar¨ªn, otro m¨²sico, otro cuidar de su hijo peque?o, otro estrenar trajes cada noche... S¨®lo uno de ellos, Amanda, una viejita que se gana la vida y la de su marido, enfermo en una hamaca, vendiendo cucuruchos de man¨ª en las calles de la ciudad, asegur¨® que ya no tiene sue?os. "Lo curioso es que Amanda, cuando se estren¨® la pel¨ªcula en La Habana, se ti?¨® el pelo y se compr¨® un vestido nuevo. Ese d¨ªa empez¨® a recobrar las ilusiones", afirma satisfecho P¨¦rez.
Babelia
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