Un demoledor documental cubano
'Suite Habana', de Fernando P¨¦rez, inaugura la pol¨¦mica y complicada edici¨®n del certamen
Resulta sorprendente, o cuando menos curioso, que la pel¨ªcula que ha despertado el mayor n¨²mero de comentarios y declaraciones p¨²blicas, orales o escritas, justo en las v¨ªsperas de la inauguraci¨®n oficial de la 51? edici¨®n del Festival Internacional de Cine de San Sebasti¨¢n, sea un documental de casi dos horas de duraci¨®n, La pelota vasca, la piel contra la piedra, de Julio Medem, que a¨²n no se ha proyectado -se presentar¨¢ el domingo 21- y que ha visto un muy reducido n¨²mero de espectadores.
Las razones que pueden explicar el extra?o fen¨®meno se basan en el contenido del documental: m¨¢s de cien entrevistas a otros tantos personajes del mundo de la cultura y la pol¨ªtica en torno al conflicto vasco; la negativa del PP y la plataforma ciudadana ?Basta Ya! a intervenir en el filme; la petici¨®n de dos de los entrevistados -Gotzone Mora e I?aki Ezkerra- de que fueran suprimidas sus intervenciones, y la demanda del grupo municipal del PP de que se retire de la programaci¨®n oficial del certamen, a lo que se ha negado la direcci¨®n del mismo.
Una excelente narraci¨®n de un d¨ªa en la vida de 10 habaneros comunes
La clave es la imposible ecuanimidad cuando todas las v¨ªctimas est¨¢n en el mismo lado
Cristina Cuesta, del colectivo de V¨ªctimas del Terrorismo, se?alaba ayer en una carta publicada en un diario local, entre otras cosas: "?Es lo mismo una v¨ªctima de ETA que un militante de ETA? (...). No es igualmente respetable la idea de defensa de la dignidad humana que la comprensi¨®n, justificaci¨®n o relativizaci¨®n del derecho a la vida y a la libertad, no merecen la misma consideraci¨®n las v¨ªctimas del terrorismo que siempre hemos defendido el Estado de Derecho, incluso para nuestros asesinos, que los asesinos y sus c¨®mplices ideol¨®gicos. Mientras no comprenda el se?or Medem esta b¨¢sica idea, no estar¨¢ con la mayor¨ªa de las v¨ªctimas del terrorismo que defienden la verdad, la justicia y la memoria, principios que usted no cita ni una sola vez". Una dura respuesta a las declaraciones previas del realizador en las que explicaba que con su pel¨ªcula "quer¨ªa una polifon¨ªa de voces sin jerarqu¨ªas". Todo permite deducir que la cuesti¨®n clave es la imposibilidad de ofrecer una pretendida ecuanimidad, un distanciamiento que anhela la objetividad para analizar un problema en el que la inmensa mayor¨ªa de las v¨ªctimas est¨¢n en el mismo lado frente a quienes, desde reivindicaciones ideol¨®gicas abstractas -naci¨®n, independencia, patria, etc¨¦tera-, defienden, o no condenan ni persiguen claramente, el asesinato.
El segundo hecho, en este caso extracinematogr¨¢fico, es la persistente huelga de los trabajadores del hotel Mar¨ªa Cristina -lugar de alojamiento de las estrellas y realizadores que acuden al certamen-, con el consiguiente da?o para la imagen del festival y la constataci¨®n de que no hay nada m¨¢s eficaz que un comit¨¦ de huelga para reconvertir un se?orial y lujoso escenario, como lo es la entrada principal del mencionado hotel, en un homenaje escenogr¨¢fico a alguna de las pel¨ªculas de Berlanga y Azcona: panfletos por todas partes, corrillos de huelguistas, numerosa presencia de polic¨ªas en traje de batalla, meg¨¢fonos, gritos, pancartas...
Suite Habana, coproducci¨®n hispano-cubana dirigida por Fernando P¨¦rez, fue la pel¨ªcula seleccionada para inaugurar en la noche de ayer, jueves, la 51? edici¨®n del festival. Un documental demoledor y deprimente sobre "un d¨ªa simple en la vida de 10 habaneros comunes", espl¨¦ndidamente realizado y fotografiado, sin di¨¢logos, y con una impagable informaci¨®n antropol¨®gica sobre la cotidianidad del pueblo habanero.
Al margen del acierto, o no, de que un documental como Suite Habana compita con pel¨ªculas de ficci¨®n, con repartos estelares y todo lo que conlleva una obra que desde la imaginaci¨®n pretenda conmover al espectador, lo cierto es que con filmes como el realizado por Fernando P¨¦rez las difusas fronteras entre creaci¨®n y realidad se diluyen a¨²n m¨¢s.
A aquellos espectadores que por su edad o cinefilia recuerden el cine anterior a los efectos digitales, la visi¨®n del filme inaugural del certamen les traer¨¢ a la memoria el cortometraje PM, de Alberto Sab¨¢ Cabrera Infante y Orlando Jim¨¦nez Leal: doce minutos en blanco y negro, con una t¨¦cnica similar al llamado "free cinema" y en el que se mostraban unas escenas cotidianas nocturnas de un bar perif¨¦rico de La Habana en 1961. El comandante Fidel ("al que asome la cabeza, duro con ¨¦l, Fidel", cantaban por entonces Carlos Puebla y los Tradicionales) aplic¨® la canci¨®n al pie de la letra: fue el inicio del largo y doloroso exilio de los hermanos Cabrera Infante -Guillermo defendi¨® siempre el ingenuo y sincero cortometraje de su hermano-. El legendario comandante aprovech¨® la ocasi¨®n para decir una de sus afamadas frases lapidarias: "Con la Revoluci¨®n, todo. Contra la Revoluci¨®n, nada". Cuarenta y dos a?os despu¨¦s, Suite Habana multiplica por cien las demoledoras conclusiones de quien pretend¨ªa mostrar la vida cotidiana. Parafraseando al escritor que, a su vez, parafraseaba al compositor, el documental de Fernando P¨¦rez podr¨ªa subtitularse Pavana para un pueblo difunto.
El propio realizador explica, a prop¨®sito de esta contradicci¨®n gubernamental, que "PM estaba muy bien realizado y fue muy impactante. Fue una de las obras que provocaron una escisi¨®n entre los intelectuales cubanos. Fue un documental que no se exhibi¨®, pero hay que ubicarlo tambi¨¦n en el contexto de la ¨¦poca. Eran los a?os 60 y 61. Exist¨ªa esa vida nocturna, pero tambi¨¦n estaba la invasi¨®n de la bah¨ªa de Cochinos y la campa?a de alfabetizaci¨®n. Era una realidad muy convulsa. Y tambi¨¦n te pon¨ªa ante definiciones y decisiones. Muchas obras de arte est¨¢n determinadas por sus circunstancias".
La tierna historia de Francisquito -un ni?o de 10 a?os con s¨ªndrome de Down- y sus relaciones con su padre; la venta callejera de manises de Amanda, de 79 a?os, para ganar alg¨²n dinero extra con el que sobrevivir en compa?¨ªa de su marido, profesor jubilado de marxismo; los anhelos de Ernesto, de 20 a?os, pe¨®n alba?il y bailar¨ªn de ballet cl¨¢sico en sus d¨ªas festivos; la elegancia dominical de Julio, de 67 a?os, zapatero remend¨®n, o la sorprendente transformaci¨®n de Iv¨¢n, de 30 a?os, trabajador de la lavander¨ªa de un hospital, en una espectacular drag-queen son algunas de las historias cotidianas que muestra la c¨¢mara dirigida por Ra¨²l P¨¦rez Urieta en el filme de Fernando P¨¦rez. El denominador com¨²n de las mismas es, sin duda, la falta de horizontes y est¨ªmulos: se sobrevive porque no hay m¨¢s remedio, pero se vive y sobrevive en un paisaje urbano terrible. Todo es mon¨®tono, gris, sin alicientes ni alegr¨ªas. De hecho, las ¨²nicas sonrisas son las de Francisquito y sus compa?eros de colegio. El resto es desolaci¨®n. Dicho de otra manera: tras contemplar Suite Habana se entiende mejor a los balseros. El comandante sigue diciendo lo de "Patria o Muerte". Los ciudadanos rasos y los espectadores saben que ya todo es "Patria y Muerte". Fernando P¨¦rez ha sido sabio y sincero, ¨¦sa es su grandeza.
En la ceremonia de inauguraci¨®n, presentada por Edurne Ormaz¨¢bal y Mar¨ªa Barranco, en un escenario con una gran estructura met¨¢lica abierta con pantallas en diferentes niveles, se concedi¨® el Premio AISGE a toda una vida al actor Alfredo Landa. Tambi¨¦n se dieron los premios de la cr¨ªtica FIPRESCI a Uzak, del turco Nuri Bilge Ceylan, como mejor pel¨ªcula del a?o, y a Christoffer Boe como mejor nuevo director del a?o por su pel¨ªcula Reconstruction.
Babelia
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